Naruto: World of Warcraft

46 capitulo 46

Naruto: World of Warcraft  de CORNBRINGER
___________________________________________

Después de estudiar mucho las debilidades de cada uno de mis alumnos, creé un plan de entrenamiento para cada uno de ellos, para Nawaki extensos cursos de control de chakra y Taijutsu, para Fugaku resistencia y velocidad y para Dai el entrenamiento más duro, dieciocho horas diarias, en las que lo hice vomitar y sangrar con puro entrenamiento físico.

Dai... él no iba a convertirse en el ninja más fuerte, a lo sumo se convertiría en un Jonin ordinario si mi entrenamiento funcionaba. Era débil en todos los aspectos, resistencia, niveles de chakra y capacidad para aprender o comprender cosas, lo único que tenía era determinación, mucha.

Pero solo con determinación, no llegaría a ninguna parte, así que lo empujaría hasta los límites de su cuerpo, para sacar lo mejor de él, que no era mucho.

"Dai, sé que te he llevado al borde de la muerte varias veces este mes", suspiré, sentándome a su lado. "Pero... esta es la única forma de asegurarme de que no mueras en el campo de batalla, espero que lo entiendas".

Dai me miró y con una amplia sonrisa dijo: "Está bien, entiendo. No destaqué en nada, me gradué tarde... Soy lo peor de lo peor, pero aun así... ¡No te has dado por vencido conmigo, así que no importa lo que me hagas pasar, haré todo lo posible para que estés orgulloso de mí!” Yo era tres años mayor que él, esto fue muy conmovedor e incómodo al mismo tiempo.

"Dai, ¿qué sabes acerca de las ocho puertas internas?" Le pregunté, tal vez esa técnica era la única forma de hacerlo ir más allá de los límites de su cuerpo, y si bien era cierto que las ocho puertas dañarían al usuario en cada uso, las pociones harían viable esa técnica, al menos hasta las siete. puerta.

"¿Las ocho puertas internas?" Dai murmuró de vuelta.

"Las Ocho Puertas existen para limitar el flujo de chakra dentro del cuerpo de un individuo. Se dice que cada ser humano no puede usar más del 20% del potencial total de su cuerpo tanto en chakra como en poder físico, es la forma en que el cerebro protege de dañar nuestro cuerpo a través del sobreesfuerzo y demás". Le expliqué, mientras me miraba con asombro: "Con entrenamiento, podemos aprender a eliminar estos limitadores, también conocido como abrir las puertas. Con cada puerta abierta, tenemos acceso a más y más poder y flujo de chakra, por lo tanto incrementando nuestro poder general en combate".

"Suena como una técnica poderosa", silbó Dai.

"Lo es, y tiene un montón de contras, usar una o dos puertas casi no tiene consecuencias en el cuerpo, pero cualquier cosa sobre la cuarta puerta trae mucho estrés a nuestro cuerpo", asentí, "la octava... esa trae la muerte al usuario, pero... siete y menos no", sonreí.

Dai jadeó al darse cuenta, "¿Quieres que aprenda esa técnica?"

"Sí", asentí con la cabeza, "De hecho, lo aprenderé contigo". A diferencia de él, podía usar la puerta ocho tanto como quisiera, gracias a mi piedra del alma.

"¡Aprenderé un Jutsu junto a ti!" Dai sonrió mientras yo asentía, "Cuéntame conmigo sensei, ¡no te decepcionaré!" tal entusiasmo, su actitud nunca deja de hacerme sonreír.

"Sí, pero... sé que esta técnica te hará dependiente de algunas de mis herramientas de apoyo", pociones, elixires y demás para asegurar que no muera por abusar de las puertas en combate.

"Lo entiendo", asintió Duy.

"Además... esta técnica es un complemento de tu propio poder... cuanto más fuerte sea tu base, más fuerte será el resultado de las puertas, así que... ¡esfuérzate más y más cada día!" Solo entonces, esta técnica lo convertiría en un ninja temible.

"¡Sí!" Dai sonrió con determinación.

"Entonces reunámonos mañana en el campo de entrenamiento tres, necesito recoger el pergamino de la oficina del Hokage", sonreí, saliendo de la zona.

-------------------------------------------------- ----------------------------

En la oficina de Hiruzen, me encontré cara a cara con Danzo, quien me saludó con una sonrisa oscura, "Raiden... ¿cómo va tu equipo?"

Suspiré, "Bien, creo que podré unirme al campo de batalla en un mes con ellos", si Dai aprendiera a abrir al menos una de las ocho puertas, ese impulso lo ayudaría mucho.

"Bien, Konoha te necesita en el frente, no aquí... Pero sabes que Hiruzen... rara vez piensa bien las cosas", dijo Danzo.

"Ambos podemos estar de acuerdo en eso", siseé por lo bajo, recordando cómo había jodido la oportunidad de hacer manualidades que le traje hace años con su negligencia enfermiza.

"¿En qué puedo ayudarte?" inquirió Danzo.

"Necesito el pergamino de las ocho puertas internas", respondí.

"Planeas enseñarle a ese niño... esa habilidad, ¿verdad?" Danzo comentó: "Supongo que eso ayudaría a su... desafortunada situación".

"Ese es el plan," asentí.

"Muy bien, no veo por qué no", asintió Danzo, entregándome el pergamino… sabía que iba a por el pergamino, ese bastardo me había estado vigilando.

"Gracias… y por cierto," me giré para mirarlo, "Si encuentro a alguno de tus títeres espiándome, lo dejaré lisiado… así que… mantenlo alejado de mí". Ante esto, Danzo se rió.

"No soy un estúpido", sonrió Danzo, "no me atrevería a espiarte... el futuro Hokage de la hoja, no... eso sería malo para nuestra relación comercial, los que estoy espiando son tus estudiantes … después de todo, tengo que mantenerlos a salvo…” en otras palabras, los estaba vigilando por si acaso les enseñaba algo de mi lista de técnicas secretas para que pudiera usarlas.

"Haz lo que quieras con Fugaku y Dai", porque no iba a enseñarles nada de mis habilidades, "pero deja fuera a Nawaki, no sea que quieras perder tu preciosa raíz antes de que comience... Danzo". Lo miré, el mero pensamiento de que él usara a Nawaki me enfurecía, y si lo hacía, lo mataría.

"Y ahí está... la oscuridad de un verdadero shinobi, la intención despiadada dentro de tus ojos de matarme si voy en contra de tus palabras", aplaudió Danzo, "Eres todo lo que Hiruzen debería ser... bien, haré lo que ordenes, Yondaime Hokage". La mierda estaba pasando.