🌆; 𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘦𝘪𝘨𝘩𝘵𝘦𝘦𝘯

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18: Verde vómito y rojo menstruación. ¡Qué vergüenza!

Eun Ji.

La señora Jeon me ayudaba a pegar la foto que tomamos en la mansión en mi álbum de recuerdos.

Ya estábamos todos en el avión que nos llevaría a las Bahamas. Jungkook, Seokjin, Yoongi, Borah, la señora Jeon y yo.

—Es un lindo detalle tomar fotos en momentos como ese, a veces una se olvida de las cosas y quisiera recordarlas, es muy práctico tener un álbum —comentaba ella.

—En efecto, pero no lo hago por ese motivo, en gran parte sí —sonrío para ella— pero también es porque quiero que mis hijos tengan un pedacito de mí, ya que por desgracia no me quedaré mucho tiempo en sus vidas —me miró con atisbo de tristeza.

—¿Disculpa? —preguntó tapándose la boca como un gesto de sorpresa— No te estoy entendiendo.

Dirigí mi mirada a Jungkook, que estaba sentado delante de mí y a su lado Seokjin. Este me devolvió la mirada. Una mirada que claramente decía: no es necesario que lo cuentes.

—Verá… —respiré hondo decidida a decirle— estoy enferma.

Los ojos de la señora Jeon se abrieron como platos y enseguida ojeo a su hijo rápidamente.

—No, no es… contagiosa —dije por las dudas.

—¡Oh! No… no quise…

—Lo sé, simplemente se preocupa por su hijo —me desabroché el cinturón de seguridad— si me disculpan, necesito usar el baño —sonreí, aunque más bien aquello pasaba por una mueca.

Me levanté rápido.

En el baño no paraba de lavar mis manos. Y me preguntaba.

¿Qué estoy haciendo? ¿Esta soy realmente yo?

Hasta hace poco más de un mes yo vivía una vida “casi normal”. Trabajando en una editorial y cobrando bien, tenía casi un matrimonio con un maltratador alcohólico, no hablo con mis padres hace tiempo por razones que no quiero recordar… y de repente me da por visitar un casino con mi ex novio y cuando él ya no tenía nada más que apostar me lanza a mí a los brazos de un desconocido, termino teniendo citas con él y teniendo sexo, ¡hasta viviendo en la casa al lado de su mansión! ¡CON ÉL! Incluso hasta… creo que me estoy enamorando de él.

Joder estoy… jodida. Y hasta rimas me salen. ¡Qué oportuno!

—¿Cielo? —oigo a Jeon tocar la puerta— ¿Estás bien?

—No sé, mírame la cara y dime tú —digo al abrirle y ver su cara de preocupación.

Inesperadamente me acuna las mejillas con sus manos y se acerca a mi boca. Me besó y cerró la puerta.

—¿Te has enojado con ella? —pregunta con el ceño fruncido.

—No tengo motivos para eso, Jeon. Ella solo se preocupa porque una enferma no le contagie nada a su hijo. ¿Qué hay de malo en eso? —me encogí de hombros, cerré la tapa del vater y me senté en él, tapandome el rostro con las manos.

—No me gusta eso que haces —dice señalandome. Alcé la mirada, confundida.

—¿De qué hablas?

—Sí, eso que haces cuando estás afligida. Piensas que todo es por tu culpa y por lo tanto atribuyes a ti todos los problemas. Eso que dijiste ahora de “Ella solo se preocupa de que una enferma no le contagie nada a su hijo” —afirmo recalcando la palabra “enferma”.

Ninguno de sus argumentos ahora me importaban. Solo me concentraba en no vomitar, tenía un nudo en la garganta y me sentía toda la comida estancada. Y para rematar mi situación, me había llegado el periodo esa misma mañana y tenía unos dolores de vientre horribles.

Entre que los aviones me ponían como si estuviera de cabeza con los mareos y estos dolores, me estaba muriendo.

—Necesito unas compresas —dije levantándome más rápido que el Correcaminos y levantando la tapa del vater para vomitar y echar ahí todo mi malestar.

—¿Unas compresas? —no podía ver a Jungkook, pero se oía nervioso— Joder, ¿no trajiste algo tan imprescindible?

—Lo… —una arcada y… ¡puah! vómito al vater. Jeon me tomó el pelo y lo hizo una coleta con sus manos para que no me molestara— olvidé… —otra arcada y… ¡más vómito! Cómo no parara enseguida, terminaría desnutrida, deshidratada y todo lo que comenzara por “des”— como la mitad… de las cosas.

—Joder Eun Ji —alcé la cabeza un momento y lo ví sudando frío y acomodándose el cabello.

—Lo siento —jalé de la cadena y todo mi desayuno se fue por las tuberías, me lavé la boca y el rostro en el lavabo y me sequé con unas toallitas húmedas que habían en la repisa— soy demasiado… iba a decir olvidadiza pero es que no es natural que sea así, es que estoy-

—Dices la palabra enferma y no te traigo compresas y te vas a desangrar aquí —se arremangó la camisa— puedo ser muy malévolo si me lo propongo ¿Eh? —reí— Que sé que no lo haces por querer, cielo. En seguida voy a preguntarle a Borah si trae algunas.

Me pongo las manos en la cintura.

—Que está embarazada, Jeon y las embarazadas no mestruan —alcé una ceja— Además solo es una pequeña mancha, puedo aguantar hasta el aterrizaje.

Un momento… ¿Qué hacía yo hablándole a Jungkook de mi mestruación? Joder que vergüenza si lo piensas bien. Diooos, ¡que no me mire! ¡que no me mire!

Jeon pasó su brazo por encima de mis hombros y yo abracé su pecho.

—¿Eso quiere decir que no follaremos? —salimos abrazados del baño. Negué.

—No vamos a follar —reí con las mejillas sonrojadas. Él estaba detrás de mí, sabía que intentaba ocultar mi trasero para que no se notará la mancha. Es que no le había dicho que era en las bragas, no en la ropa.

—Vamos, que no me molesta que…

—He dicho que no, y es no —me despegué de él cuando llegamos a nuestros asientos. Volví a estar al lado de la señora Jeon. Ella me miraba con la misma expresión de preocupación que su hijo hace un rato.

—No pasa nada, es que estaba un poco mareada, por esto de las turbulencias —me excusé— Con respecto a nuestra conversación de hace un rato…

—No importa —me interrumpió ella— no me tienes que contar si no quieres —asentí sonriéndole. Me gustaba que supieran comprender el momento.

—Entonces podemos seguir viendo mi álbum —asintió sonriendo.

A las apuestas; j.jk ✔Where stories live. Discover now