🌆; 𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘵𝘸𝘦𝘭𝘷𝘦.

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12: Mi persona indicada.

Jeon.

Ver a Eun Ji de esta manera. Destrozada en frente mío. Pero único que podía hacer era mantenerme hablándole, calmandola.

Pero yo quería hacer y ser más; ser alguien que ella viera y se sintiera en calma, serena.

Su respiración, antes entrecortada, ahora estaba más calmada.

—¿Te traigo un vaso de agua? —sus ojos se abrieron, estaban llorosos y una que otra lágrima se escapó de sus ojos.

—No… —suspiró mientras apretaba mis manos— no te vayas.

Asentí. En serio ella quería quedarse conmigo. Me sentía confuso, me dolía por lo que estaba pasando pero a la vez estaba eufórico.

—Ya me siento mejor —me atrajo a sus brazos y acunó su cara en mi cuello.

—Mhm —sonreí exhalando con alivio.

—¿Qué horas son? —se separó de mí y sentí frío.

—Van a ser las 18:40 —miré mi reloj de muñeca y luego a ella.

Abrió los ojos de par en par. Me empujó hacia un lado.

—¡Maldición! —gritaba— ¡La fiesta de Nam! Es a las 21 horas.

—Bueno, bueno, no te apresures —la calmé.

—¡¿Qué no me q… —sus piernas le flquearon y cayó sentada en el sofá— Ohh Dios, me duele la cabeza.

—¿Ves? No puedes apresurarte, si llegas tarde tu amigo va a entenderte —asintió—. No tienes que preocuparte por el vestido, yo te compré algo digno de my lady —sonrió.

—No tienes que tomarte esas molestias conmigo, Jeon, yo puedo comprarme mi propia ropa ¿sabes? —negué.

¿Cómo podría no tomarme molestias? Ella era… no encuentro palabras para describirla; ¿especial? Quizás.

—No tengo ningún problema en consentirte —ella sonrió. Abrazó mi cuello y me susurró en el oído.

—¿Ahora debería llamarte daddy?

Maldición. Ella se sentó a horcajadas sobre mí. Tomó mi mentón con una mano y me besó.

Ese beso era desesperado, casi de inmediato nuestras lenguas comenzaron a jugar. Me despegué de ella con un fino hilo de saliva uniendo nuestros labios rojizos.

—No digas eso de nuevo —reproché.

—¿Qué cosa: daddy? —para nada sonaba confundida, sino seductora. Me estaba provocando.

—No voy a reaccionar si… —a estas alturas necesitaría una buena ducha fría para bajar la calentura y, si la cosa no funcionaba, acabaría masturbándome.

Mordió mi cuello.

—Хуй мнея (follame) —habló casi inaudible con esa voz que le causaba estragos a mi lado razonable.

A las apuestas; j.jk ✔ ⩩terminadaWhere stories live. Discover now