Cap 45: El culpable

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Al final de la cuarta tarde, el calor se disipa. Lan Huan lo nota cuando, al despertar varias horas después de que su cuerpo exigiera un descanso adecuado, encuentra el cuerpo de su esposo con la temperatura corporal estable y sin la respiración entrecortada. Jiang Cheng duerme a su lado, agarrado a la almohada y en su propio espacio, como si su omega hubiera determinado que había tenido suficiente de él como alfa.

Una mirada a su alrededor determina todo lo que significó su celo: el nido aún está allí en capas de telas oliendo sus dos aromas y ahora Lan Huan lo siente demasiado fuerte para su olfato. Definitivamente hay que mandar a lavar toda esa ropa, cambiar las sábanas llenas de sus fluidos y refrescar toda la habitación.

Busca de nuevo el cuerpo de su esposo, desnudo en posición fetal contra la almohada. La cinta Lan está amarrada en su muslo derecho y Lan Huan no encuentra motivos para quitarla de allí: se ve hermosa... lo hace lucir suyo. Ese celo se había sentido magnífico, tan diferente a cualquier otro. Su alfa complacido pot haber cumplido y llenado cada necesidad de su omega: no solo en la cópula, no solo en el sexo, sino en darle placer, cómida, descanso y refugio. Todas sus necesidades de proveer y protección fueron cubiertas, porque su esposo le permitió el inmenso placer de cubrirlas.

Jiang Cheng tiene la capacidad de cubrirlas todas ellas y, de haber deseado, hubiera podido también buscar alimento y protegerse a sí mismo, pero fue la entrega absoluta de su omega lo que activó todos sus instintos de alfas y lo llenó de una gloria más allá de todos los orgasmos conseguidos, sacando para sí fantasías que Lan Huan no se había cuestionado.

—Lan Huan... —arrastra Jiang Cheng en su voz, cuando siente sus pequeños besos en la nuca marcada. Lo más maravilloso es oler su propio aroma en la piel de Jiang Cheng, como una muestra más de cuánto le pertenece—. Quiero dormir un poco más.

—Duerme, cariño.

Solo lo acoje en un abrazo de espalda para también dormitar un poco más. En algún punto, sus cuerpos se mueven y se acoplan hasta que Lan Huan está de espalda al colchón y Jiang Cheng está dormido sobre él, usándolo como almohada y abrazándolo con su pierna sobre él. Se queda tendido en el placer calmo de sentir su calor, sus latidos y su aroma, lejos de la fogosidad del momento del celo, solo felices de estar juntos.

Lan Huan no recordaba haber tenido un celo tan precioso como este. Desde que se presentó como alfa, sus celos eran momentos en el que tenía que apelar a la restricción y ceder era una muestra de debilidad. Arruyo ayudaba a controlar los síntomas, junto a la meditación y el ejercicio, pero cuando no podía, no le gustaba la sensación de ser débil por ceder. En algún momento se concilió con la necesidad y dejó de pensar que la secta estuviera en lo cierto cuando hablaba del ceder al instinto, pero aún cuando buscaba masturbarse y valerse de fantasía, nunca se sintió completo.

Fue bueno que él también impulsara la suavización de las reglas sobre el celo en Gusu Lan y que ya no se viera como una muestra de descontrol si llegaran a ceder. El uso de talismanes de silencio y la conversación al respecto en las aulas de alfas, habían ayudado a que, al menos, los jóvenes no se sintieran mal cuando la meditación no fuera suficiente. Está pensando en eso mientras mira al techo, con sus dedos jugando con la piel de su esposo, tersa y sensible. Escucha a su esposo resoplar.

—¿Estás bien?

—Sí —murmura su esposo mientras se acomoda mejor bajo su brazo. Sube su cuerpo para que su cabeza se apoye en el hombro—. Solo estoy pensando.

—¿En qué? ¿Puedo saber?

—En que este celo fue diferente a todos los otros que había tenido.

—¿A pesar de estar acompañado en los últimos? —No puede evitar preguntar.

(No) Nos amamos (MDZS)Место, где живут истории. Откройте их для себя