Cuando hiciste planes para tu futuro, nunca implicaron ser contratada por un mandaloriano para cuidar a su adorable y verde hijo gremlin. Sin embargo, después de que tu vida se desmoronase en el lapso de una noche desastrosa, encontraste que era la...
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━━━━━━━━ "La sensación de estar acurrucado en tus brazos con nuestros dedos entrelazados y la suave sensación de tu respiración en mi cuello nunca se puede poner en palabras, sin embargo, puedo decirte que es donde pertenezco y es en esos brazos donde me siento como en casa". -B.R.K. ━━━━━━━━
Grogu rebotó en tu cama felizmente mientras fajabas tu camisa en los pantalones a juego. "¡Ma!" Cogiste tu bata blanca. "¡Ma! ¡Ma! ¡Mira!" Grogu siguió rebotando. Te diste la vuelta mientras te sacabas el pelo de la cara y sonreíste mientras saltaba lo suficientemente alto como para voltearse y aterrizar sobre su espalda con una risa. "¡Tú ahora!"
"Chico tonto". Estiró los brazos y él no dudó en arrastrarse hasta tus pies y luego saltar a tus brazos. "Ma tiene que ir a trabajar y tú tienes que ir a la escuela. No hay tiempo para saltar". Grogu lloriqueó en tus brazos hasta que empezaste a hacerle cosquillas. "¿Dónde está tu Buir?"
"Co". Grogu señaló tu puerta.
Tú tarareaste y saliste todavía sosteniéndolo. "No, no. ¿Dónde está? ¿Qué decimos?"
Grogu balbuceó un poco antes de sacar la mitad de la palabra "Cina".
"Mhmm. Cocina". Haces hincapié en cada pedacito de la palabra. "Cocina".
"Cocina".
Tú elogiaste y animaste la pequeña victoria y Grogu río ante la alabanza. Din se paró junto al mostrador de la isla haciendo algo con su comunicador. Sin mirar hacia arriba, preguntó: "¿Por qué estamos tan contentos?"
"Grogu, ¿en qué habitación estamos?" Lo alentaste. "Dile a buir".
Din inmediatamente levantó la vista de su comunicador⏤ centrado únicamente en su hijo. El niño sonrió: "Cocina. Buir, ma, Grogu, en la cocina".
"¡Ad'ika, eso es increíble!" Din elogió. Él extendió los brazos y dejaste que Grogu se arrastrara hacia él. Din lo sostuvo en el pecho y continuó lloviendo más palabras de amor y aliento sobre su hijo. Adorabas que cada logro, sin importar lo pequeño que sea, Din siempre se emocionaba. Nunca retuvo ninguna cantidad de afecto hacia el niño. Antes de conocer a Din, habrías adivinado que los mandalorianos eran distantes y fríos como su armadura, pero nunca habías conocido a un padre tan cálido e involucrado. "¿Te enseñó eso mamá?"
"Lek". Grogu afirmó.
Din golpeó brevemente la frente contra la de Grogu antes de dejar al niño. "Ahora, ve a buscar tu mochila. Eso es por lo que te envié de vuelta ahí para empezar".
