CAPÍTULO VEINTIUNO

Start from the beginning
                                    

Sostengo mi cabeza en mis manos.

—Te dije que te alejaras de eso.

—Y yo te dije que no puedo, es mi hermano Gia y lo último que quiero es que salga dañado por personas corruptas e hipócritas. —declara. —No es fácil para mí darme la vuelta y seguir con mi vida como si nada, tengo que hacer algo.

—¡Pero estás poniendo en peligro tu propia vida! ¿Qué vas a hacer si deciden atacarte? —respiro hondo. — ¿Qué haré yo?

Me pongo de pie dándole la espalda cuando siento crecer un nudo en mi garganta, llevando mi mano hacia dicho lugar para aliviar la presión.

—Mírame. —pide. —Gia, mírame.

Tardo en darme vuelta y lo hago solo para verlo de nuevo a sus ojos azules.

—Voy a estar bien ¿Okey? Trataré de mantenerme a salvo. —dice. —Estoy siendo cuidadoso y ya tengo información valiosa, en cuanto reciba el resto, podré llevarla al FBI y todo quedará al descubierto.

—Eso suena demasiado sencillo, pero ¿En serio creés que ese hombre se quedará de brazos cruzados?

Niega.

—No, pero desde prisión no es mucho lo que puedan hacer.

—¿Y si nunca llega a prisión? Te recuerdo que tiene poder, tu mismo lo dijiste.

—¿Por qué ser tan pesimistas?

—¡No es pesimismo, es la realidad! —me enoja. —No puedes tomarte las cosas así tan a la ligera, pensando en ti y no en el daño que le harías a los demás si algo te pasa.

—¿Hablas de mi familia?

Bajo la mirada al sentirme nerviosa.

—Hablo de mí. —confieso. —Me asusta pensar que te pueda pasar algo y se que es tonto, pero…

Cuando vuelvo a levantar la vista, él está sonriendo y odio que sonría de esa manera como si tuviera un boleto dorado de Willy Wonka.

—No es tonto, de hecho es increíble y se siente tan bien importarle de verdad a alguien. —murmura. —En especial si esa persona eres tú.

Sonrío de lado.

—Solo promete que estarás bien.

Suspira.

—Lo prometo, no te preocupes. —asiente. —Tu planea el mejor cumpleaños para tu hijo y yo me encargo de enviarle mi sorpresa.

—De acuerdo.

Cuelga sin decir nada más y yo me quedo viendo la pantalla por un par de segundos más hasta que bajo el teléfono y dejo caer mi cabeza entre mis manos.

Tiene que cumplir su palabra y estar bien.



El viernes llegué del trabajo un poco más tarde, pero Louis pasó por Chase a la escuela llevándolo con él y eso me dió tiempo de esconder los obsequios en mi closet para el próximo fin de semana, cuando será su cumpleaños.

Zari me está ayudando a hacer los decorativos sobre todas la películas que le gustan, pero está vez añadiremos detalles de Marvel, en especial de Iron man y Black Panther. En este último mes le ha estado enseñando a su padre más de superhéroes que lo que aprende en la escuela.

Su relación cada día se vuelve más unida, tanto que ya lo llama papá y hace un par de semanas hizo una videollamada con sus tías, quienes respetaron mi decisión y no le han dicho nada ni a su madre ni a Sarahí.

WITH YOU Where stories live. Discover now