𝐁𝐒 | Voldemort ha muerto... pero no sin antes
dejar su gran legado en manos del que sería
el nuevo gobernante del mundo mágico.
Draco Lucius Malfoy.
─ Cada gota de sangre que he derramado,
ha sido por ti, y no me arrepiento... mataría
a cada p...
𝒇. broken souls ♫ | Fetish - Selena Gomez pd: todas las canciones están en mi playlist del fic, además dejaré un comentario en el lugar exacto para que la escuchen <3
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CHAPTER THIRTY-NINE 𝓔leanor 𝓑erkshka
⠀⠀ La piel de Eleanor hierve en cuanto sus nudillos golpean la puerta frente a ella.
La noche a caído— y con ello —la anticipación a cubierto su mente como las estrellas brillantes que yacen iluminadas sobre el castillo. Ciertamente, una reunión con Draco Malfoy no debería ser motivo de regocijo para su alma, pero tratándose de su cuerpo; ya no tenía control absoluto de todo lo que sentía.
Solo había una cosa de la que estaba notablemente segura... ya no podía seguir atando cuerdas a su alrededor para evitar lo inevitable.
Quería esto. Por mucho que durante meses hubiera luchado contra la idea de rendirse ante Draco Malfoy, no había cosa que deseara más ahora que finalmente caer sobre sus rodillas; olvidar aquel intrínseco sentimiento de vulnerabilidad que la hacía sentir débil para tan solo dejarse llevar por la idea de que no siempre quien está arriba es el que domina.
Dar un paso al costado y abrirle los brazos a las sensaciones no era un signo de rendición. Era un nuevo renacimiento... uno donde dominaría en forma y gracia lo que desea aún cuando sea ella quien tenga que obedecer primero.
Repentinamente, la idea de esta nueva perspectiva sobre el poder envía un cálido hormigueo a través de su cuerpo que hace que su piel se erice. Sus mejillas se calientan y puede sentir como su piel se tiñe de rojo cuando nota la sensación placentera ahogándose en la boca de su estómago.
Podría tal vez ser ella quien termine de rodillas esta noche, pero su mente siempre sabrá que Draco Malfoy es quien estuvo a sus pies primero.
La brisa suave del pasillo nubla sus pensamientos y la hace estremecer.
El frío disipa el calor de su piel cuando siente que este atraviesa los espacios abiertos de su capa, provocando así que arrastre sus manos por sus brazos desnudos para aliviar la sensación tensa de sus músculos.
Si... tal vez no fue una buena idea utilizar tan solo su pijama de seda pero no lo había pensado demasiado en el momento en que se plantó frente al espejo de su habitación con él. La delgada tela roja caía sobre sus hombros para acabar justo por la mitad de sus muslos, amoldando cada parte de su cuerpo de forma abrazadora y haciéndola sentir la promesa de que estaba lista para dar aquel paso al costado que necesitaba.
Ese pequeño empujón que la haría olvidar al mundo sin evocar arrepentimientos.
O eso esperaba...
Cuando Eleanor levantó su brazo para golpear la puerta una vez más, su mano se vio inmovilizada al ser su movimiento interrumpido.
