Cuando hiciste planes para tu futuro, nunca implicaron ser contratada por un mandaloriano para cuidar a su adorable y verde hijo gremlin. Sin embargo, después de que tu vida se desmoronase en el lapso de una noche desastrosa, encontraste que era la...
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━━━━━━━━ "Encuentro mi lugar entre tus brazos, entre tus tiernos besos y suaves susurros de 'estará bien', entre el calor de tu abrazo, y el aroma de tu cuello, y la ferocidad de tu tacto, encuentro mi lugar perdido dentro de tu alma". - Corazones e Imperios ━━━━━━━━
Din estaba inmensamente orgulloso de tus habilidades como médico. Sin embargo, si no sacabas tu trasero de la maldita tienda médica, te iba a tirar por encima del hombro y llevarte a casa a la fuerza. Más que nada, necesitabas descansar. No pudo convencerte de que dejaras de trabajar y, debido a que la ayuda médica aún no había llegado, nadie más se puso del lado de él en estos asuntos. Karga tuvo el descaro de decirle que se calmara. Din casi había estrangulado el cuello del Alto Magistrado.
Observó cómo volabas alrededor de la tienda médica ayudando a los heridos junto a Aayla. Grogu se había negado a dejarte de lado, y eso no parecía molestarte en absoluto. Ahora mismo, como si no estuvieses agotada y apenas de pie, tenías un cabestrillo envuelto alrededor de tu pecho que sostenía a Grogu contra tu espalda. Din podía ver al niño pequeño apoyando su cabeza contra tu espalda mientras te frotaba el hombro con su pequeña mano. La vista calentó su corazón y Din se vería tentado a tomar una foto para guardarla si no fuera por el estado de tu ser. Tus ropas todavía estaban manchadas de sangre y aún tenías que limpiar tus propias heridas. Estaba estresando a Din verte trabajar tan duro cuando todavía estabas en el estado en el que estabas.
Mientras se giraba para ver a otra persona, Din se dio cuenta de que vacilabas sobre tus pies. Eso fue suficiente. Se levantó y presionó a través de la multitud lesionada directamente hacia ti. "Hola". Te giraste para encontrarte con su mirada. "Es hora de irse a casa. Apenas puedes estar de pie".
"No puedo⏤"
"Ner kar'ta". Din dijo con firmeza.
Suspiraste. "Muy bien. Bien". Tus hombros se hundieron. "Supongo que estoy un poco cansada". Din agitó la cabeza, una risa tranquila que se le escapaba de los labios. Tu pequeña sonrisa se volvió tímida y Din temía lo que fuera que ibas a decir a continuación. "Necesito asegurarme de que Nima haya despejado el asfalto para que el equipo médico pueda aparcar".
"¿Qué?"
"Tenemos que conseguir⏤"
Din extendió sus manos enguantadas para cubrirte la cara. En el contacto, el resto de tus palabras se cayeron. Se inclinó hacia adelante y habló con firmeza. "Nos vamos a casa. Necesitas descansar. Alguien⏤ Cualquier otra persona puede hacer el resto del trabajo aquí". Dejo que su pulgar rastreara tu pómulo. Din desearía poder sentir tu piel contra la suya. "¿Has manejado todos los casos de emergencia?"
