Amar en secreto | Izumi Miyamura || Rei Sakuma |

3

Subí con rapidez las escaleras, de dos en dos, para poder llegar más rápido a la clase.

No quería ser regañada de nuevo por el maestro de inglés; ya que, si llegaba a pasar, probablemente tendría una cita con el director.

Al llegar al nivel en donde estaban las clases de tercero, no pude contener mi sorpresa al ver a varias personas en el pasillo, amontonadas como si algo pasara.

No tenía más remedio que atravesarlos, así que comencé a hacerlo enseguida. Sin embargo, mientras más me acercaba al punto en donde todos se estaban juntando, escuchaba más murmullos.

En cuanto vi a mis amigos frente a una chica con la cabeza gacha, me sentí bastante confundida.

No sabía ni siquiera quién estaba a mi lado, pero le pregunté en un murmurllo:

—¿Qué ocurre?

—Parece que Hori se metió en un problema con el consejo estudiantil.

—Dicen que perdió el presupuesto.

Volví a verlos, sin responder nada, con mi ceño fruncido.

El presupuesto era una de las cosas en las que Remi había pedido mi ayuda ayer.

Escuché poco de su conversación; sin embargo, sabía que algo no estaba bien con Remi. Evitaba la mirada de la chica que tenía enfrente y, además, se escondía detrás de Sengoku.

Muy pronto, supe que estaba escondiendo algo.

—¿Y bien, Hori? —preguntó Sakura, dando un paso hacia ella.

Respiré profundamente y di un paso al frente, acercándome a ellos.

—Esperen un momento —interrumpí, llamando su atención.

—¿Yumie? ¿Qué...?

—¿Podemos resolver el problema en otro lugar? Solo, alejémonos un poco de esquí. —volteé a ver al montón de personas que nos miraban—. Por favor, regresen a sus aulas, el problema no les incumbe.

A duras penas hice que nos moviéramos del lugar, caminando apenas unos metros hasta que comprobé que nadie podría escucharnos bien.

—Apenas he escuchado algo, pero corríjanme si no estoy en lo cierto —dije, una vez volví a ellos mi vista—. No encuentran los papeles del presupuesto y, ya que Remi le pidió ayuda a Hori, pero ella tampoco los tiene, esperan que se disculpe por no entregarlos.

Remi asintió varias veces.

—Lo siento, Yumie, pero no tiene caso que te metas en esto —dijo Sengoku—. Solo esperamos una disculpa de parte de Hori.

—Lo siento, presidente, pero temo que voy a interferir un poco —dirigí mi vista a Remi—. Remi, ¿revisaste si Hori te dio el papeleo del presupuesto?

Ella evitó mi mirada.

—Supongo que eso es un no.

—Ella dijo...

—Si no puede afirmarlo ahora, frente a Hori, no podemos tener en cuenta sus palabras —suspiré—. Si ninguna de las dos revisó si los papeles estaban, me temo que ambas tienen la culpa, así que...

Antes de que pudiera terminar mis palabras, alguien más entró en nuestro campo de visión, al lado de Hori, y colocó la mano en su hombro.

—No tienes que disculparte, Hori.

Iba a abrir mi boca para decirle que, por favor, se alejara porque no era algo de su incumbencia, además de que estaba apunto de decir que ella no debía pedirle al consejo estudiantil disculpas debido a que compartía la culpa con Remi, pero las palabras se quedaron atoradas en mi garganta al ver quién era esa persona.