Naruto: World of Warcraft

38 Capítulo 38

Naruto: World of Warcraft  de CORNBRINGER
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De vuelta en el pueblo, fui al campo de entrenamiento para entrenar. Donde encontré a un hombre de cabello blanco entrenando con su equipo, el hombre al verme, sonrió y se presentó, Hatake Sakumo, de un simple vistazo pude ver que era más fuerte que el futuro Sannin, por mucho, su chakra, el forma en que se comportó y todo lo demás gritaba poder, y con bastante facilidad me entusiasmé con la idea de pelear.

Sakumo, al ver esto, dejó de hacer lo que estaba haciendo y dijo: "Eres conocido en todas las naciones, esta es una oportunidad que no puedo dejar pasar... así que, si no te importa, ¿te gustaría tener una pelea conmigo?" un mástil, eso era exactamente lo que estaba buscando.

Emocionado ante la perspectiva de tener una pelea amistosa con alguien cercano a mi nivel, acepté con entusiasmo.

Limpiando el campo de entrenamiento de cualquier otro shinobi, para no lastimarlos sin querer, nos pusimos en posición, con Tsunade y su equipo en los bordes del campo de entrenamiento junto al equipo de Sakumo, quienes estaban emocionados por lo que estaba a punto de suceder, el Colmillo Blanco de Konoha, contra la Calamidad Andante de La Hoja.

Tsunade, asumiendo el papel de presentador, gritó: "¡Empieza!". Tsunade apenas había terminado su oración cuando al instante cargué contra mi enemigo que parpadeaba frente a él. Este último ya había estado en una posición defensiva, lo que le permitió un poco de tiempo para parar mi ataque.

Dando unos pasos hacia atrás, Sakumo también bloqueó mis siguientes dos golpes, antes de intentar contraatacar con una técnica de bola de fuego, que falló cuando silencié su lanzamiento con una de mis interrupciones, mientras lo empujaba con una patada.

Preparándose en otra postura defensiva estable, Sakumo exhaló. Mientras continuaba con mi asalto, entregué una patada horizontal que el ninja mayor paró con el codo. El bloqueo me hizo perder el equilibrio, y Sakumo tenía la intención de aprovechar eso.

Sakumo avanzó tratando de aprovechar mi equilibrio roto, pero se sorprendió por la velocidad con la que recuperé el equilibrio. No era la primera vez que alguien me había roto el equilibrio, así que una vez hecho esto, volví a estar sobre él instantáneamente con un parpadeo lanzando una andanada de poderosos puños, cada conjunto incluso más fuerte que el anterior.

Usando mis habilidades de monje para hacerlo retroceder. El Hatake se estaba abrumando rápidamente por mi estilo único de Taijutsu y había comenzado una lenta retirada hacia atrás bajo la embestida de mis golpes entrantes.

"Sabes que no me había divertido tanto en mucho tiempo", le dije con una sonrisa.

Sakumo no respondió, en cambio, optó por traer su sable de chakra a la batalla, cortando el suelo en un intento de cortarme, "Lástima que vas a perder", declaró.

"Palabras audaces, para alguien que se encuentra a corta distancia", respondí, golpeando su estómago con mi puño potenciado por chakra.

Escupiendo sangre, Sakumo comenzó a perder impulso y ahora apenas podía atacar. No tuvo tiempo de encontrar una apertura, así que le daría una para terminar con esto de una vez por todas, así que me abrí de par en par después de un ataque, esperé a que Sakumo mordiera el anzuelo, quien lamentablemente lo hizo.

Y cuando tomó la apertura que le había dado, giré y le planté otro puñetazo en el estómago haciendo que Sakumo se doblara, jadeando de dolor. Sus ojos se encontraron con los míos por un segundo, justo antes de que le diera otro golpe en la nuca, dejándolo inconsciente.

"¡El ganador es! ¡Raiden!" Tsunade felizmente anunció mientras procedía a curar al Hatake, la batalla había sido divertida, pero corta… Tal vez era más fuerte de lo que pensaba.

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La noticia de mi batalla con Sakumo se extendió por la aldea como un chisme en un pequeño pueblo, y pronto la gente hablaba de mí, algunos decían que humillé a Sakumo, otros que nuestra batalla era legendaria y resonaría a través de los siglos, ¿yo personalmente? No pensé que fuera una gran batalla, seguro que duró más que muchos, pero mi intención no era matarlo, si hubiera ido a matar, habría muerto durante el primer minuto de nuestra pelea, supongo que yo estaba siendo demasiado duro con él, era un especialista en asesinatos, no un líder como yo.

"Raiden," Esa voz, Danzo.

"¿A qué debo el placer?" suspiré, no estaba realmente de humor para Danzo y sus planes.

"He hablado con Hiruzen sobre nuestro pequeño plan" ¿Nuestro pequeño plan? Eso sonaba como si tuviera una parte en eso, lo cual no es cierto.

"Déjame adivinar, ¿vas a decirme qué pasó?" Le seguí la corriente.

"Él aceptó," Ante esto, casi me atraganto.

"¡¿QUÉ?!" Casi grité, ¿cómo pudo Hiruzen elegirme para ser el próximo Hokage? Yo... ¿fui una mala elección? yo…

"Él no quiere que lo sepas, en caso de que aparezca un mejor candidato, pero hasta ahora... serás el próximo Hokage de la Hoja Oculta", declaró Danzo, "Mientras tanto, me aseguraré de que tu fama crezca y se expande en las cinco naciones, por eso cuando llegue el momento de tomar el sombrero, Hiruzen no tendrá más opción que retirarse".

"¿Qué pasa si no quiero ser el Hokage?" Yo pregunté.

"Te preocupas por la aldea, más que la mayoría... ¿dejarías que Hiruzen la destruyera?" preguntó Danzo.

"No", respondí.

"Entonces no tengo nada de qué preocuparme, Yondaime Hokage", diciendo eso, Danzo desapareció de la vista, dejándome con una sensación de... pesadez instalándose.

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[Punto de vista de Sakumo Hatake]

Derrotado en menos de tres minutos, bueno, no es vergonzoso para mí, demasiado para el colmillo blanco de Konoha, aunque no puedo culparme, el niño bailaba a mi alrededor como un zorro a punto de matar a un ratón y sus Jutsus... Estaban en un nivel propio, el que usó para cancelar por la fuerza mi Jutsu fue... una habilidad única que, si se usa correctamente, podría terminar una batalla con bastante facilidad.

"Bueno, ¡supongo que esto significa que tengo que entrenar!" Declaré con una risita, había pasado un tiempo desde que perdí... tal vez era hora de mejorar mi entrenamiento un poco.