"Vas a morir." Ella susurró.
Dumbledore se rió torpemente, palmeando a la niña de once años para tranquilizarla. "Tengo ciento cincuenta y uno, eso es un poco inevitable, me temo, querida".
La de primer año negó con la cabeza suavemente, un poco de...
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"Te vas a arrepentir de esto".
Dumbledore suspiró con cansancio y Hermione siguió mirándola con recelo.
"Como sea, se solicita su participación en la segunda prueba, señorita Lovegood".
Ron se inclinó y firmó el documento sin siquiera leerlo. Hermione lo revisó, pero los dulces bebés eran muy confiados.
"No firmaré nada, pero le doy al profesor Flitwick mi permiso verbal, como adulto, para aturdirme, hechizarme para poder respirar bajo el agua y ponerme en la aldea de los tritones para que Cedric me rescate", Delphi se cruzó de brazos y miró directamente a su jefe de casa, "y nada más director".
Se sorprendió de que Flitwick asintiera con mucha seriedad, pero supuso que probablemente había estado enseñando aquí el tiempo suficiente para saber que la seguridad de los niños no estaba tan alta en la lista de prioridades de Dumbledore.
Se dirigieron a casa de Madam Pomfrey, donde pasarían la mayor parte de la noche aturdidos, y fue un consuelo decente que Flitwick fuera quien le enviara el aturdidor.
Se despertó, mojada, fría y sin aliento. Eso era de esperar.
Sin embargo, Cedric no la rescató, lo que también se esperaba, al menos para ella.
Uno de los tentáculos de Archie, el calamar gigante, apretó su cintura en lo que ella interpretó como un gesto reconfortante mientras la sacaba del agua y la depositaba con una chica francesa que gritaba, un Ron Weasley que lloraba y una Hermione Granger completamente aterrorizada en el embarcadero.
Mientras Archie dejaba a los otros 'rehenes', su tentáculo permaneció alrededor de ella mientras otro exploraba tentativamente su rostro en busca de heridas. Acarició el tentáculo más cercano para tranquilizarlo y levantó su mirada severa hacia el estupefacto director de Hogwarts.
A Archie le gustaba mucho, así que obviamente la había 'rescatado' a los pocos minutos de su abandono allí. Las sirenas solían disfrutar rompiendo las reglas para meterse con brujas y magos, por lo que, por supuesto, Archie entraría en pánico al encontrarla allí.
Estalló la risa y Delphi se giró para sonreírle a Cedric, la única persona presente que parecía capaz de ver el humor de la situación. Fleur estaba consolando a su hermana y susurrando enfadada en francés a su directora, Krum parecía muy confundido y Harry parecía aliviado, las branquialgas todavía agarradas sin fuerza en su mano.
Karkaroff estaba aprovechando la oportunidad para gritarle a Dumbledore y, naturalmente, Bagman se estaba uniendo a la diversión. Iban a estar aquí por bastante tiempo al parecer.
"¡Pensé que estabas bromeando cuando dijiste que jugabas Gobstones con el Calamar Gigante!"
Cedric parecía haber llegado a la misma conclusión, dejando que los otros campeones se sentaran a su lado, acariciando nerviosamente el tentáculo que se le acercó.
