Cap 07: La amenaza

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No puede dormir y Lan Huan tuvo mucho tiempo sin insomnio. Su alfa está desesperado dentro de él, reconoce que su omega está sufriendo, él mismo reconoce que Jiang Cheng está mal, aunque intente ocultarlo, pero cada acercamiento se siente como si recibiera un golpe en el estómago. Las únicas formas en que parecen entenderse es cuando no hablan de ellos, cuando se enfocan en algún tema particular y ni así parece que la conversación avance. Se siente como estar empujando solo una gran montaña.

Es agobiante, tanto la imprevisibilidad del temperamento de Jiang Cheng como el malestar de su propio alfa ante su propia incompetencia.

Jiang Cheng puede tener razón en algo: no ha sido ni marido ni alfa. ¿Pero podría Jiang Cheng ser mínimamente un omega sin necesidad de tenerlo en la cama? Lo duda, y es una certeza tan aberrante que la desdeña.

No obstante, pensar que su omega está en una cacería nocturna ahora, que puede estar poniendo su vida en peligro de forma irresponsable como alguna forma de castigo y que podría salir lastimado mientras él está allí, no le permite descansar. Tampoco ayuda el saber que no tiene idea de en dónde fue la cacería nocturna, que no tiene la fuerza de voluntad de sacar a Shouyue y que seguro él mismo será una traba en cualquier misión que tenga Yunmeng Jiang.

Odia sentirse tan incapaz. Odia que su alfa lo empuje a sentirse peor. Se levanta.

También odia sentir que pierde el tiempo.

Se viste con la túnica exterior para salir mucho antes de lo previsto. Todavía algunos insectos zumban a su alrededor, pero el lago está calmado, los estandarte de Yunmeng Jiang se mueven pesado con la brisa y el agua golpea las bases de la madera del muelle en una melodía relajante. Lan Huan avanza al pabellón sin ninguna otra intención más que sentarse y escuchar, ni siquiera meditar pues su espíritu no se encuentra tan desconectado como su corazón y el centro de sus instintos. Se sorprende cuando al avanzar, encuentra que ya hay alguien allí. Jiang-zhongzhu ya regresó de la cacería, mucho más temprano de lo predicho. Tampoco muestra rastros de que haya tenido alguna pelea mortal, no hay señal de alguna herida, solo sus túnicas sucias por la tierra y el esfuerzo, algunas hojitas que se quedaron pegadas en su pelo recogido y muchas tazas de vino derramadas a su alrededor.

Jiang Cheng duerme en la intemperie, sentado, con la cabeza apoyada contra la madera, las piernas extendidas a lo ancho del pabellón y rodeado de tazas de vino. No se quitó nada de lo que tenía, tampoco buscó relajar su posición, pues duerme con los brazos cruzados protegiendo su cuerpo, la barbilla casi pegada a su pecho.

Mi omega sabe que soy yo. Se siente protegido.

Lan Huan ya no intenta mediar con esa parte que tiene su propia voluntad. Solo la deja hablar. No es que pueda hacer nada más por ella.

En un segundo de indecisión entre volver a la habitación o quedarse allí, nota que Jiang Cheng se mueve y cambia de posición. Solo flexiona un poco más su pierna derecha, su cabeza se mueve al otro lado y vuelve a caer pesadamente. Lan Huan, antes de darse cuenta, ya está sentado a su lado, derecho y por estúpido que parezca, Jiang Cheng dormido se mueve para apoyar su hombro al hombro de él. No se siente incómodo. Le molesta lo natural que se siente el gesto y lo fácil que su alfa se aplaca hasta sentirme más calmado que en meses. Lan Huan aprovecha entonces la oportunidad por lo que es y decide cerrar los ojos y ver si puede descansarlos un poco, aún en esa posición.

Le sorprende que, de hecho, puede descansarlos.

Hasta que siente el movimiento de su lado y encuentra a Jiang Cheng estirando su cuello, moviendo de nuevo sus piernas hasta que se flexionan en contra de su cuerpo. Está despierto, pero sus ojos idos. Seguro aún están afectados por el alcohol.

(No) Nos amamos (MDZS)Where stories live. Discover now