• capítulo 11•

353 22 0
                                    

Después del partido.
Celebramos la victoria aunque fuese un partido amistoso, y los jugadores contrarios se sorprendieron al perder y sobre todo el super rey.
De hecho habían preparado que solo jugaremos con la mitad de la pista, el entrenador ni siquiera iba a darnos su totalidad de jugadores pero cuando vio que la cosa empeoraba para ellos lo cambió todo y todos estaban en nuestra contra.
.
•dia siguiente
.
Me encontraba esperando a Los chicos, hablamos y decidieron quedar para hacer unos passes y hablar sobre el partido. Por lo que entendi, le afecto lo que Le dijo el que sacaba bien... No me acuerdo de su nombre creo era okiwawa O asi. Pero no creo que sea necesario recordarlo.
Me aviso Shoyo esta mañana a las 7 de la mañana. Casi le mando a la mierda. ¡¡¡ERA SÚPER PRONTO!!!

En fin estaba esperando a que esos dos llegasen shoyo por la izquierda y Tobio por la derecha. Y cuando me giro al oír unas pisadas, todo se descontroló. Mi corazón no supo latir, el estómago no supo disolver, aparte de millones de sensaciones. Agradables o alarmantes. En frente mia había un chico todo sudado con su pelo goteando y mejillas y nariz colorada. Su vestuario no se quedaba atrás llevaba una camiseta ajustada y con unos pantalones grises con detalles en negro y sus míticas zapatillas. Mi padre me dijo que probaste de todo y mi lengua deseaba probar eso abomina- ¡PARAA!
Me di cuenta de cómo lo estaba mirando y todo el tiempo que estuve, me di dos tortas y el se quedó con una cara de no saber que estuvo pasando por mi cabeza.
Justo llegó mi héroe, Shoyo venía a toda velocidad en su bicicleta.
-¡noooooo! ¡¡¡¡kagetonto!!!! Mierda... Perdí.
- pues claro caracol, estuvimos aquí esperándote un buen rato
Hiba a decir que eso no era verdad cuando noto la mano de Tobio interferir en ello. Metiendo el dedo corazón en mi boca. Su dedo era suave y largo sabía bien. Entendí que seguro habían echo una apuesta. Igualmente me puse Roja
- oye ¿estas bien?- pregunto el pelirrojo, sin darse cuenta de que le estaba chupando el dedo. Tan ágilmente que el se puso rojo y detrás de mi, escondiendo algo que yo sabía por quien se escondió.
- kagetonto vamos colocamela bien, no tenemos todo el día...
Me gire para ver su sonrojo notorio, su dedo en la boca y su otra mano temblando mientras se cubría todo lo que era en extraño en el.
-s-si, solo intenta hacer 10 toques con el balón sin que se te caiga y comenzamos.
Al principio lo pronunció muy bajito pero después le desapareció el sonrojo y se bebió una botella fría entera.
.

.
Me tenía tan cansada, nos habíamos ido a una esquina y como se meneaba de rápido, me dolía las rodillas y caderas de tanto. Poco a poco gruñia.

Pero shoyo no paraba de pedirme bolas y kageyama estaba igual. Lo único que más callado y fallando algunas bolas. Parecía pensativo.
- oye Tobio en que piensas~-le dije juguetona
- e-n-en...nada. - me miro con una sonrisa sombría - ¿porque lo preguntas?
Acababa de cavar mi tumba, ahora era yo la roja, pero no me dejaría vencer
- porque según mis cálculos llevas 14 falladas de 50, cuando normalmente solo fallas de 3 a 5 en esas bolas. Porqué más lo preguntaría tobio~
Le sonreí victoriosa y con los ojos hechos fuego.
.

.
Tobio se 1uedo rojo por el resto de la tarde, aunque ya no fallaba tanto
Y estaba más centrado. Shoyo nos preguntaba si había pasado algo en su ausencia y obvio dijimos que no. El ambiente se calmo y se puso como siempre.
Pasamos todo el día juntos riendonos de cualquier cosa.
Hasta q llegue a casa... Otra vez esos sonidos. Me fui a un restaurante español y pedí un cocido. La verdad hacía mucho no lo comía.
Al volver una hora después mi padre y su novia estaban viendo una película de miedo y me uni en la mitad. Note cierta ilusion por parte de la mujer y un asentimiento de mi padre. Me sentía agusto, tranquila como hace mucho y me quedé dormida.
.

.
Una voz dulce me llama
Una conocida
Una odiada
Una melancólica

una mano me roza
Una me eriza
Otra me arropa
Durmiendo cómoda

En el bosque corría tan rápido como podía. Un lobo me perseguía. Con voces conocidas. Yo huía. Aterrada unos brazos me abrazaban y.... Salía.
.

.
Desperté con una mano en mi espalda, gentilmente la aparte, pero su calidez dejaba validez en mi gruesa piel.

Llegando al Instituto no podía parar de recordar. Esas voces que odio y tanto anhelo. Incluso si eran insultos o mandatos yo quería seguir como antes.
.

.

Otra vez esperando a Tobio y shoyo para ir al Instituto esta vez. Notaba algo diferente en mi sueños raros, pensamientos raros...

𝙑𝙤𝙡𝙚𝙞𝙗𝙤𝙡 [|] Kageyama TobioWhere stories live. Discover now