Cuando hiciste planes para tu futuro, nunca implicaron ser contratada por un mandaloriano para cuidar a su adorable y verde hijo gremlin. Sin embargo, después de que tu vida se desmoronase en el lapso de una noche desastrosa, encontraste que era la...
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━━━━━━━━ "No puedes sanar si finges que no estás herido". -aliza grace ━━━━━━━━
Grogu tenía la costumbre de hacer amigos dondequiera que fuese. Por lo tanto, no le sorprendió a Din ver que una gran parte del equipo de Ari estaba brotando sobre su hijo y ofreciéndole diferentes cosas con las que jugar. Después de estacionar el N1 y caminar hacia la dirección, Ari le envió un mensaje, lo que parecía un viejo gimnasio de lucha, entró para ver a un pequeño grupo de personas que rodeaban a Grogu quien se paraba sobre la mesa y balbuceaban. Lo escucharon atentamente, le festejaron y le ofrecieron una variedad de objetos para comer o jugar.
Los ojos de Din cayeron sobre Ari, que estaba sentada en una silla de escritorio, con los pies levantados y los tobillos cruzados, mientras fruncía el ceño ante la vista. Cuando su mirada se desvió hacia él, soltó un molesto soplo de aire. "Por fin. ¿Puedes llevarte a tu hijo e irte, por favor? Parece que mientras está cerca de mi equipo", Ari se volvió para gritar las siguientes palabras a la gente que rodeaba a Grogu: "¡Son incapaces de hacer sus malditos trabajos!"
"Los factores estresantes de dirigir un imperio criminal". Din resopló.
"Aw, ¿crees que mi pequeño espectáculo es un imperio?" Ari sonrió mal. "Eso es lindo. Te lo agradezco, pero no creo que haya alcanzado ese nivel de notoriedad todavía".
"Sí, bueno, tengo fe en ti".
Din sabía que su principal conjunto de habilidades era el contrabando. Él asumió que eso era lo que ella todavía estaba haciendo, solo ramificando y meciendo a los demás. Aún así, Din no estaba demasiado preocupada por romper su fiesta o poner el foco en ella. De todo lo malvado que Din había visto en la galaxia, Ari era inofensiva. Bueno, en su mayoría inofensiva.
"Hey, jefe, ¿podemos quedárnoslo?" Un hombre grande se giró y señaló a Grogu, que tenía las manos en el aire mientras balbuceaba sobre una historia.
"Él, idiota". Ari corrigió. "Es el hijo de Mando".
"Oh, lo siento". El hombre respondió. "¿Podemos quedarnos con él?"
"¿Ves lo que quiero decir? Inútil". Ari se burló. Din llamó a Grogu, que se tomó el tiempo para recoger todos los bocadillos que se le ofrecían y luego se subió a su cochecito para ir a la deriva. Ari cruzó los brazos y se ordenó para que los demás volvieran a sus trabajos. Poco a poco se alejaron. Ella lo miró. "¿Entonces? ¿Cómo está el doctor?"
Din inclinó la cabeza. "Lo deje treinta minutos fuera de la ciudad para que arrastrara de vuelta".
