(No) Nos amamos (MDZS)

Cap 28: El esposo

El banquete de Yunmeng Jiang no decepciona en cuánto a su gloria y abundancia. Las puertas abiertas del muelle traen a decenas de aldeanos y niños que disfrutan de las comidas y aprecian los actos. Se hacen presentaciones de espadas por parte de sus discípulos más disciplinados, las músicas y las canciones no faltan. Todos tienen espacio para sentarse y comer sea en las mesas del centro de entrenamiento o en las escaleras de los pasillos de Yunmeng Jiang. Los lagos se llenan de lamparillas de papel y las campanas de Yunmeng Jiang resuenan suavemente en recuerdo a sus antepasados. El incienso se levanta en el salón ancestral junto a las ofrendas y Jiang Cheng siente que todo estuvo correcto.

Sin embargo, no puede sentirse cómodo. Aún con los festejos, con sus discípulos disfrutando y con la gloria que viste a Yunmeng Jiang, su omega está desesperado por correr. Después de tres días de haber terminado el sangrado, sin nada que huela a su esposo más que la cinta, la distancia se está volviendo insoportable.

Duda por un largo rato mientras ve a los discípulos disfrutar y a los sirvientes servir las comidas en paellas enormes con las cocinas afuera para que todos pudieran probar. Come lo que le sirven y bebe un poco de vino. Su traje, el que originalmente había preparado para estas fechas y cuyo cinturón fue modificado para seguir resaltando su esbelta cintura, brilla entre las lámparas de colores que cuelgan. A su lado derecho, está Mu Guangzong riendo con unos de los discípulos, del izquierdo, está su araña Yu Huifen y Yu LiMing, la última acompañada por su esposa Jiajia y su hija Hua-er, quien ya empieza a mostrar más cambios desde su presentación como alfa.

—Zhongzhu —escucha la voz de su segundo al mando, mirándolo con preocupación— , ¿ocurre algo?

—Estoy cansado —responde y deja de jugar con su anillo para beber una nueva copa de licor.

—Pasó unas noches difíciles, zhongzhu, quizás sea momento de descansar.

Mu Guangzong lo dice con el mejor de los ánimos, lo sabe, tanto como sabe que esa noche no podrá descansar, no con su omega fastidiando con el hecho de que faltan horas para partir y volver a estar con su alfa. Pero le había dicho a Lan Huan que iría y llegaría la tarde siguiente, y siente que está rompiendo un acuerdo con ello.

Pero no va a dormir, lo sabe. Dirige su mirada hacia donde están las montañas que no se ven por la distancia y acaricia su anillo.

—No está pensando en ir ahora —Yu Huifen le increpa, con sus gruesas cejas fruncidas.

—¿Qué sí lo hago? —responde ásperamente, para mitigar la vergüenza de ser leído tan fácilmente.

—Zhongzhu, considero que es más sensato descansar. —Mu Guangzong presiona, pero escucha la risita al otro lado de Yu LiMing y la forma en que le sonríe, como si entendiera su sentir.

—Zhongzhu, si va en este momento, llegará antes de que amanezca. Será una grata sorpresa para Jiang-zhangfu.

Una grata sorpresa... Por un momento, sus inseguridades dibujan el rostro cortesmente tenso de su esposo diciendo que está sorprendido y siente una espada humillante alojarse en su estómago. Sacude ese pensamiento con un corrientazo de Zidian en su derecha e inmediatamente siente la mirada de enojo de Mu Guangzong. Es su lao gong, y está seguro de que al menos el alfa de Lan Huan estará complacido con verlo.

Se levanta y se despide, dando permiso de continuar su celebración. Nadie presta mayor atención más que para hacer una reverencia de su partida y su segundo al mando junto a sus arañas van tras él cuando se dirige a su habitación para tomar la bolsa qianku donde ya había preparado sus pertenencias.

—Zhongzhu... —la voz de Mu Guangzong suena alterada.

—Vendré en cinco días, tal como estaba previsto. Encarguense de todo en mi ausencia.