EN OTRA VIDA || Billy Hargrove

-04-

El autobús me dejó unas cuadras lejos de casa, no tuve más opción que caminar cargando mi mochila y los libros que necesitaba para estudiar, al llegar no había nadie en casa, como casi siempre, lo que más me sorprendió es no ver a mi pequeño hermano buscando algo de comer.

Luego de darme un baño y ponerme ropa cómoda busqué la comida que dejó mamá, al sacarlo escuché la puerta viendo como el menor corría a su cuarto.

-Dustin, ven a comer

Grité poniendo la mesa, era tarde para el almuerzo, pero moría de hambre y sabía que el menor también.

-¡Ya almorcé! - gritó desde su habitación.

-¡No mientas!

Luego de un par de gritos bajó con una sonrisa, lo miré raro dejando su plato frente a su asiento.

Empezamos a comer en silencio hasta que lo pude notar angustiado.

-Habla

No pasó ni un segundo cuando empezó a hablar todo lo sucedido con Will, al parecer el pequeño había tenía algunas pesadillas y ataques que lo dejaban perdido.

-Pobre Will, eso debe ser una mierda

-Si, por eso llegué tarde - hizo una pausa- estuvimos ayudando hasta que llegó su mamá

-Si vuelve a pasar no dudes en avisarme, no puedo dejarte expuesto a eso

El menor solo me sonrió.

Luego de comer, lavar los trastes cada uno fue a su habitación, estuve estudiando por unos minutos hasta que escuché el timbre de la casa.

-Voy

Salí corriendo a la puerta, vi como Dustin sacó su cabeza por su puerta para ver quien era, al abrir lo único que encontré fue a Steve con una expresión nada linda.

-Si que te ves mal

-Ay cállate

Este entró sin ánimos, Dustin lo saludó y se volvió a meter a su habitación a lo que supuse que se fue a estudiar, fui al mío seguida por Steve, este al ver mi cama se lanzó sobre ella mientras que me iba a mi escritorio a cerrar los libros.

-¿Qué fue lo que pasó?

-¿Tienes helado?

Salí en rumbo a la cocina, busqué el helado que pidió a lo que serví un poco en una copa, saqué tres cucharas y caminé por el pasillo.

-Dustin

Al ver que salió le entregué la copa de helado y su cuchara, este me sonrió y entró a su habitación, fui a la mía viendo a Steve concentrado en el techo.

-Dime si ves una araña

Acerqué el helado hasta él, lo tomó y empezó a comer, me senté a un lado comiendo de este sin quitar la mirada del castaño.

-Ella terminó conmigo - soltó un suspiro.

-Lo sé

Se pasó un par de horas hablando de cosas sin sentido, recordando sus momentos juntos a lo que no sentí nada, ya no dolía, como si mi mente hubiera eliminado lo que sentía por él.

-No dejes que te deprima - lo miré desde la puerta - La esencia del rey Steve es importante para la escuela.

-Lo sé, pero este rey ya no tiene su reina

Con el mínimo esfuerzo agarré mi pantufla y se lo aventé, este lo atrapó y lo lanzó levemente.

-¿Mañana vienes por mí?