Cuando hiciste planes para tu futuro, nunca implicaron ser contratada por un mandaloriano para cuidar a su adorable y verde hijo gremlin. Sin embargo, después de que tu vida se desmoronase en el lapso de una noche desastrosa, encontraste que era la...
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━━━━━━━━ "Mira con cuidado,
La magia que ocurre,
Cuando le das a una persona,
Suficiente comodidad,
Para ser ellos mismos".
- a t t i c u s ━━━━━━━━
Nevarro no tenía un hospital grande. Tenía un centro de emergencias y una clínica para citas de rutina. Cualquier cosa que no pudiera curarse o cuidarse en un día era transportada a un asentamiento cercano en un mundo vecino. Por suerte, el tiempo de transporte no fue muy largo, y Nima te dijo que el viaje ahí no era intenso. El Alto Magistrado había llegado a un acuerdo para mantenerlo así.
Viniendo de un centro de trauma de nivel uno en Coruscant, la oficina era sorprendentemente insignificante. Un sencillo edificio de dos pisos con servicios de emergencia en el primer piso y atención médica de rutina en el segundo. Habías aprendido hace mucho tiempo que el tamaño de un centro médico no se correlacionaba con el tipo de atención que un paciente podía recibir. Algunos de los mejores médicos con los que has trabajado provienen de hospitales más pequeños. No tenías ninguna crítica allí. Lo único que te puso nerviosa fue no tener el tipo de recursos que tendría un hospital de nivel uno. Coruscant te había mimado en ese sentido.
Para lo que tenía que ser la centésima vez desde que salió de la estación, echaste un vistazo a Mando, que caminó justo a tu lado. Sostuvo a Grogu en sus brazos charlando casualmente con él. Grogu respondió con una mezcla de Mando'a, Basic y galimatías. Fue dolorosamente lindo ver al Mandaloriano interactuar con su hijo. Cada centímetro de él gritaba peligro, pero la tierna voz que salía del modulador de su casco no era más que suave y cariñosa.
"¿Hay algún problema?"
Te llevó un segundo darte cuenta de que Mando estaba hablando contigo. "¿Hmm?"
"Me sigues mirando".
Te estabas volviendo bastante decente leyendo el lenguaje corporal de Mando, y extrañamente podías notar la diferencia entre su cabeza inclinada. Todo eso, pero todavía tenías un mal indicador de hasta dónde podía ver desde sus periféricos mientras llevaba puesto el casco.
"Oh, er", te apresuraste a conseguir una respuesta, "No. Nada. Lo siento".
"No te disculpes. No hiciste nada malo. Solo estaba comprobando".
