Del amor y otras enfermedades sin cura

Ya llegará alguien más que me borre tu piel de mi cuerpo

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Luisa

Paula 8:59 am

*Foto* Ahora que estás con Meli, "tu amiga" ¿te las tengo que regresar? o ¿cómo va la cosa?

Rodé los ojos en el momento en que abrí el chat de Paula y vi la foto que me había enviado en donde ella estaba sonriendo mientras sostenía las esposas que había dejado en su piso hace mucho tiempo.

No obstante, ver cómo se reía en mi cara no era lo que más me molestaba sino que más bien era el detalle de que ella también le tenía el mismo apodo a la morena y que además había utilizado esas mismas esposas con una Amelia desnuda que yo aún desconocía del todo, por lo que tan solo bufé y la dejé en visto mientras terminaba con mi café.

Dra Meli sexy 9:05 am

Yo no quiero que me digas que mueres por mí, quiero hacerte vivir el amor. Sobre todo cuando llores, que es cuando más viva eres.

Este es uno de los versos que más me han hecho suspirar de amor de la gran Elvira Sastre así que quería enviártelo...no quiero sonar como una intensa de manual, pero espero que tengas un bonito día, Luisi.

Apenas leí aquel mensaje se me hizo inevitable no sonreír como tonta a la pantalla del móvil sin saber cómo reaccionar porque de las últimas cosas que esperaba en mi vida era llegar a encontrar a una chica que no solo me quitara la respiración cada vez que la veía por lo guapa que siempre estaba, sino que además revolucionara mi cabeza con esa capa de inteligencia y sabiduría a partes iguales que ni siquiera ella llegaba a creer que tenía.

Y es que Amelia tenía ese poder tan especial de revolotear entre los recovecos más profundos de tus pensamientos, implantar una idea y luego irse como quien tira una piedra y luego olvida que lo hizo.

Por lo que antes de contestarle me di el tiempo de buscar el poema del que hablaba y al leerlo al menos unas tres veces, en donde en cada una de ellas se me erizó la piel al pensar en la morena recitándomelo en el oído como lo había hecho en la plaza hace menos de una semana.

Este pensamiento quebró todas esas murallas mentales que había construido para protegerme desde hace tanto que sin ser consciente de ello por primera vez en mucho tiempo estaba viendo el océano que existía detrás de éstas.

Aquello causó como efecto colateral que un suspiro cargado con miles de emociones se apoderara del salón de casa porque sentía que no podía con tanto mientras un par de lágrimas inesperadas recorrían mi rostro por ser testigo de esa vista que pensaba que jamás volvería a ver.

«No tienes ni idea de lo loca que me tienes, Ledesma», pensé sin dejar de sonreír ya que aún se me hacía extraño esa sensación de que todo parecía posible si esa persona estaba a tu lado.

Sensación que si se mezclaba con el subidón de adrenalina imperante en mi corazón, provocaba que la vergüenza no existiese y esos límites auto impuestos para no volver a dar todo de mí a alguien más, simplemente se desvanecían porque ya no existía ningún tipo de argumento para mantenerlos, debido a que mi mente repetía una y otra vez que Amelia merecía conocer esa parte de mí que había muerto el día en que Inés había aniquilado a la Luisita que alguna vez había sido.

Luisa 9:08 am

Buenos días princesa, he soñado toda la noche contigo. Íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto. Solo pienso en ti, princesa, pienso siempre en ti. No he necesitado buscar en internet la frase de la vida es bella porque es solo pensar en esa peli y pienso en ti, así de loca me traes....tú también ten un bonito día, Meli.