•capítulo 3•

774 43 1
                                    

-¿QUE HACES TÚ, AQUÍ?- Hinata, parecía enfadado y sorprendido. Volví a mirar a aquel chico, este estaba al igual que Hinata, salvo, que no lo demuestra.

Me sentía incomoda, estaba con un chico la cual acabo de conocer y otro que lo fulmina con la mirada. Estaba todo en tensión.
- eh- chicos, acabo de recordar que tenia que hablar con un profesor. Hice una referencia hacia el edificio y salí lo mas rápido posible.

Cuando estuve lo suficiente lejos, mire hacia atrás. Parece que los dos entraron. O eso me parecía a mi.
Saque tranquilamente mi bocadillo, era de queso. No me disgustaba, pero casi nunca me apetece. Me senté en una esquina, al lado del gimnasio. Termine comiendo solo la mitad del bocata. La campana estaba sonando, lo que indica que ya es hora de irse a clase.

Empezaba la clase de matemáticas e Hinata todavía no había llegado, pero se abrió de repente la puerta y capte al azabache corriendo por el pasillo y a Hinata disculpandose mientras entraba. El profesor dio comienzo a la clase.
Por dios ¡Que aburrido!
.

.
Salía tranquila de la preparatoria, estaba decepcionada, no había echo ni tan siquiera un amigo.

-¡Maira! ¡Maira!- creo que es Hinata, me sorprende lo rápido que me a cogido confianza. Creo recordar que a todos los llama por su apellido.
- Dime, Hinata, ¿necesitas algo?
-no, digo si, bueno no... Tal vez
-¿qué necesitas?
- Te olvidaste, tu agenda en clase.
¿¡Otra vez!? Pero si recuerdo haberla cogido. Rápidamente deje la mochila en el suelo y busque la que metí. No había ninguna. Es la segunda vez que se me olvida algo en clase.
- Gracias Hinata
- Na-hizo un gesto con la mano restándole importancia- ¿Te gustaría acompañarme al-al gimnasio? Porfavor
Estoy en un debate mental, por una parte mi cuerpo pedía a gritos ir pero por otra mi mente decía que lo pasaría mal. Va, no creo que pase nada, además tampoco es que vaya a practicar.
-Okey, me parece bien. Oye, perdón si te incomoda, pero ¿quién era el chico que llegó contigo a clase?
- ¿te refieres a kageyama? El es uno que conocí durante la anterior escuela.
- Ibais a la misma escuela? Espera,¿sois amigos?- ¿creo que la cage, el fruncio el ceño.
- ¡¿Ese idiota?! ¡no!,no, no somos amigos, ni por asomo. Por su culpa me hecho el capitan de la cancha. Y... Bueno lo otro, larga historia.
- oh, lo siento por preguntar.
- n-no te preocupes. Ma-Maira, hice algo realmente reprochable.
- uhh-... ¿El que?
- ve-veras, como dije antes no me dejan entrar a la cancha. Solo puedo volver si me llevo "bien" con ese tipo.

Sabía por donde iban los tiros, supongo que no quiere quedarse solo con el o algo por el estilo.
- ¡Lo siento Maira! pero eres la única que conozco. ¡Perdón!
- tranquilo, Hinata, supongo que me llamaste para que no estes tan incomodo O para que os ayude. La próxima vez cuentame de un principio, yo te ayudare sin problema.
-¡enserio! ¡¡¡Gracias!!!- me mostro una enorme sonrisa, acompañada de una leve reverencia. Me alucinada lo sonriente y amable que era. Por fin pude hacer un amigo aquí.
- JAJAJAJA... Tranquilo Hinata, no te preocupes.
.

.

Llegamos a nuestro destino, era un descampado y en el medio se encontraba ese chico gruñon.
- Hinata, Hinata boke, ¡llegaste tarde!- me mito un par de segundos, yo le mantuve la mirada...por lo que me contó Hinata, era un egocéntrico. Ese tipo de personas me caen mal.
- Perdón por venir sin avisar- me corto Hinata.
- ¡Ella es mi amiga! y viene porque quiere. No tienes que dar explicaciones maira.
- ¡Hinata boke!, dejala hablar - Hinata soltó un ruido como disculpa y a continuación me miraron fijamente. Se supone que me tendría que presentar, y así lo hice.

- Soy Maira Hideki, un gusto conocerte.
- Yo soy Tobio kageyama. - lo dijo cortante, aunque sus ojos mostraban inseguridad, que lindos por cierto.
- ¡¡¡a mi ya me conocéis !!! - dijo riendo y gritando.

Kageyama, saco de su bolsa una pelota de voleibol, mientras hacia un mal gesto con los ojos. Me quedé embobada viendo la pelota. El se dio cuenta.
- ¿Juegas?
-no- mis cálculos salieron mal, dije que no pero asentí. Se me quedaron viendo raro.
Hinata

Esta chica es bastante rara...pero ¡Me cae genial!
Bakeyama, me lanzo la pelota sin avisar, causando así que le diese mal y me tocase ir corriendo hacia el balón.
Al volver encontré a mi nueva amiga desafiando con la mirada a el baka. Se me hacia gracioso. Ella tenía muchas personalidades, cuando nos conocimos, parecía sería y tímida, después segura y animada y ahora parece intimidante. No se lo que había pasado para que estuviesen así y como soy un chismoso fui corriendo y preguntando a ver si pasó algo. Al final lo dejamos de lado y seguimos practicando mientras ella sacaba de su mochila un libro y cascos, para a continuación leer.

Cada vez mejoraba más mis recepciones el partido próximo, ¡sería un éxito! no sé cuánto tiempo paso, pero vi a ella levantándose.
- ¿ya te vas?- pregunte, aunque no se me nota es agradable su compañía, daba al lugar un ambiente tranquilo.
Seguimos entrenando el resto de la semana. Realmente estaba concentrando.
.

• Otro día.
.
Me dolían los tobillos, pero sin embargo quería seguir, cada vez me costaba menos recibir y ¡eso era bueno!.
Venía hacia mí un balón súper alto, aunque habíamos quedado que iba a ser solo recibir, no pude contener la idea de rematar. En cuanto estaba doblando las rodillas para saltar, veo a un chico super alto atrapar el balón. Es Rubio y tenía gafas.
- uh-, ¿que tenemos aquí? Rey~
Pasaron unos minutos el Rubió y Bakeyama no dejaban de matarse con la mirada.
-¿c-cuanto mides?- que miedo lo dijo bastante serio.
- Tsukki mide 1,84. Casi alcanza los 1,90
- ¿porque respondes? Tsk - dijo la torre.
No puede evitar soltar un "wow", aunque intente que sonara bajito todos me escucharon incluida Maira, que se encontraba apartada sobre un árbol.

Maira∆

Estaba leyendo, ya es un hábito que Hinata me llamase para que les acompañe. Al principio, me sorprendía ya que casi nadie me llamaba después de la escuela. Pero termine adaptándome. Tengo que hacer los deberes o leer porque si no voy yo también hacia al balón y pocas veces lo puedo evitar. Menos mal todavía no se dieron cuenta. No me apetece que me vean de ese modo.

Levanté la mirada al oír voces desconocidas, por la distancia a la que estaba ni veía bien ni oía. Pero por los movimientos corporales, se que kageyama esta enfadado y Hinata ¿ilusionado? No lo sé, No lo comprendía del todo. Cerré el libro de mi saga favorita y dirigí mis piernas hacia ellos.

Eso, eso fue increíble, realmente increíble ¿cómo? Cómo puede saltar tanto. El cogió el balón del rubio.Sin poder evitarlo me ilusioné y acelere mi paso.
- ¡hinataaa! ¿Como hiciste eso?
Su cara paso de frustración a, ilusión y sorpresa. Creo que le alegre bastante ya que comenzó a saltar de un lado al otro repitiendo, "¿esto?" O "¿¡viste!?" Seguía Auto-alabandose. Hasta que el rubio le llamó rey a Kageyama. Al inicio creía que le alababa pero en el momento que vi que el volvió a fruncir más el ceño supe que no.
- ¿porqué te enfadas es un fantástico apodo? "El rey de la cancha" ¡Suena increíble!- se nota bastante quien dijo esa frase.
- rey ¿no se lo contaste?...Yo también creía que era algo bueno. Pero no era así, ese apodo se lo pusieron los de su propio equipo por ser un rey dictador. Un egocéntrico rey que exigía cada vez más hasta que ya nadie remató sus pases.

Me congele en el sitio, si bien escuché anteriormente ese apodo nunca llegué a pensar que sería por esa razón, aunque le afectará negativamente cuando lo mencionaran.

El rubio se despidió "amablemente" Y el par de chicos siguieron practicando.

Pase el resto de la tarde reflexionando y haciendo deberes, como bien sabia se iban a quedar hasta las tantas y no podía permitirme bajar más la nota. Tenia que ser perfecto.

𝙑𝙤𝙡𝙚𝙞𝙗𝙤𝙡 [|] Kageyama TobioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora