Deadly Roses ●๋ [Drarry] ●๋

Epílogo

Harry no podía creerlo, ya estaba a unas horas de graduarse y todo parecía simplemente irreal. El solo hecho de pensar que ese sería su último día en el castillo en el que había vivido los últimos siete años, lo hacía sentirse nostálgico.

Sabía que la despedida sería difícil, todos sus amigos tomarían diferentes rumbos y probablemente sería muy difícil poder reunirse de nuevo y Harry se estaba poniendo sentimental por eso.

Estaba empacando sus cosas, le resultaba extraño ver el dormitorio completamente vacío sabiendo que no volvería a regresar.

Mientras realizaba su tarea fue interrumpido por su amigo quien le llamó diciéndole que alguien lo esperaba afuera de la sala común. Harry sonrió ante eso.

Cuando atravesó el retrato se topó con la persona que lo llamaba, su cabellera rubia delató a Draco quien esperaba a Harry con quién había quedado de verse antes de la ceremonia de graduación.

Su relación con Draco se había formalizado en el verano antes de su sexto año, manteniendo unos meses para citas y salir. Su relación había sido estable, claro, con algunas discusiones pero nada que no se pudiera resolver.

Harry y Draco habían pasado las últimas semanas, prácticamente pegados el uno al lado del otro. Cada uno estudiaría cosas diferentes y ya no tendrían tanto tiempo para verse, por lo que no querían desaprovechar los últimos días en Hogwarts.

Harry sonrió al ver a Draco. Se acercó tomando la mano del rubio sorprendiendolo en el acto. Draco lo volteó a ver sonriendo cuando se dio cuenta de que era Harry.

Ambos chicos se dirigeron al que prácticamente habían convertido en su lugar, ya que, siempre que querían un momento a solas se dirijan al árbol junto al lago donde habían tenido momentos importantes para su relación.

Ambos estaban acostados uno al lado del otro, disfrutando de la sombra que el árbol les proporcionaba y del viento que los refrescaba. Estos eran sus últimos momentos dentro de Hogwarts, los dos deseaban que el tiempo se detuviera para que pudieran estar así por siempre.

El silencio que los rodeaba era tranquilo, solo se escuchaba el viento chocar con las hojas de los árboles y el calamar gigante dentro del lago, hasta que Harry decidió romper el silencio.

—No puedo creer lo rápido que pasó el tiempo —Harry se volteó para así poder mirar al rubio, quién imitó su acción.

—Yo tampoco —coincidió Draco—, pero en realidad han pasado siete años, ¿Cómo es que se nos fue el tiempo?

—Bueno, pues mis primeros cuatro años me las pase intentando salir cada año con vida. Y lidiando con un chico que no hacía otra cosa más que molestarme —añadió sonriendo a forma de burla.

—¿Sí? Bueno, tal vez ese chico no te hubiera molestado si tú no hubieras rechazado su mano cuánto te la ofreció —respondió el rubio ofendido.

—¿En serio todavía te molesta eso?

—Por supuesto y es algo que no te voy a dejar olvidar, tenlo por seguro.

—¿Tienes alguna sugerencia para hacer que me perdones por eso? —preguntó haciendo un puchero—, además tú tampoco eras la definición de niño bueno —Draco se llevó una mano al pecho indignado por lo que su novio había dicho.

—¿Cómo te atreves?, por supuesto que yo era un angelito. Al parecer tus gafas necesitan un aumento porque no puedes ver verdades —finalizó cruzando sus brazos y alzando la nariz a forma de indignación. Después de unos momentos volteó a ver al ojiverde y añadió—. Aunque si quieres, puedo perdonarte si me das un beso.