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15: Vacaciones familiares.

Eun Ji.

—¿Sabes una cosa? —pregunta Jeon detrás de mí, abrazándome la cintura— Nos vamos a las Bahamas.

Me giré tan rápido como pude, dándole la cara.

—¡¿A dónde?! —exclamé.

—A las Bahamas —dijo entre pequeñas risas— Con mi madre, con mis amigos, con todo el mundo. ¡Nos vamos de vacaciones! —gritó y salió corriendo. Sabía que iba a ir detrás de él.

Subió las escaleras apresuradamente y lo seguí.

—¿Estás loco, Jeon? No creo que sea buen momento. ¡No conozco a tu madre!

—Entonces es buen momento para que lo hagas. Es el mejor momento —se encerró en la habitación mientras reía.

—¿A caso quieres morir Jeon Jung Kook? —golpeé fuerte la puerta con el puño para que me abriera— No, mejor ¿Quieres que yo te mate? ¡Abre la puerta que esto es serio!

Las risas dejaron de ser audibles. Y el chirrido de la puerta se hacía cada vez más irritante a medida que la puerta se abría.

—No digas eso, cielo. Estoy siendo romántico por una vez —negué pasando una mano por mi cabeza.

No iba a hablar de las muchas veces que Jeon había sido incluso más que romántico sin notarlo. Porque son los detalles, los pequeños detalles que me han hecho quererlo cada vez más.

—No me cambies el tema, vamos a hablar a abajo que la comida se está cociendo —indico.

…

—¿Entonces…? —murmura él, se encontraba sentado en posición fetal, abrazandose las piernas pegadas a su pecho.

—¿Entonces qué? Explícame tú, esa ocurrencia de viajar con TODA tu familia —pongo las manos en mi cintura y le doy la espalda para verificar la correcta cocción del pescado.

—Ay Eun Ji, no me maltrates de ese modo —lo ví de reojo con una ceja alzada, invirtió su postura y su cabeza colgó del mueble mientras sus piernas se encontraban alzadas apuntando al techo.

—No te maltrato de ningún modo, cariño. Explícame solamente —moderé mi tono de voz.

—Está bien. Decidí planificar un viaje familiar ya que de todos modos yo tengo que viajar por negocios a Las Bahamas, supuse que esto aligeraría el ambiente tenso entre Yoongi y Borah, ya que ayer se reunieron y no ví del todo bien a mi amigo, supongo que lo mismo pasa con Boraaa…- ¡Ah! —gritó acompañado de un ruido sordo.

Cuando me dí vuelta estaba sobándose la rodilla en el piso, se había caído.

—A veces puedes actuar como un niño —le tendí la mano para ayudarlo a levantarse.

—¿Qué me dices? ¿Mi idea no es buena? —asentí.

—Sí que lo es, lo que pasa es que me puse nerviosa al pensar que debía conocer a tu madre en esa situación —me rasqué la nuca.