"Vas a morir." Ella susurró.
Dumbledore se rió torpemente, palmeando a la niña de once años para tranquilizarla. "Tengo ciento cincuenta y uno, eso es un poco inevitable, me temo, querida".
La de primer año negó con la cabeza suavemente, un poco de...
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Mollywhop - Mollywhopping es un término del argot del área de San Francisco para golpear a alguien muy severamente. Consiste en una paliza tan severa que ni siquiera puedes defenderte adecuadamente, lo que da como resultado la sensación de que tu oponente es un hombre adulto, mientras que tú no eres más que una niña pequeña, incapaz de defenderte.
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Delphi se quedó mirando mientras la enfadada letra roja se quemaba hasta convertirse en una patata frita, no podía apartar los ojos de sus cenizas incluso cuando George le frotaba el hombro.
"Relájate, Phi", llamó Fred, ya dándose la vuelta para hacer café, "estamos acostumbrados a tomar uno cada dos semanas en la escuela".
Delphi no apartó la mirada. "Solo porque sea normal, no significa que deba ser normal".
"Delphi..." George suspiró, "en serio, no es gran cosa, ¡es cómo se desahoga! Tendremos diez más al final del día y la novedad desaparecerá".
George la rodeó con sus brazos e hizo ademán de besarla en la mandíbula, pero Delphi no estaba de humor. No en ese estado de ánimo de todos modos, estaba furiosa como una piedra. George debió haber visto la mirada en sus ojos cuando se alejó con bastante rapidez.
"Ella dijo que erais una desgracia para el apellido Weasley". Continuó Delphi, con voz peligrosamente uniforme.
"Estamos acostumbrados." Murmuró Fred, su espalda le impidió ver la expresión que hizo que George se alejara de su novia tan apresuradamente.
"Que cuando esto se convirtiera en un desastre y os estéis ahogando en deudas, no esperéis que ella os ayude".
"Papá nos dejará regresar, es una amenaza vacía". Continuó Fred casualmente.
"Una amenaza no tiene que ser genuina para lastimar".
"En serio Phi-" Fred finalmente se apartó de la tetera y se dio cuenta de por qué George había dejado de hablar. Fue un deja vú serio. Primer día de la torre de astronomía de sexto año. "Cariño... querida... amor de mi vida... cálmate... ¿Por favor?"
Su engatusamiento no la hizo reír, y no ayudó.
Con un toque de magia sin palabras que ni siquiera sabían que podía hacer, las cenizas del aullador estaban en un contenedor, luego pasó corriendo junto a ambos, salió de la cocina, agarró su abrigo amarillo y se lo puso, desapareciendo sin decir una palabra más.
"Um, ¿volveremos a ver a nuestra madre con vida?" preguntó Fred débilmente.
George se movió a su lado, "Creo que logramos enamorarnos de la única mujer más enfadada que nuestra madre. Nunca arruinemos esto, ¿sí?"
Fred se rió entre dientes. "No creo que tengamos muchas opciones. Nunca quiero ser la causa de esa expresión".
"En una nota similar..." George habló con incertidumbre, "¿es esta la primera vez que alguien se enfada por nosotros?"
