•Capítulo 2•

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En algún momento de mi sueño, mis pulmones, se quedaron sin aire, provocando que mi subconsciente cayese en un vacío infinito. Cómo sería si no despertase, cómo sería si yo no hubiese venido a este mundo. O si simplemente desapareciese. Si eso ocurre, ¿Cómo sabré el afecto que realmente me tienen?, ¿Y si todas las personas fingen?, fingen o por conveniencia o por aceptación ¿Cómo puedo saber quién realmente soy, si tengo tantas personalidades? ¿Alguna persona querrá todas ellas?... Mis pensamientos estaban afectando negativamente a mis pulmones, si antes era difícil respirar, ahora todo se siente como aceite; aceite difícil de desplazar o simplemente hecho para pisar. Todo mi vello corporal, se erizó. Definitivamente moriría si no despertaba.
Desapareció la noción del tiempo, solo sé que peercibi mucho miedo. Termine despertando, pero con el cuerpo sudado y la respiración rascando el cielo.

Son exactamente las 5 y media de la mañana, realmente estoy agotada, pero no podría volver a conciliar el sueño. Entre al baño, saque mi pijama, que por razones obvias estaba sudado.

Mientras me duchaba, me di cuenta de dos cosas; una, que no era la primera vez que me pasa, y dos que tenía mucha hambre. Tuve que cambiar de postura para poder enjuagarme el cuerpo y el pelo.

Después de bajar a la cocina y beber un zumo de melocotón, me acosté en la cama.

Al minuto, siento como el despertador de mi padre, suena. ¡Maldita vida! Si ya estaba abrumada ahora mucho más.

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Estábamos en el coche, hoy tendríamos que entregar las fichas de inscripción, para dentro de cinco días empezar la preparatoria. Finalmente elegimos el karasuno. Realmente la elegí por qué mis abuelos se conocieron allí. Además de que el traje es bastante bonito.

Al llegar me sentía bastante nerviosa, estaba lleno de gente. Mi padre me esperó en el coche.

Estaba detrás de un chico robusto, intimidaba lo suficiente para darle su espacio personal y detrás mia estaba una chica bastante alta, incluso más que el  de adelante.

Me tuve que entretener con el móvil, era nueva en esta zona, no conocía a nadie. Estuve mirando las actividades extraescolares; está el de fotografía, música, balonmano, pintura, Bádminton, baloncesto, atletismo y finalmente voleibol. De todas la que podría mirar, solo me fijaba en esta última. Después de todo lo que provoque, mi mente quiere continuar. Seguir corriendo hacia ese balón duro, seguir rematando aquella esfera, hasta que duela la palma, seguir...

Pero como podría hacer eso, después de hacer que una buena amiga no pudiese jugar, después de no alcanzar a levantarlo. Todas confiaban en mi y yo no pude cumplir mi trabajo, mi único trabajo.

Noté como me golpeaban el hombro.

- perdoné, ¿podría avanzar? Realmente aquí nos esta dando el sol y queda, que des tus pasos para llegar a la sombra.- me quedé unos segundos procesando la información, cuando mire hacia delante, me percaté de que estaba atrasada y había un espacio contraproducente, entre el chico y yo.

- ...perdón, perdón no me percaté de eso. Disculpe- Hice una inclinación bastante floja, mientras caminaba hacia mi supuesta posición establecida. Intente sonar amigable, ya que sería mi oportunidad, no solo de conseguir una amiga, sino de no aburrirme.

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Por fin puedo descansar en mi cama, de verdad es agotador estar dos horas de pie, ya que, por lo que me di cuenta no soy la única que lo deja todo para el último momento. Si, al final conseguí, conocer a aquella chica, me pidió mi número, y como buena ciudadana y persona, se lo di; mentira, se lo di porque me caía bien. Además de que no parecía en absoluto lo que aparentaba. Era interesante, se debe recalcar.

En la comida, compartimos recuerdos nostálgicos, aunque mi padre hablase de temas delicados, seguimos como cualquier familia normal ;otra mentira, estábamos hablando de lo horrendas que podían llegar a ser las cajeras de los supermercados, no por el físico, sino por la actitud.

Ahora mismo estoy comprando en Caliespres.com, estoy mirando archivadores ya que el del año pasado se me partió ¿Cómo?, Pues se me rompieron las anillas de metal. Estaba entre uno negro o uno azul marino. El negro sería mala opción ya que como soy muy torpe lo mancharía de inmediato y se notaría mucho. Por eso decidí el azul marino.

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Queda un día para mí primer día en el karasuno, si, estoy nerviosa, bastante. Aunque también estoy alegre, podré conocer a mucha gente; espero que buena. Ahora mismo estoy merendando un vaso de medio litro de leche con cacao. Soy amante del chocolate.

Mi padre no está en casa, ya que por descontado, estaba arreglando unos papeles en su oficina. Aunque No estoy segura que sea del todo cierto. Han pasado muchos años, es normal que tenga otra pareja, lo que no entiendo es porque lo oculta.

Me pase por la casa, mirando hacia los lados para ver qué podría hacer. No encontré nada, en cambio se me ocurrió ver una serie. Esta trata de un grupo de personas que se dedican a la industria de las ventas de droga, aunque ninguno de ellos quiera involucrarse, lo terminan haciendo.

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Soy consciente que hace diez minutos, está sonando la alarma. Pero no me apetece levantarme, aunque me apetezca ver la preparatoria, no quiero despedirme de la cama.

Al final lo hice, pero llego tarde, muy tarde. Estoy saliendo de casa corriendo, literalmente corriendo. Tengo todo el pelo desordenado, la ropa arrugada y no desayuné, para mí eso es lo más importante. Luego sufro las consecuencias.

A lo lejos veo el edificio, solo queda encontrar la clase y rezar que el profesor sea majo.
Definitivamente odio correr con mochila, me está dando en la espalda y no puedo evitarlo.

Llevo cinco minutos buscando la clase, no la encuentro, bueno no la encontraba acabo de verla en la esquina.

Que desgraciada soy, cuando consigo llegar a la puerta, la abro sin llamar,en consecuencia doy al director en la cabeza, que intentaba salir. Este obviamente me miró mal y toda la clase se empezó a reír. Estoy muy avergonzada. Le acabo de dar en todas las narices, empezamos muy mal el curso, y yo que quería caerle bien a los profesores. Durante un par de segundo que para mi fueron horas, todo se quedo en silencio. El director salio enfadado, dejándome ver al profesor que me miró con una cara de asombro. A continuación pronuncio que podía pasar, aunque tartamudeo un par de veces. Me senté delante de un chico bastante bajito.

La clase fue aburrida, solo nos explico como seria el curso y lo que valoraría en su asignatura, aparte de otras, pero no preste atención. Durante el recreo el chico bajito, se me acerco.

- perdona, en clase se te cayó un auricular de la mochila, me di cuenta cuando ya habías salido. Soy Hinata Shoyo un gusto conocerte. - mostro su sonrisa. Me quede inquieta por un tiempo, las personas no suelen hacercarse voluntariamente.

- oh, gracias Hinata. También es un gusto conocerte. Yo soy Maira Hideki. Muchas gracias... - hice una reverencia, pero al instante empieza a hacer gestos raros con las manos diciendo que no hacia falta, Inumerables de veces.

- oye ¿quieres acompañarme al gimnasio?

-Mm, claro

Caminamos un par de minutos hasta llegar al sitió. Me llegó la intriga, ¿que actividad hace?

- Hinata, ¿qué actividad haces?

- mira, ¡ya hemos llegado! Y respondiendo a tu pregunta hago ¡voleibol!

Mierda,mierda, mierda,mierda... Me prometí no volver a pisar una pista y aquí estoy, solo porque me da mucha vergüenza y no se me ocurre ninguna excusa. ¡De todos los clubs que hay tenia que ser este!

Abrimos las puertas, después de tocar levemente. Mi acompañante abrió la boca en señal de sorpresa, no entendía el porqué, solo había otro chico.
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𝙑𝙤𝙡𝙚𝙞𝙗𝙤𝙡 [|] Kageyama TobioWhere stories live. Discover now