𝐁𝐒 | Voldemort ha muerto... pero no sin antes
dejar su gran legado en manos del que sería
el nuevo gobernante del mundo mágico.
Draco Lucius Malfoy.
─ Cada gota de sangre que he derramado,
ha sido por ti, y no me arrepiento... mataría
a cada p...
اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.
CHAPTER FORTY 𝓓raco 𝓜alfoy
⠀⠀ ¿Puede haber imagen más hermosa que la de la dulce rendición?
No lo cree... porque ver a Eleanor cayendo de rodillas frente a él podría ser la cúspide de toda la belleza que puede poseer el sentimiento de desatar las cadenas que te aprisionan; liberando aquella parte de tu alma que pretendías nunca dejar escapar, pero que de cierta manera necesita ser rescatada.
Draco gruñó por lo bajo, sintiendo su abdomen tensarse en el momento en que ella bajó a la altura de sus caderas, manteniendo aquellos grandes y brillantes ojos mirándolo mientras deslizaba la lengua por sus labios de una forma tan lenta que por un segundo deseó volver a levantarla solo para besarla y sentir el sabor dulce de su boca.
Pero al parecer, eso no estaba dentro de los planes de ella.
Su eje endureció en cuanto la mano de Eleanor se elevó para tomar el borde de su pantalón, enganchando su dedo en la tela al tiempo en que lo movía con delicadeza sobre su piel. Una caricia avariciosa que provocó que su sangre hirviera en el momento en que el botón de la prenda se abrió.
No iba a controlarse demasiado tiempo... no cuando sentía la necesidad de abrir su boca para correr por su garganta tal como había imaginado durante sus noches solitarias. Esas en las que veía su mano enredarse en su cabello para obligarla a tomarlo todo. Ignorando las lágrimas y la súplica a través de sus ojos.
Solo que ahora no era un producto de su imaginación el que aquellos delgados y finos dedos estuvieran tirando del elástico de su bóxer.
Draco tomó un puño de su cabello, empujando de el hacia atrás para poder mirarla a los ojos. Sus labios separándose ante el dolor.
—¿Vas a llevarme en esa boca imprudente? —le preguntó, siendo ahora él quien llevó su mano hasta el bulto endurecido— No sabes cuanto he esperado para ver esos impresionantes labios alrededor de mi polla mientras te corto la respiración al venirme en tu garganta.
La lujuria nubla su razón al oír a Eleanor jadear ante sus palabras. Sus rodillas se juntan y sus muslos se muelen el uno contra el otro, tratando de darle alivio a la tensión que probablemente se centre en su núcleo.
Su polla se agudiza ante la visión cruda de su necesidad— ¿Eso te gusta? —continúa, dejando caer su mano desde su cabello hacia la curva de su mejilla, acariciándola— ¿Te gusta oír como te dejaría sin aire solo follándome esa boca maliciosa? No tengas miedo de pedirlo, mon petit dans le besoin.
—Draco... —susurra ella, dejando que un gemido roto escape de sus labios.
—Dilo —respondió él, ahora en un tono duro—. Pide lo que quieres.
Su cuerpo tembló imprudente cuando la mano de Eleanor se arrastró por el interior de la tela que lo cubría, dejando sus largas uñas rasgaran suavemente a lo largo de su piel sensible antes de dejar sus dedos apretar alrededor de su eje.
