EN OTRA VIDA || Billy Hargrove

-25-

Cinco meses después

Había pasado algunos meses desde la graduación, en este tiempo la pase de trabajo en trabajo, no era buena conservando alguno ya que me aburría o la paga era de lo más nefasta.

Mi relación con Billy se basaba en peleas por sus celos, lo posesivo que era, es un problema pero él no quería ver a algún psicólogo o psiquiatra, el que ayude en esos temas.

Eso nos remonta a la nueva discusión que empezamos a tener.

-¡Que solo es un amigo del trabajo!

Grité soltando de golpe las bolsas de compras en la parte trasera de su auto, este al verme hablando con mi compañero de caja en el supermercado se volvió loco.

-¡Pues el imbécil te veía como otra cosa! ¡Agradece que llegué y le dejé en claro a quién le perteneces!

-¿¡Te estás escuchando!? – hice una seña con mis dedos en dirección a mis orejas – Otra vez con el maldito tema de la posesión, ¡No soy alguna cosa como para pertenecer a alguien!

Este golpeó la pared que tenía al lado, estábamos a la espalda del supermercado donde el rubio había dejado su cámaro.

Solté un par de lágrimas al verlo en ese estado, pasaba sus manos con frustración por sus cabellos mientras maldecía, ya eran unos meses desde que empezó a reaccionar así, no me golpeaba pero se desquitaba con las cosas de alrededor.

-No quiero que vuelvas a trabajar en ese lugar

Solo veía su espalda, este mantenía sus manos en su cintura mirando a no se donde.

-Debo seguir juntando dinero, debo seguir trabajando hasta irnos a la universidad

-Ya no estuviéramos en este pueblucho de mierda si tan solo hubieras aceptado que yo te pague los gastos

-Sabes que no me gusta, no iba a dejar que pagues cuando no me falta mis extremidades para trabajar

El rubio de giró mientras soltaba un suspiro de cansancio, se acercó llevando su mano a mi rostro acunándolo entre estas dejando un beso en mi frente.

-Busca otro trabajo, dile a... - se detuvo – Harrington

-No pienso vender helado con él – hice una mueca – Buscaré otro, quizá uno más cerca al taller

El rubio había conseguido trabajo en un taller automovilístico, era bueno en su trabajo a lo que le pagaban bien.

-No, buscaré otro. Ya me harté del dueño

Asentí pasando mis manos alrededor de su cintura, apoyé mi cabeza en su pecho sintiendo sus brazos rodearme, me quedé unos minutos disfrutando su aroma.

-Se acerca una fecha especial

Levanté mi rostro mirándolo con una sonrisa, este hizo como si pensara a lo que fruncí el ceño porque no respondía.

-¿Se te olvidó?

-No, sé que tu cumpleaños es importante

Me separé de golpe golpeando su pecho, este soltó un leve risa. Al parecer se le había ido el enojo, se volvió a acercar dejando sus manos en mi cintura.

-Aún falta como una semana

-Si, pero es casi nada, cumplimos un mes más de estar juntos

No era amante de las cursilerías pero nos habíamos concentrado en la fecha en la que interactuamos por primera vez, 28 de octubre.