"Vas a morir." Ella susurró.
Dumbledore se rió torpemente, palmeando a la niña de once años para tranquilizarla. "Tengo ciento cincuenta y uno, eso es un poco inevitable, me temo, querida".
La de primer año negó con la cabeza suavemente, un poco de...
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La cena fue interesante.
Delphi esperaba pasar el tiempo hablando con los gemelos, pero extrañamente, Bill y Charlie parecían decididos a pasar toda la comida con ella.
No tenía idea de lo que estaban haciendo, pero ambos tenían ojos extrañamente serios.
Era tarde en la noche cuando los Lovegood se marcharon. Su padre desapareció con Luna y, misteriosamente, la mayor parte del clan Weasley desapareció en la casa, dejándola a ella y a los gemelos solos en el pasillo.
"¿Te lo pasaste bien?" Reunió Fred en el incómodo silencio.
Ella sonrió con incertidumbre. "Sí... fue divertido".
"Te ves... te ves muy bien." George no la miró a los ojos, pero Delphi no tuvo absolutamente ninguna objeción, ya que también examinó de cerca las tablas del suelo.
"Uh, gracias... ¿nos vemos mañana?"
La pareja se relajó visiblemente y sonrió. "Claro, Delphi".
Sus sonrisas fueron lo último que vio cuando giró sobre sus talones y desapareció.
Cuando llegó a la cocina, su padre todavía estaba allí aunque Luna se había ido.
"Son buenos chicos." Murmuró.
Su tono no estaba tan perdido como de costumbre, sus ojos en realidad la veían por primera vez en mucho tiempo.
"Lo son." Ella estuvo de acuerdo, cautelosa bajo su aguda mirada.
"Dora salió con gemelos".
Delphi se sobresaltó. Era la primera vez que escuchaba a su padre mencionar a su madre desde que murió.
Xenophilius jugueteó con una taza en sus manos. "Ella salió con los gemelos Prewitt, los tíos de Fred y George, antes de que nos enamoráramos".
Sus ojos se desenfocaron de nuevo y salió de la habitación.
Delphi cayó contra el mostrador de la cocina, con los dedos apretados mientras se quedaba sola con lágrimas calientes corriendo por sus mejillas y lo más parecido a la aceptación de un padre que podía esperar del hombre destrozado.
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Fred y George salieron del pasillo para encontrar a toda su familia, que se reía disimuladamente, excepto Percy, esperándolos en la sala de estar.
"¿Qué?" Preguntó Fred, deseando que sus mejillas no se sonrojaran.
Charlie sonrió. "Es una gran chica".
George observó cómo Arthur palmeaba el hombro de su gemelo. "Definitivamente, es perfecta para ti".
"Creo que tiene que estar loca para que le gustes". Agregó Ron, "¡pero un total de diez!"
