Cuando hiciste planes para tu futuro, nunca implicaron ser contratada por un mandaloriano para cuidar a su adorable y verde hijo gremlin. Sin embargo, después de que tu vida se desmoronase en el lapso de una noche desastrosa, encontraste que era la...
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━━━━━━━━ "Enamorarse de él no era caer en absoluto. Era entrar en una casa y de repente saber que estás en tu hogar". -r.i.d. ━━━━━━━━
El sonido de una tos te despertó. Te sentaste rápidamente para estar rodeada de una casa silenciosa, y durante un breve segundo te preguntaste si lo habías imaginado. Justo antes de que te acostaras, otro ataque de tos apagada atravesó las paredes. Te quitaste las sábanas de las piernas y saliste corriendo de tu habitación. Casi irrumpes en la habitación de Mando en tu estupor soñoliento y en pánico, pero como si tu cuerpo recordara donde tu mente no podía, te detuviste en su puerta cerrada. Si Grogu estaba despierto y tosiendo, eso significaba que Mando estaba despierto y apostarías créditos a que no tenía el casco puesto. Golpeaste los nudillos en la puerta de madera.
"¿Mando?" Tú llamaste. "¿Está todo bien?"
Oíste movimiento en el otro lado antes de que se abriera la puerta. Mando se quedó allí y, aunque llevaba su casco, se te vino a la mente la palabra despeinado. Estaba sosteniendo un Grogu quisquilloso en su pecho. Mando agitó la cabeza. "Le di el tratamiento. La cosa del nebulizador, pero no está ayudando".
"¿Cuánto tiempo ha estado pasando esto?" Tú preguntaste. Al sonido de tu voz, Grogu dejó salir un lamento y se dio la vuelta con los brazos abiertos. Mando se inclinó hacia adelante y no dudaste en tomar al niño en tus propios brazos. Inmediatamente, lo acunaste y empezaste a sacudirlo suavemente mientras susurrabas suaves palabras.
"La última media hora". Mando suspiró. Levantó las manos hacia su casco⏤ como si estuviera tratando de alisar su cabello, pero se olvidó de que llevaba el beskar. "No quería molestarte, pero yo..."
El tono de su voz te decía que si no hubieras llegado aquí cuando lo hiciste, se habría precipitado a tu habitación de todos modos. No es que te importara. Le diste a Grogu una ligera palmadita en la espalda a medida que más tos llenaba su pequeño cuerpo. "Siempre puedes despertarme, Mando". Él asintió y fruniste el ceño al sonido de los tristes gemidos de Grogu. "Tal vez deberíamos llevarlo a la clínica".
"Pensé en eso, pero todo lo que tenemos ahora mismo es un droide médico de segunda mano y Daelar". Mando suspiró. Inclinó la cabeza y extendió la mano para poner su propia mano encima de la tuya en la espalda de Grogu. "¿Crees que el Bacta ayudaría en algo? ¿En algún sentido?"
Todavía estabas atascada en la primera parte de su frase para incluso escuchar completamente la ridícula pregunta de 'padre asustado'. "Mando", hablaste lentamente, "¿Me estás diciendo, aparte de un droide, que el único profesional médico que tenemos en esta ciudad es el imbécil de Daelar?"
