WITH YOU

CAPÍTULO TREINTA

Gia

Cuatro semanas más tarde

Lo primero que hago cuando pongo un pie fuera de la cama, es asegurarme de que Chase sigue en vacaciones de verano. Ya que la semana pasada, andaba con un montón de cosas en la cabeza, que no fui capaz de recordar que aun seguía de vacaciones y lo desperté temprano, le prepare el desayuno y cuando estábamos ambos esperando el autobús, me di cuenta que actúe como una loca y él me siguió la corriente.

Cameron volvió ayer y por ello se encuentra dormido boca abajo a mi lado. Me levanto con cuidado no queriendo hacer ruido y voy directo al baño, donde al momento que entro un olor desagradable me entra por las fosas nasales que me hace dar arqueadas. No proviene de mi baño, sino de la ventana y cuando me asomo, encuentro el camión de la basura estacionado justo enfrente.

Cierro de golpe tomando el bote del aromatizante para rociar todo el baño en lo que hago pipi. Me lavo las manos, la cara y los dientes antes de salir y caminar hasta guiarme a la cocina. Mi jefa por fin me dio las vacaciones que le venía pidiendo desde hace tiempo y por ello disfruto cada día, también utilicé ese tiempo en planear la pequeña ceremonia que tendremos mañana.

Está noche será la despedida de soltera organizada por Zari, quien se ha pasado días detrás de mí pidiendo dar mi opinión para esto y aquello. Me alegra tenerla, ya que sin ella no habría podido tener los preparativos de la boda a tiempo.

Aunque Cameron insistió en qué contratara una Wedding Planner para que nos ayudará, lo rechacé. Preferí a mi amiga, ya que ella sabía mis gustos y sabe cuándo algo es demasiado. Me contó que se le acaba el tiempo para darle una respuesta a Beck, ya que este le está pidiendo que conozca a sus padres y por más que le diga que acepte, ella le da muchísimas vueltas y en parte la entiendo.

Me acerco a la cafetera enciendola, coloca una taza debajo y espero a que haga la magia, pero no pasa nada, espero otro par de minutos picando a los botones, pero no hay café y me dispongo a regresarme por donde vine solo para golpear a Cam con una almohada.

—La cafetera ya no sirve. —le informo. —No quiere darme café.

—¿Colocaste los copos?

—Olvidalo.

Lo dejo atrás, pero en menos de nada ya me está alcanzando y es él quien se encarga de prepararme un rico café americano.

—Gracias.

Se apoya contra la barra mientras hojea una revista y mi cara arde al darme cuenta que es la misma que había guardado de Chase. Al final la dejé encima con un montón de papeles más y ahora él la tiene.

—Wow, señorita Butler, ¿Desde cuándo tenemos esto en casa? —inquiere con una ceja en alto. —¿Va a practicar esto conmigo?

—Trae acá. —se la arrebato. —La iba a tirar, pero se me quedó entrastada. Chase la trajo de la escuela.

—¿De la escuela? ¿Ahora enseñan educación sexual con eso?

Niego.

—No, pero deberían, así sería más fácil y rápido y nos ahorrarían la vergüenza a nosotros como padres. —respondo poniéndola encima del refrigerador.  —Tu hermano ya le explicó todo, así que espero que ya no tenga más dudas.

No dice nada más y yo me pongo en la tarea de preparar el desayuno. Saco los huevos del refri, pongo pan en la tostadora y comienzo a partir el jamón al mismo tiempo que siento la mirada de Cameron desde donde estoy.