𝐁𝐒 | Voldemort ha muerto... pero no sin antes
dejar su gran legado en manos del que sería
el nuevo gobernante del mundo mágico.
Draco Lucius Malfoy.
─ Cada gota de sangre que he derramado,
ha sido por ti, y no me arrepiento... mataría
a cada p...
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CHAPTER THIRTY-FIVE 𝓔leanor 𝓑erkshka
⠀⠀ ⠀⠀ Cítrico y menta fresca.
Eso es lo que su lengua logra sentir cada vez que se arrastra contra la suya. Sus labios ágiles acariciando los de ella con tanta fuerza y dicha que siente la piel rosada de estos entumecerse.
Y está mal... está mal pero siente tan bien, que está segura que esta vez no logrará ponerle freno a lo que desea cuando Draco la levanta en sus brazos para llevarla hasta su cama, obligándola a envolver las piernas en su cintura mientras sus brazos se aferraran a los músculos tensos de sus hombros.
Él es asombroso. La manera en que desea que su cuerpo encaje en el suyo es casi irritante, pero el dolor que se posa en el centro de su cuerpo es más bestial que cualquier cosa que hubiera podido sentir antes, y necesita con ansias que el nudo en la base de su estómago sea desatado por sus lánguidas y fuertes manos hasta que la energía que corre por su columna pueda ser liberada bajo su hermoso cuerpo.
Es adictivo.
Delicioso.
Siente su figura caer rendida sobre la seda que compone sus sábanas mientras él la recorre con su mirada, como si sus ojos fueran el tacto de lo que sus dedos ahora no se atreven a tocar.
Porque la mira... solo la mira, y puede ver fuego arder en cada uno de los deslices que él realiza por su cuerpo; admirando cada parte de ella como si estuviera remarcando el momento en algún lugar recóndito de su mente.
Le aterra— pero también le encanta —porque a través de aquella mirada feroz y salvaje puede sentir las ranuras de su mente abrirse también, evocando a su cuerpo sensaciones y deseos que solo podrían ser saciados por el mítico hombre que yace ahora posándose entre sus piernas.
Las manos de Draco recorren el costado de sus muslos mientras sus ojos siguen guiándose por su torso, haciéndolo esbozar un gruñido bajo cuando con fuerza, tira de sus tobillos en cuanto sus dedos los rodearon, haciéndola emitir un jadeo cuando su centro golpeó con la dureza de su cuerpo.
Eleanor captó su corazón acelerarse, sintiendo el ardor subir por sus mejillas al pensar en la mancha húmeda que sus pantalones podrían dejar sobre los suyos ante la provocación de su piel rozando ahora su abdomen.
Su espalda se arquea y sus uñas se entierran en la cama cuando repentinamente, Draco se inclina hacia ella, dejando pequeños y delicados besos húmedos alrededor de su ombligo descubierto para prontamente subir a través de su blusa hasta que sus labios se encuentran en su pecho. No le importa se la tela aún los cubra, no parecer ser algo que lo prive de sus deseos oscuros.
Eleanor aprieta sus labios, cerrando sus ojos con fuerza mientras deja que sus pensamientos difusos se esfumen para siempre.
Ya estaba hecho. Ella había aceptado lo que sentía.
