"Vas a morir." Ella susurró.
Dumbledore se rió torpemente, palmeando a la niña de once años para tranquilizarla. "Tengo ciento cincuenta y uno, eso es un poco inevitable, me temo, querida".
La de primer año negó con la cabeza suavemente, un poco de...
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"Muy demente". Fred comenzó dramáticamente.
"Hoy estamos haciendo jardinería". Continuó George, ignorando la mirada exasperada de Angelina mientras lanzaba un gnomo por encima de la cerca.
"A la vista de Molly", añadió Fred con una mirada cautelosa a la ventana de la cocina.
George esquivó un gnomo lanzado por Lee. "Y frente a esta compañía de gnomos."
"Para unir a estos grandes secuaces..." Fred hizo un gesto hacia el grupo. Katie frunció el ceño y golpeó a un gnomo con una pala, arrojándolo por encima de la cerca del jardín y, por el sonido, hacia el gallinero.
"Con nuestro glorioso propósito", terminó George, "en el santo ministerio".
"Basta de basura". gruñó Alicia. "¿Tenéis pensado hacer una broma en el ministerio?"
La sonrisa de George se ensanchó, "vamos a hacerle una broma en el ministerio. ¿No quedó claro?"
"¿¡Qué!?" Siseó Angelina. "Chicos, Hogwarts era una cosa, ¡pero podrían arrestaros por eso!"
"¡Solo si creen que somos nosotros!" exclamó Fred.
Todo lo que obtuvo fueron miradas planas.
George corrigió. "Solo si no podemos, bajo veritaserum juramos que no fuimos nosotros."
De repente, la sonrisa de Angelina fue cruel. "Su estupidez costó docenas de nuestras vidas en esta guerra... contar conmigo".
Ante su declaración, Katie, Alicia y Lee perdieron la duda y sus labios se estrecharon en finas líneas.
"¿Karma?" preguntó Fred.
"Karma." Lee confirma.
"Nuestro trato con mamá fue una tarde libre a cambio".
No necesitaban explicar que podían enfrentarse a su apartamento, sus amigos ya los conocían bien.
"Me parece bien."
****
Cuando George y Fred Weasley entraron al Ministerio de Magia, casi fueron derribados por varias ovejas de colores brillantes que vestían túnicas y corbatas.
Esquivándolos por poco, Fred no pudo evitar una sonrisa orgullosa ante la completa anarquía que las chicas y Lee habían reinado.
La estatua en el centro ya no estaba, el niño que vivía usando su influencia política para hacer desaparecer una cosa tan intolerante junto con las políticas que representaba y la gente que no veía nada malo en ello.
En su lugar había una estatua de Hogwarts con los nombres de todos los que murieron luchando contra las fuerzas de Voldemort enumerados debajo. Esto sirvió como un recordatorio de las batallas y para mostrar cuál debería ser la prioridad del mundo mágico: sus hijos y su futuro.
