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-Él me mostró… cosas que aún no han pasado.

Nancy había salido de una especie de shock o visión que Vecna le mostró, se sentía inquieta y aterrorizada, se entendía después de ver a la cosa esa.

-Son cosas terribles, vi… una nube oscura que se extendía sobre Hawkins. El centro en llamas, soldados muertos… y una, una criatura gigante con la boca abierta. Y esa cosa no estaba sola. Había muchos monstruos. Un ejército completo, y ellos entraban a Hawkins, a nuestras calles, nuestras casas. Y luego… me mostró a mi mamá

Apreté ligeramente el algodón sobre la espalda de Billy, este ni se inmutó a lo que seguí limpiando la herida que me había dejado el murciélago.

-A Holly, a Mike… y estaban, todos estaban…

-Bueno, pero solo quería asustarte Nancy ¿si? Porque… eso no es real

-Aún – interrumpí – literalmente le acaba de mostrar el futuro, no quiero ser pesimista pero si esa cosa sale del otro lado, todos vamos a estar flotando hasta retorcernos

Me fui a tirar las gasas que había usado para curar al rubio, desinfecté mis manos y volví con ellos quedando sobre las piernas de Billy ante la falta de espacio.

-Eres muy positiva – miró a su novia.

-Lo sé – sonreí con ironía.

-Había algo más – llamó la atención de sus acompañantes – me mostró portales, cuatro portales a los largo de Hawkins, y esos portales… se parecían al del tráiler de Eddie – miró al nombrado – y no dejaba de crecer, y no era el Hawkins del Otro Lado – miró a sus amigos – Era nuestro Hawkins, nuestro hogar.

-Cuatro campanadas

Giramos en dirección de Max al escucharla, ella se encontraba con los brazos cruzados abrazando su cuerpo.

-El reloj de Vecna, siempre da cuatro campanadas. Cuatro exactamente.

-Yo también las oí.

-Nos contó su plan desde el principio

-Cuatro muertes, cuatro portales, el fin del mundo.

-Si eso es cierto, falta solamente una muerte

Debía cortar la lengua de mi hermano.

-Ay, no es cierto. Por Dios.

-Otra víctima a tu lista Munson – se burló del pelinegro recibiendo un peñisco de su novia - ¿Qué?

-No fue gracioso

Me puse de pie acomodando mi ropa, ya sentía calor y necesitaba un baño.

-Llamémoslos. Intenta otra vez.

Max iba peleando con el teléfono de la casa a lo que pasé mis manos por mis cabellos, el rubio se me acercó a lo que asentí.

-Lo que esté ocurriendo en Lenora está relacionado con esto.

-No iremos – informe ganando la atención de los otros.

-¿A qué te refieres? – miró a su amiga.

-Nos iremos, no me quedaré en este pueblucho – apoyó a su novia.

-¿De qué demonios hablas? ¿Quieres irte y huir como cobarde? – miró al novio de su amiga.

-Si, nos iremos. Y por irnos me refiero a que el par de mocosos también viene con nosotros – miré a la pelirroja y a mi hermano.

-¿Qué? No, ni lo sueñes

-Silencio Dustin, no dejaré que pases peligro. Ya está decidido, Max y Dustin nos acompañarán, hablaremos con mamá y Susan – miré al rubio.

-Nos iremos hoy, recomiendo que hagan lo mismo – anunció.

EN OTRA VIDA || Billy Hargrove Where stories live. Discover now