fate en el tiempo

Capítulo 96: Destino en el tiempo, El arco final: Parte 15

Las estrellas cuentan sus historias.

El preludio de todo comienza con incluso la más pequeña de las chispas que se encienden en fragmentos de pasión, deseo o deber que lo impulsan a avanzar hacia sus objetivos.

Como brasas que se queman lentamente, tejen una historia dentro y fuera de los hilos hasta que, finalmente, las brasas se apagan en el crepúsculo; una forma de simbolismo que representa el concepto de todos los mitos, ficciones y realidad:

Que por cada comienzo, debe llegar un final.

Los vientos aúllan y dan su asentimiento, las sutilezas de la brisa que pasa empujando hacia atrás las nubes en el oscuro cielo nocturno contrarrestado por un resplandor radiante. Suave y sin pretensiones, llevaba el peso de los sueños y la resolución que todos los que lo miran mantienen sagrados y firmes en sus corazones.

Era un faro en la noche; un llamado para que todos los que sabían prestaran atención a esta luz intensa que brillaba desde los cielos seguramente pertenecía solo a uno.

Amigos, familiares, camaradas y compañeros de armas de las Islas Británicas fueron testigos del espectáculo, cada uno con sus propias dificultades y cargas, pero todos fueron atraídos por el esplendor de la luz.

Esta línea de tiempo era diferente.

La gente, los eventos, la situación e incluso el contexto ya no estaban sincronizados con la historia original de la humanidad.

Camelot caería.

Debe hacerlo si se quiere restaurar la secuencia original de la historia.

El fracaso significaba que se perdería un número incalculable de vidas en lo que se conocía como un efecto de poda. Las vidas y los logros de todos aquellos en la línea de tiempo original dejarían de existir, como si fueran arrancados por un par de tijeras de una manera similar a una matanza selectiva.

Esto normalmente nunca sucedería, pero las leyes de la realidad se habían desdibujado a raíz de un desastre desconocido que permitió el potencial de este resultado.

Independientemente de lo que estaba bien o mal, una cosa sigue siendo cierta.

Esta luz vista a través de Gran Bretaña era una luz que brilla en el fin del mundo, el significado de su brillo es casi aparente.

Se había llegado a un punto de divergencia.

El fin de un mundo sería el comienzo de otro.

En las lejanas colinas de Camlann, un arquero solitario, un hombre que intentaba corregir lo que estaba mal, respiró entrecortadamente con convicción.

'El paraíso no se puede encontrar simplemente, pero la mayoría de las veces, se tuvo que hacer. Su utopía está ante él; un único final feliz por lo que siempre ha luchado y por lo que seguirá luchando.

El hombre apretó los puños y reafirmó sus juramentos bajo las estrellas.

En otro lugar, una mujer velada levantó la vista desde lo más profundo de un jactancioso castillo blanco y un escalofrío le recorrió la espalda.

Ambiciones, malignidades, resentimientos, enemistades e incluso rastros de amargura y arrepentimientos enterrados. ¿Cuál era el punto de todo si se daba la vuelta y se detenía ahora? No. Solo queda un único camino...

Un destello de duda cruzó los ojos de la mujer, haciéndolos vacilar aunque sea levemente. Rechinó los dientes y maldijo a las estrellas, rehuyendo la luz radiante distante como su única sombra.

Desde muy lejos, a través de montañas, colinas, bosques y llanuras, el brillo de la luz penetró.

Independientemente de quiénes fueran o cuáles fueran sus motivos, esta luz los contemplaba a todos: