25

1K 194 226
                                    

—¡Hey, hey, Yumie!

Me detuve al sentir que una mano se cerraba en mi brazo, evitando que continuara caminando por el pasillo.

—Ah, Sakuma —sonreí—. ¿Qué tal?

Me observó un momento con el ceño fruncido antes de decir:

—Yo estoy bien, pero parece que tú no, ¿ocurrió algo?

—No, no, ¿por qué lo preguntas? —sonreí nerviosamente.

—Te llamé más de tres veces antes de que escucharas —dijo.

—¿¡En serio!? ¡Lo siento mucho!

—Yumie, ese no es el punto —suspiró—. ¿Pasa algo malo?

—No es...

Dándome cuenta de la mirada inquisitiva que me dirigía, me di cuenta que un «No es nada» no funcionaría en absoluto.

—E-es solo por el trabajo del club —murmuré, desviando mi mirada—. Ha estado muy cargado últimamente, ¡pero no te preocupes! ¡Estoy a punto de terminar un cuadro increíble! Lo estoy pintando con óleo pastel.

Esperaba que Sakuma creyera lo que le estaba diciendo, pero para distraerlo aún más de lo que había preguntado, yo inquirí:

—¿Solo me llamabas para eso?

Hubo un corto silencio hasta que él soltó mi brazo.

—No —respondió—. En realidad, quería preguntarte si hoy trabajarías en el club.

—¡Sí! ¡Ahí tengo el cuadro del que te hablo, hoy pienso terminarlo!

Asintió, pasando sus dedos sobre su cabello distraídamente.

—¿Está bien si te acompaño?

Parpadeé un par de veces, confundida.

—¿Por qué querrías hacer eso? —pregunté con curiosidad.

—Bueno, tú has ido un par de veces a verme trabajar, así que estaba pensando en que también me gustaría ver cómo trabajas.

—A-ah, bue-eno, lo que yo hago no es nada asombroso.

—Tampoco lo que yo hago.

—¡No digas eso, tú tomas fotografías increíbles!

La comisura de sus labios se elevó un poco, como cada vez que tomaba una foto que realmente le gustaba.

Lo había notado cuando lo acompañé a las sesiones de fotos. Él era generalmente muy estoico y lo único que mostraba en su rostro era concentración cuando se encontraba viendo a través del lente de la cámara; sin embargo, cuando hacía una toma que le gustaba, las comisuras de sus labios se elevaban casi imperceptiblemente.

—Yo sé que lo que haces también es asombroso, así que quiero verte haciéndolo —dijo.

Apreté un poco mis labios, pensándolo seriamente.

—¿Estás seguro? —pregunté—. Es algo aburrido cuando solo observas, es por eso que a las personas no les gusta posar para ser pintados.

—Verte pintar sería de todo, menos aburrido.

Mis ojos apenas le dirigieron una mirada, mientras sentía que esas palabras resonaban más fuerte en mi cabeza de lo que deberían.

—B-bueno...

—¡Kiryuu!

Contuve el aliento en cuanto escuché la voz de Miyamura y vi cómo se acercaba a nosotros detrás de Sakuma.

Amar en secreto | Izumi Miyamura || Rei Sakuma |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora