•Capítulo 5•

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Hoy sería el partido. Me sentía inquieta, mi padre me aviso que este día no podía llegar, ni un poco tarde. No lo entiendo, estuvimos dos semanas juntos, tiene que coger el único día que lo tengo ocupado ¡¡¿¿enserio??!!
Estoy apuntó llegar a casa, realmente no se lo que me espera. No quiero llegar.
Por unos minutos mi mente se fue al "sótano de los pensamientos"así lo llamaba mi abuela, este lugar siempre esta presente en mi día a día, en el mismo instante es un sueño y una pesadilla. El alivio y la desesperación en su esencia.
Tengo que centrarme y dejar de hacer suposiciones poco probables.
Sostengo las llaves, con interminables decorados. Al abrir la puerta veo una mujer bastante esbelta, la cual está sentada en el sofá, lleva un vestido rojo ajustado, de tirantes decorados con flores. Me relaje instantáneamente al saber que no era mi madre. Estoy más despreocupada. En su izquierda habitaba mi padre, poseía un caro traje de tela negra. Yo, sorprendida
voy hacia mi padre, el cual a mi parecer estaba espectacular, pero no se lo diría.
- hace poco que viniste, se que alomejor te resulta difícil, pero llevo con esta mujer más de un año... Porfavor aceptala porque ya forma parte de mi familia. De nuestra familia.
Me alegro de poder saber que mi padre pudo superar el divorcio y encontrar el amor. Aunque me duela tengo que velar por su felicidad.
- oh, encantada... Soy Maira Hideki, gracias por cuidar de mi padre. - mientras me inclinaba escuche un pequeño suspiro de asombro. Al subir la cabeza puedo observar mejor a la pareja de enfrente. Parece como si los dos hubiesen estado destinados, son como en las revistas, rebosan felicidad y conford.
La chica, de apenas cinco centímetros más alta que yo, sonríe, pero se nota que tiene incomodidad.
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La comida fue agradable, bastante de echo. Aquella mujer la cual se llama Sofía Hideki, acoplando el apellido de mi padre, era de orígenes suramericanos lo cual era muy interesante. De vez en cuando me hacia gracia ya que su dejé de su país no desaparecía. Padre, esta demasiado contento, se le notaba en los ojos, además que brillan cuando la mira. Supongo que tendría que haber estado con esta mujer desde el principio.
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Al atardecer, Sofía tuvo que irse, mi padre como buen caballero la acompañó Y mi única conclusión de esta noches es que:
𝘖𝘫𝘢𝘭á 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘮𝘦 𝘮𝘪𝘳𝘦, 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘴𝘦 𝘮𝘪𝘳𝘢𝘯 𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴...

Mientras, yo como buena amiga les envié una disculpa tanto Kageyama como a Hinata. Deben de estar ocupados.
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horas antes.
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Maldita niña, como se atreve a hablarme así. Soy su madre, me merezco un respecto. La pena y la amargura recorrieron y llenaron mi ser, hasta cambiar por completo mis primeras emociones.
Y no sólo eso también me-me abandona.
No pude aguantar más las lágrimas. Lo se, no pude darte lo que querías, pero... Sigo siendo tu madre.
No tiene remedio llorar sin hacer nada. Supongo que volverá. Como me era costumbre, me fuí al sofá y cogí una cerveza. Esta es mi forma de desahogar todo, de olvidar errores, de calmar mi mente. A la tercera lata todo el dolor se fue, la amada tranquilidad llegó. Y mis angustias desaparecieron de mi organismo. Horas después llegó mi acompañante de copas, pero no sabía cual de ellos eran, no distinguía sonidos y tampoco aspectos físicos.

Al día siguiente me levante de la cama, otra vez estaba en una habitación ajena. Es la tercera vez que me pasa esto, quiero que vuelva mi niña. La niña que me preguntaba porqué su padre trabajaba tanto, o la que me pedía que la arropase mientras intentaba dormir. Mi ex-esposo era buen padre pero lo nuestro tuvo que quedarse en amigos y solo eso. Tanto el como yo confundimos las emociones y terminamos envueltos en U n matrimonio no deseado y al igual un bebe, por consecuencia de la Luna De Miel.

Arrepentimiento , ese sentimiento que no pude, ni puedo sacar de mi cabeza. Aunque fuese un gran hombre y una gran hija, de tanto forzar el amor, se convirtió en una especie de odio mutuo. Las emociones son importantes y saber interpretarlas mucho más.


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Actualmente
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Al anochecer volvió mi preciado padre y con rapidez me dio un abrazo, no me lo esperaba. Y no encuentro forma de responder.
- Gracias, gracias por querer mi felicidad.
Una vez que dijo eso me soltó y fue a su habitación. WOW no sentía esto hace mucho, no recordaba la sensación de agradecimiento.
No tarde mucho en ir al frigorífico y coger una ensalada de queso y tomate. Estuve viendo una comedia romántica en el sala de estar. No puedo evitar pensar.

A juzgar por la hora que es, mi padre estará durmiendo, espero y haya cenado. Al terminar la trágica, pero romántica película, la cual me dejó con los ojos rojos y una estabilidad emocional por los sueldos, obligue a mi cuerpo a ir a la cama.
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Mañana sería lunes, y esta mañana, se me paso una idea por la cabeza, "¿este mes tengo exámenes?" Así he descubierto que dentro de veinticuatro horas tendría un examen de álgebra. Tuve que desayunar muy deprisa, este tema lo llevo mal, por este motivo, tengo que ponerme las pilas. No puedo permitirme suspender. Terminé agobiada y saturada por lo cual no descanse del todo bien.
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Tengo un sueño tremendo, tengo que repasar el temario, llego a clase y ¡pum! Un examen a primera hora, ¿por qué no lo pusieron el martes? , lo hubiésemos tenido a tercera, la mejor hora de todas y la cual soy más efectiva. El motivo de este, es claro, ha pasado el suficiente tiempo para despertarme, pero todavía no me dio la flojera.
Pasado el tiempo comprobé y afirmé que ya podría hacer el examen sin problemas, o eso debería.
En el camino a la preparatoria me puse los cascos. Anduve lo suficiente para estar cerca del punto de encuentro y que me acabasen de quitar un auricular da señales de esto, ¿quien? Pues... El dúo fantástico, así le dicen, o eso me comentó Suga. Lo conocí una de las veces que acompañe a Hinata.
Kageyama hizo una cara rara, pero no supe interpretar lo que intentaba de mostrar, sin embargó Hinata me dejó ciega con su sonrisa. Parece que ninguno de los dos sentían la presión del examen.
- ¿cómo de bien llevás el examen?- oh no, el azabache me miro decaído. Esto no está bien.
-¿Qué examen Maira?- por segunda vez, no me alegre de llevar razón...
- El de álgebra, ¿estudiaste?- decirme porfavor que no llevo razón
-... ¡¿TENÍAMOS EXAMEN?!-exclamó Hinata, a pesar de que Kageyama no estaba en nuestra clase también se veía asustado y no dejaba de repetir "boke, Hinata boke"
Al final fuimos corriendo hacia la Preparatoria para poder estudiar en clase, por lo menos algo.
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Definitivamente iba a sacar buenas notas. El martes, cuando llegue a casa, mi padre me hizo prometer que tendría buenas calificaciones y lo estoy cumpliendo. Espero no tenga ningún impedimento más adelante.

𝙑𝙤𝙡𝙚𝙞𝙗𝙤𝙡 [|] Kageyama TobioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora