Naruto: World of Warcraft

18 capitulo 18

Naruto: World of Warcraft  de CORNBRINGER
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Después de que maté a la enorme almeja, el ritmo de la batalla cambió, el Mizukage era más rápido y su clon también, a este ritmo iba a perder en unos minutos, usando el enlace mental que Yumi y yo teníamos, ordené a mi escuadrón que correr de regreso a la base, mi prioridad ya no era matar al Mizukage, porque dudaba que tuviera el poder necesario para hacerlo, sino salvar a mis compañeros, como era de esperar Yumi trató de refutar, pero rápidamente le expliqué que tenía un plan, y aceptó a regañadientes, y se fue con el equipo.

Si tenía que ser honesto, nunca tuve la intención de ganar... Tenía esperanzas para este encuentro, pero no certeza, por lo que había activado mi Piedra del alma, en caso de que la marea de esta batalla resultara como esperaba.

"¡Tienes idea de cuánto tiempo me llevará crecer otra almeja!" Gengetsu gritó con ira, "¡Seis meses! ¡Seis!"

Eso no sonó tan mal como él lo hace sonar, pero quién soy yo para juzgar, "¡Perno del caos!" Con delicadeza, el Mizukage esquivó mi ataque y me lanzó contra el suelo con una poderosa patada en el pecho.

Al ver mi barra de chakra, supe que me estaba quedando sin cartas, no es que importara, todo lo que esperaba era que mi equipo estuviera fuera de su alcance, aunque él había dicho que los dejaría vivir, viví según el principio de Tobirama de nunca confiar en otro shinobi a menos que ese shinobi seas tu camarada, y él no lo era.

"Tengo que admitir, chico, eres fuerte... aterradoramente fuerte, pero te faltan unos años para matarme", alardeó el Mizukage, que pasaba con la gente alardeando antes de ganar una batalla, era casi como un requisito que tenían que cumplir.

"Lanzamiento de fuego: ¡Gran técnica de bola de fuego!" Cortándolo en seco de su monólogo, lo disparé con una gran bola de fuego, una que esquivó saltando sobre el ataque.

"¡Aluvión explosivo de tiranía de peligro humeante!" Haciendo algunas señas rápidas con las manos, creó cinco clones más, que me acorralaron. "¡Muere!" Poco después de decir eso, los cinco clones explotaron, envolviéndome en una prisión de agonía que desgarraba mi piel y destruía mi cuerpo poco a poco.

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[Punto de vista de Gengetsu Hozuki]

El mocoso era más fuerte de lo que esperaba, tenía seis años y había logrado matar a mi preciosa almeja y me empujó a luchar contra él en serio, yo, un Kage, luchando contra un shinobi de seis años en serio, eso solo era un testimonio de su fuerza. Me estremezco al pensar en lo que habría sido si lo hubiera dejado con vida.

"Bueno, peleaste bien mocoso... pero yo fui mejor", le dije a nadie en particular, mirando el charco humeante de sangre que solía ser él, sus entrañas esparcidas por toda el área, pintando la imagen misma de la muerte.

Con eso dicho y hecho, me perdí de vista, no tenía sentido quedarme aquí por más tiempo, en mi rabia había destruido el cerebro y el cuerpo del niño, convirtiendo cualquier información que tenía en una causa perdida.

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Cuando lancé la piedra del alma, no estaba seguro de cómo funcionaba el hechizo, quiero decir... Nunca había muerto antes, bueno, lo hice... antes de venir a este mundo, pero eso está más allá del punto, el punto es que no lo hice. Sabía cómo funcionaba mi hechizo, cómo reaccionaría después de mi muerte, y ahora lo sabía.

Después de que morí, no había nada… por un momento muy breve, es decir, después de eso, estaba flotando sobre mis… restos, fue una sensación extraña, con una sensación de continuidad que no esperaba, un momento estaba vivo y al siguiente estaba viendo mi propio cadáver o lo que quedaba de él, todo en el lapso de un parpadeo. Era una sensación algo desorientadora.

Entonces todo lo que tenía que hacer era esperar a que el Mizukage se fuera, lo cual no tomó mucho tiempo. Lo demás vino naturalmente, como vendría la respiración, supe forzar las leyes de la naturaleza para que me devolvieran a la vida en mi estado desencarnado, y así lo hice.

"Eso fue... raro," murmuré por lo bajo, abriendo los ojos, una vez más con la misma sensación de continuidad, un parpadeo y estaba despierto, cansado y tal vez un poco aturdido pero despierto. "Hora de volver"

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Explicarle a la gente que podía resucitar a otros fue difícil, explicarles que puedo resucitarme a mí mismo fue aún más difícil, no como lo planeé, pero Yumi había sentido cuando mi chakra desapareció, había sentido mi muerte repentina y violenta, y bueno, yo tenía para explicar, no entré mucho en detalles, pero le expliqué a mi escuadrón los conceptos básicos de lo que había hecho, y se encogió de hombros como uno de los muchos momentos extraños que hago.

"Raiden", saludó Kagami, quien también había sido enviado al puesto de Kiri, "tengo buenas noticias para ti".

Curioso, lo miré y le pregunté: "¿Lo haces?"

"Los hermanos Oro y Plata intentaron atacar al tercer Hokage en su misión en Kumo, y él los mató", me detuve en seco ante esto... Sarutobi había matado a esos dos.

"Según el informe que me enviaron, el segundo Hokage había logrado matar a todo su escuadrón antes de morir, lo que dejó a Hiruzen solo para destruir a esos dos, lo que hizo que la prueba fuera aún más fácil", agregó Kagami y maldije en voz baja, esto no era lo que me había prometido Hiruzen, me dijo que estaría con él cuando murieran… ¡ÉL LO PROMETIÓ!

Con ira, encendí mi chakra, rompiendo el suelo en el que estaba de pie, hasta que Kagami puso una mano en mi hombro y dijo: "Estás asustando a tu escuadrón". Parpadeé al darme cuenta, deteniendo lo que estaba haciendo.

"Me disculpo", estaba enojado, no por lo que Hiruzen logró, sino porque lo hizo sin mí allí. Quería ver a esos dos respirar por última vez bajo mi presencia, quería ver sus vidas desvanecerse lentamente de sus ojos... Quería matarlos yo mismo.