17

48 5 6
                                    

Hola, les traigo otro capítulo gracias a que mi toddler se fue con sus abuelos y mi bebé me permite avanzar rápidamente con la historia. Me encantaría aclarar que la historia ya está en la recta final, a partir de aquí no serán más de 3 o 4 capítulos, pues mi meta era que la historia concluyera a los 20 episodios.

Sin nada más que agregar, espero que esta historia esté siendo de su agrado.

Les tqm <3

ADVERTENCIAS

Contenido +18


***

—Entonces, Ray, ¿la vida trajo sorpresas? —el tono sugerente que había empleado hizo reír al mayor— ¿Alguna pareja?

—Si te soy sincero, Henry —Raymond hizo una pausa para que la camarera dejase sus órdenes sobre la mesa—, no he dejado de pensar en ti.

Ambos bebieron al mismo tiempo. Henry rio.

—Siempre has sabido cómo ganarte al público.

—No estaba bromeando —dijo frunciendo las cejas—. He estado esperando por ti.

Incómodo, Henry se reacomodó en su lugar, carraspeó y dirigió la conversación a otra parte.

—He escuchado que casi terminas tu ciclo como director en la universidad, ¿qué harás después?

El mayor no opuso resistencia al cambio de charla y hablaron cerca de veinte minutos sobre lo que sea que se les ocurriera. Los nervios iniciales pasaron a segundo plano en el momento en que ambos comenzaron a hablar sobre el tiempo perdido. El café que Raymond había escogido era en el centro de la ciudad, el mejor y también más caro de todos; Henry supuso que quería lucirse como siempre, y por ello la culpabilidad solo crecía.

Casi sin darse cuenta, la charla fue directo a lo que pasó aquella última discusión.

—Henry, tengo que decirlo ahora —dejó su americano sobre la mesa—, y lamento si no es algo que quieres escuchar, pero por favor, no te vallas y permíteme explicarme.

Henry se revolvió en su lugar un tanto incómodo. Sabía a donde iba su conversación y, si bien iba preparado como el buen periodista que era, su corazón dolió levemente ante la incógnita que se vería resuelta. Parpadeó en espera de que el fuego en su corazón se aplacara con la confesión de su ex.

—Lo escucho.

—Henry, no es necesario que seas formal —dijo con el ceño fruncido.

El muchacho se encogió de hombros.

—Prefiero hacerlo de ahora en adelante, si no le molesta.

—Como prefieras entonces —dijo Raymond antes de aclararse la garganta—. Bien, como ambos sabemos la última vez que nos vimos... —bajó la mirada hasta sus manos, y antes de seguir hablando, cayó en cuenta que la última vez estaba lejos de ser esa. Se ruborizó y aclaró rápidamente—: en mi oficina. La situación tú supiste manejarla mucho mejor que yo, y debido a mi edad, se habría esperado yo fuera la persona madura, sin embargo, creo que es mi deber explicarte para que nuestras diferencias se arreglen.

Henry se mordió la lengua para no decir nada, pero él sabía perfectamente que había sido un imbécil, pues gracias a la investigación pudo darse cuenta de que lo que Raymond decía, hasta cierto punto, era real. Ray sí se había casado y efectivamente había tenido una hija, pero, ¿entonces por qué todo seguía pareciéndole una mentira?

Henry, las casualidades no existen [Henray]Where stories live. Discover now