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Esta historia fue el resultado de muchas lecturas y videos Henray. La inspiración me sobró al inicarla, así que esperen con mucha paciencia. Prometo que actualizaré... Lento, pero actualizaré.

Para amenizar la lectura, he hecho una lista en spotify para la historia. Búsquenla como HLCNE.

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 Las vacaciones estaban a punto de terminar, dando así paso a un nuevo ciclo escolar. Las actividades administrativas comenzaron la segunda semana de agosto dentro de la institución, y con esto, los pasantes y aspirantes llenaban cada vez más las áreas designadas para los trámites. Desde el primer día se había corrido el rumor de que el nuevo director llegaría la semana de inicio de clases y saber que no lo conocerían hasta entonces tenía a todos ansiosos. En la universidad cambiaban de director cada seis años, y se rumoraba que esa vez sería un hombre joven de no más de treinta y cinco. Además, las profesoras decían que era alguien muy guapo y "todo un caballero".

***

Durante las últimas cinco semanas Henry sólo había estado alimentándose de comida chatarra, un paquete de cigarrillos a la semana (o quizás dos, intentaba no llevar la cuenta) y un par de cervezas al terminar su turno en el bar. Trabajaba durante las noches cerca de su departamento, claramente arrendado por sus padres, y los fines de semana se permitía ir a alguna fiesta con sus amigos.

Nada fuera de lo común dentro de la vida de un universitario.

Eran cerca de las tres de la tarde cuando su teléfono sonó. Como Henry seguía durmiendo, el sonido estridente lo despertó haciéndolo pegar un gruñido; estiró la mano a lo largo de la cama hasta encontrar el dichoso aparato que no dejaba de vibrar y sonar con su canción favorita. Para ahorrarse molestias puso el altavoz, escuchando mientras se desperezaba. Amaba ser productivo desde temprano.

—Diga —murmuró quitando las lagañas de sus ojos que le impedían ver bien. Era bastante extraño que le llamaran, por desgracia, sospechaba de Charlotte, su amiga y compañera de trabajo. Era bastante común que le pidiese cubrir alguno de sus turnos, y él tampoco se quedaba atrás con eso.

Hola, Hen —sí, sabía que era ella. Soltó una risilla con diversión—. Lamento haberte despertado, sé que tu turno fue pesado anoche — "si claro, Charl, al grano", pensó Henry—, pero quería pedirte si podrías cubrir mi turno hoy. Sé que es tu descanso, pero prometo cubrirte de vuelta. Ya hablé con Terrence y está de acuerdo siempre y cuando tú lo estés.

Después de un largo bostezo, Henry hizo un ruidito afirmativo con la garganta.

—Bueno, tampoco es como que pueda decirte que no, amiga —y eso la morena lo sabía.

Una risa de satisfacción se escuchó al otro lado de la línea.

Te amo, Hen, pero me tengo que ir. Prometo llevarte a desayunar el primer día de clases.

Y sin más colgó. La boca de Henry dibujó una sonrisa y sus piernas lo llevaron hasta el baño. Cuando terminó de orinar y de lavarse las manos fue hasta su cocina encontrándose a Jasper comiendo. Se saludaron con un meneo de cabezas y Henry se sentó al lado de su amigo dispuesto a robarle un poco de comida. Aquello era una clase de ritual entre ambos compañeros de casa desde hacía tres años; también lo eran las charlas interminables sobre la novia de Jasper o algún ligue ocasional de Henry.

Esa tarde, la conversación era sobre el próximo regreso a clases y cómo aquello afectaría sus trabajos. Para suerte de ambos, el cambio no sería tan drástico, sólo reducirían sus jornadas a la mitad o, con suerte, un poco menos. Ambos chicos estaban cansados pero ansiosos por entrar a la universidad. Si bien no era agradable llenarse de tareas, les encantaba su carrera. Por suerte las humanidades no eran algo tan complicado, por lo menos no cuando las amabas en todos sus aspectos.

Henry, las casualidades no existen [Henray]Where stories live. Discover now