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Sonreí al ver el lienzo que tenía enfrente.

Tomé de nuevo el pincel y, después de ponerle otro poco se agua, volví a pasarlo sobre el lienzo.

—¡Ah, no puede ser!

Salté en mi lugar al escuchar el grito de una de mis acompañantes.

—¿Qué sucede? —pregunté, dejando el pincel sobre la paleta.

Me alejé de mi lienzo y me incliné levemente para ver a quien había exclamado.

—Yumie-senpai —dijo Akari, con un puchero—, no puedo pintar con acuarelas. ¡No me salen las sombras!

—¿Por qué? —pregunté, limpiando mis manos en el delantal para acercarme a ella—. ¿Qué es lo que no puedes hacer?

—Mire esto —apuntó su lienzo.

Sonreí.

—Es la primera vez que utilizas acuarelas, ¿verdad? —ella asintió—. Bueno, de ahora en adelante cuando lo hagas, debes recordar que la intensidad del color depende del agua que utilices.

Tomé suavemente su pincel.

—En esta parte —hice un movimiento por encima del lugar—. Si deseas agregar una sombra, no tienes que pasar el pincel varias veces con la misma cantidad de agua, redúcela un poco y quedará mejor.

Le hice una demostración, colocando poca agua en el pincel y tomando el color de la acuarela para después moverla encima del lienzo.

Le expliqué otras cosas básicas sobre las acuarelas. En realidad, no era tan difícil utilizarlas, pero era diferente cuando querías explorarlas más a fondo.

A mí me encantaba pintar, por lo que había intentado perfeccionar varias técnicas, incluida la de acuarelas.

—Oh, Yumie-senpai, su cuadro está hermoso —comentó Momoe, cerca de mi cuadro.

Las chicas comenzaron a acercarse.

—¡Es cierto, es muy lindo! —exclamó Nanaka.

—¿Cómo pudo dibujar de esa forma a los niños? —preguntó Erina, viéndome con sus ojos bien abiertos—. ¡No dejan de moverse desde que llegamos!

Sonreí con un poco de vergüenza.

—Los dibujé con el lápiz cuando me pareció que se estaban divirtiendo.

—¡Es increíble! ¡Debería ser uno de los cuadros exhibidos en el festival cultural!

—Oh, hablando del festival —solté un pequeño suspiro—. Sé que fue idea de todas hacer una exhibición con cuadros de los estudiantes, pero apenas han llegado a solicitar.

—¡Pero falta mucho tiempo para el festival! —exclamó Nana.

—Pero senpai tiene razón, no podemos asegurar que lleguen más personas en lo que resta para el festival —mencionó Momo.

Akari soltó un profundo suspiro.

—Le dije a mis amigas que lo hicieran, pero dicen que no quieren estar por mucho tiempo posando. ¡No podía prometerles que sería un corto período de tiempo!

—Es cierto, yo quise hacer un cuadro de una amiga y su novio, pero se aburrieron de estar podando —murmuró Eri.

—¡Sería mucho más fácil tener una memoria como la de Yumie-senpai! —se quejó Nana—. ¡Pudo dibujar a un par de niños jugando sin que ellos posaran! ¡Todo se queda en su memoria como una fotografía!

—Una fotografía, ¿uh? —sonreí—. ¡Eso es! ¡¿Qué les parece si trabajamos con el club de fotografía?!

—¿El club de fotografía? —preguntó Momo.

—¡Sí! —exclamé, llena de emoción—. Ustedes tienen razón, los estudiantes se aburren de posar; así que, si trabajamos con el club de fotografía, podríamos pintar la foto que ellos tomen y nadie se aburrirá.

—¡Eso es una gran idea! —exclamó Akari.

—Es cierto —dijo Eri, con una sonrisa—. Así incluso nosotras podremos trabajar más cómodas.

—¡Sería muy fácil tomar la foto y seguramente a todos les gustará más el cuadro pintado! —dijo con emoción Nana.

—Pero el problema sigue siendo encontrar gente —murmuró Momo—. Además, no sabemos si el club de fotografía querrá apoyarnos.

El ánimo decayó un poco, porque nadie podía negar lo que había dicho Momo.

A pesar de ser de segundo año, parecía más madura y realista que yo.

—Déjenmelo todo a mí —dije, con una sonrisa—. No solo haré que lleguen más estudiantes, si no que convenceré al presidente del club de fotografía para que trabaje con nosotras.

—¡Ah, senpai es la mejor!

—¡Tenenos que celebrar que nuestra presidenta sea tan confiable!

—¡Vamos por ramen!

Solté una risa sin poder evitarlo.

Las únicas personas con las que me sentía realmente cómoda, además de Remi, Sakura y Sengoku, eran las chicas del club de arte.

Amar en secreto | Izumi Miyamura || Rei Sakuma |Where stories live. Discover now