🌆; Chapter twenty six

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26: Hasta que el destino nos una.

Jeon.

—¡Espera! —grité desesperado porque parara de correr y al fin se detuvo al frente de la estación.

—¿Qué quieres? —espetó la chica casi escupiendo rabia.

—Que me escuches por favor, my lady.

Eun Ji estaba abatida. Frente a mí podía ver cómo lloraba, tenía aún el maquillaje corrido de la boda. Líneas y líneas negras de sus ojos hasta su barbilla. Había estado llorando mucho.

—¡No necesito escucharte! —gritó— ¡Y no me llames así! —comenzó a caminar, esta vez con la intención de tomar un taxi.

—¡ESPERA JODER! —griré tomándola bruscamente del brazo.

—¡Sueltame hijo de perra! —gritó— No quiero escuchar tus excusas baratas.

—Vas a escucharme quieras o no —ella se quedó quieta en su lugar, pasmada porque le había robado un beso y… no me correspondió.

—Nunca debí confiar en ti, hiciste bien en dejarme plantada —como pudo se safó de mi agarre y se limpió las lagrimas— ya no habrá una segunda boda.

Quedé en shock.

Aunque fuera tardado, entre regaños y golpes le conté todo lo sucedido a Eun Ji.

—Aún así. Sé que lo hiciste por un bien mayor y que no tuviste otra elección pero… yo necesito un tiempo sola ¿sabes? Cuando llegué pregunté por mi amiga y me dijeron que estaba muy grave en el hospital, una bala le rasgó la placenta y su bebé está muy mal. Está a punto de perderlo. Necesito concentrarme en mi trabajo, en la editorial y en cuidar de mi amiga. Lo mejor será que nos separemos por un tiempo.

Me quedé congelado.

No creía que Eun Ji me hubiera terminado incluso después de que le conté la verdad. Y poniendo como excusa su trabajo.

—Joder pero podemos superar esto juntos. Lo sabes —intenté usar otra alternativa.

—Ya lo decidí. Tan pronto como Borah se recupere nos regresamos a Corea, allí recojo todo lo mío que está en tu casa y vamos por caminos separados —ella sonrió aún con lágrimas en su rostro.

—¿Esto es necesario? —pregunté y Eun Ji asintió.

Ya no me imaginaba nada sin ella.

Un taxi se detuvo frente a nosotros.

—Hasta que el destino nos una nuevamente, my lady —me despedí de ella con lágrimas en mis ojos, aún tenía esperanzas de que volviéramos a estar juntos.

—Adiós, Jeon —sonrió adentrándose en asiento trasero del taxi— Al hospital por favor —le cerré la puerta.

Que malditamente doloroso era esto.

A mi espalda sentí un roce sobre mi hombro.

—¿Estás bien? —indagó Eun Byeol a lo que yo negué.

3 meses después

Eun Ji.

A las apuestas; j.jk ✔Where stories live. Discover now