Cuando hiciste planes para tu futuro, nunca implicaron ser contratada por un mandaloriano para cuidar a su adorable y verde hijo gremlin. Sin embargo, después de que tu vida se desmoronase en el lapso de una noche desastrosa, encontraste que era la...
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"Nunca había conocido un alma
Que pudiese hablar mi idioma.
Hasta que llegaste tú.
Tú, eres fluida en mí".
-lonely.penguin
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Cuando llegaste a la puerta principal de la casa, se te ocurrió que entrar podría ser un problema. Con todo el drama que estaba sucediendo hoy, lo último que necesitabas era añadir 'Romper accidentalmente el credo de Din' a la lista. Asomaste la cabeza y gritaste: "¡Hey, estoy en casa!"
"¡Estamos en la cocina!" Din llamó. Su voz no sonaba modulada, pero las palabras hacían que pareciera que estaría listo para ti cuando llegaras. Cerraste la puerta detrás de ti y segundos después escuchaste la voz de Grogu gritando por ti.
"¡Ma, ma, ma, ma!" Él cantó mientras cruzaba la esquina y corría hacia ti. Ver su comportamiento alegre mientras se movía hacia ti, lleno de vida y energía, te hizo olvidar cada preocupación que nublaba tu mente.
"¡Grogu!" Jadeaste con una sonrisa. Rápidamente, te arrodillaste a tiempo para que saltara a tus brazos y lo acunaste hasta tu pecho, salpicando besos a lo largo de la parte superior de su cabeza: "Hola, bebé. Estaba muy preocupada por ti".
"Extrañé mamá". Grogu enterró su cara en la curva de tu cuello y las lágrimas te saltaron a los ojos. Creador, hoy estuviste patéticamente emocional. Cuando miraste hacia arriba del chico que te abrazaba, viste a Din apoyado contra la pared con el casco puesto. Sus brazos estaban cruzados sobre su amplio pecho. Su camiseta negra se ajustaba a la forma y no podías evitar admirar la piel disponible para que la miraras fijamente. Saber que no se revelaba en este estado a nadie más hizo que tu cara se llenara de calor. Grogu desenterró su cara de tu cuello para poner sus manos en tus mejillas⏤ arrastrando tu atención de vuelta a él. "Epar".
Revisaste el diccionario de palabras de Mando'a que conocías hasta que encontraste la palabra familiar. "¿Comer? ¿Buir hizo comida?"
"Buir lo intentó". Din gruñó. "Pero alguien está siendo quisquilloso".
Grogu le aventó una frambuesa a su padre y tanto tú como Din se rieron en respuesta. Quisquilloso o no, tener a Grogu despierto y jugando era un gran alivio. Din se alejo de la pared y se acercó más. Cuando se acercaba, sentiste que el aliento se te va metió en la garganta. Si Din se dio cuenta, no hizo comentarios. En su lugar, acarició el lado de tu brazo con la parte posterior de sus dedos antes de dejar que su mano se arrastrara hacia abajo hasta que reposara en la parte baja de tu espalda. Con este nuevo puesto, Grogu estaba intercalado entre los dos.
