Reporte de Misión (Aizawa Shouta x T/N) +21

Cap 13: Viejas Amistades

Para cuando el camión se detuvo, ya era de noche afuera de esa enorme y helada cabina. Camaleón se había puesto el abrigo y la demás ropa que antes era de Shin.

Shin, pensó mientras contenía lágrimas que se había agotado de derramar en el camino. Debieron pasar bastantes horas, estaba hambrienta y tenía el cuerpo entumecido, aunque había dormido en el mueble las primeras horas de viaje, la inercia que ocasionaba el freno del vehículo le torturaba la espalda, así que decidió adherirse a una de las paredes del camión para dormir sin lesionarse.

Una vez en el suelo de la cabina, se estiró e hizo sonar sus huesos, se dirigió a la puerta del container y se adhirió de nuevo, dejando libre su mano que estaba cerca de la bisagra para que sujetara el bolso que tenía. Los hombres tosieron y abrieron la puerta fuertemente, se adentraron en ella mientras la puerta continuaba en movimiento, aprovechó que estaban distraídos buscando la manera de sacar las cosas y se despegó de la puerta para caer bruscamente al piso, sus piernas estaban débiles, pero aún así no soltó un solo quejido.

Se levantó con dificultad y corrió hasta dejar el camión varios metros detrás. La ciudad olía a pan recién horneado y a frutos secos. Estaba en el centro de la ciudad, lejos de la zona industrial, decidió que caminaría hasta cansarse o encontrar un lugar relativamente cómodo para dormir. Estaba deambulando por la ciudad, pasó por uno de los desagües que eran familiares para ella, alguna vez de seguro lo utilizó para moverse con Shin, pero eso estaba en el pasado, aunque pudiera entrar, no sabría como usar los caminos subterráneos.

Cuando las piernas le temblaban por el esfuerzo, en sus ojos apareció como un espejismo un parque hermoso que tenía un hermoso y firme árbol, ella lo reconoció de inmediato. En ese lugar había estado las primeras noches después de que había quedado huérfana, ahí la había encontrado Shin.

Se acercó al tronco del árbol y se sentó en el suelo apoyando la espalda del gran tronco que ahora era mucho más grueso de lo que recordaba, se relajó hasta que quedó adherida al tronco, la corteza estaba lisa y un poco tibia, no había frío en el ambiente, pero ella se sentía helada por dentro. En la mañana, Shin no va a aparecer para llevarme con él, en la mañana seguiré tan sola como ahora. T/N meditó en lo rápido que todo se había ido a la mierda. Perdió su hogar, su trabajo, a Madre, a sus amigas y a su hermano el mismo día. Seguía intentando entender qué había sucedido, ella podría jurar por su vida que Shin la amaba con locura, que no se separaría de su lado. Él estaba planificando huir con la mujer bailarina, él no la dejaría sola, ¿qué había sucedido?, ella se preguntaba cómo era que las personas en las que más confiaba la habían abandonado de una manera tan despiadada. Se preguntó si el problema era ella. Si Shin se fue porque ya estaba harto de ella y vio en el hombre de la máscara una oportunidad de escapar de su lado.

Pensó en cómo había quemado aquel lugar. Se preguntó si sus amiguitas que atendían la cocina con ella habrían sufrido mucho, si el dolor de las quemadas que uno se hace cuando cocina y el aceite salpica se hubieran sentido igual, o si ni eso se hubiera podido comparar con el dolor de que todo tu cuerpo se queme en el instante en el que una casa explota. Yo las maté a todas. Se reprimió un grito, había algo en ella que le hacía pensar estar mal. Creía que tendría nauseas o que se odiaría a sí misma luego de meditar el hecho de que ella había arrancado la vida de varias personas con una sola acción, pensó en Haru, que tenía el cabello lleno de aceite que Camaleón en persona vació sobre ella, eso había sido especialmente cruel, pero lo había disfrutado muchísimo. ¿Por qué lo disfrutamos? Todo estaba mal para ella. Esperó que no pudiera dormir, pero el cansancio y el sueño se combinaban en una sensación de agotamiento indescriptible que hizo que poco a poco se camuflara con el tronco y la grama bajo sus piernas, hasta hace algunas horas garantizaba que era imposible dormir sin estar abrazada a Shin, pensó e intentó regañarse por lo que había hecho, intentó autoflagelarse, pero nada de eso dio otro fruto además del inmenso cansancio mental que la hizo caer profundamente dormida.