CAPITULO 15.

147 14 2
                                    


—¡Joder! Pareces una chica de la mafia en ese auto—chilla Linda. 

—Es una larga historia, anda entra que llegaremos tarde. - La noche de chicas consiste en una rica cena, y largas charlas, no soy de ir a discotecas pero hoy Normani me ha obligado a ir ya que puede que sea la última vez que pise una con ella. 

—Si Camila se entera que estoy en una discoteca me va a matar. 

—Tranquila, no bailaremos, y si lo hacemos, seremos solamente las dos.—Resopla—¿Qué quieres tomar? 

—Lo mismo de siempre, té frío. 

—Aquí no venden té frío, cuando te doy en el Luxar es porque yo te lopreparo. 

—Entonces que sea algo con el menor alcohol posible. 

—Eres aburrida—se queja. —Dos mojitos—pide al mesero. 

—Joder, Normani, te he dicho que nada de alcohol. - Se ríe pero no dice nada, de todas formas no tomaré más de uno, la última vez que tomé fui sacada a espaldas de una manipuladora que ahora será mi futuro esposa, sonrío al recordarla. La noche es tranquila, la música suena, y Normani baila en su silla; me pregunto qué estará haciendo Camila, seguramente arrancándose los pelos de la cabeza, han pasado casi dos horas, ya debería de saber dónde estamos. 

—De parte del caballeo de la barra—dice el mesero trayendo consigo dos copas de vino blanco. Al girarme a la barra miro a un hombre de traje muy elegante, pero su rostro me sorprende y empiezo a maldecir en voz baja. 

—¿Quién es ése? —pregunta Normani siguiendo la mirada. 

—Es Sam Roger, dijo que era socio de Camila. 

—Se ve apetitoso—suspira Normani. Sam es un hombre atractivo, pero la forma en que me ve no es la más adecuada, para conocer a Camila, debe saber que no puede coquetear conmigo. Levanto la copa en forma de agradecimiento y le doy un sorbo. 

—Me ha llamado hoy diciéndome que tiene un trabajo para mí

—¿Se lo has dicho a Camila? 

—Lo olvidé, pero pienso preguntárselo. 

—Mierda, Lauren, viene para acá, ¿Cómo me veo?-  Carcajeo y siento incomodidad al sentir la presencia de Sam. 

—Señoritas. 

—Hola, Sam, te presento a Normani, Normani él es Sam.- La cara de Normani es un poema cuando Sam besa su mano y se acerca a mí y me da un beso en la mejilla. ¿Eso es normal? 

—Todavía sigo esperando tu llamada, Lauren— Su tono es cargado de lujuria, no apruebo su actitud para conmigo. Asiento y sonrío pero siento que estoy haciendo algo mal. El tipo está coqueteando conmigo y sabe que estoy comprometida con su socia. —¿Te parece si vamos al área VIP y conversamos un poco? 

—¿Área VIP? —suelta Normani. —¿Esa área no es para el dueño? 

—Así es, soy el dueño ¿Me acompañan? 

—¡Joder, sí! — chilla Normani y la fulmino con la mirada, definitivamente mi amiga está alcanzo toda la barra completa de ninfómana. Obligada me levanto de mi mesa y él pone una mano en mi cintura y meda escalofríos. 

—Por aquí. nos dirige. El área VIP básicamente consiste en un área retirada y bastante erótica por las fotografías de mujeres desnudas que cuelgan alrededor, empiezo asentirme nerviosa e incómoda de su presencia, he perdido de vista a Normani que seguramente encontró compañía y me dejó en brazos de este hombre que apenas conozco. 

—Tu amiga me cae bien, es de espíritu libre. Intento sonreír. 

—Es especial. 

—¿Cómo está Camila? —suelta y arrugo la frente, pensé que hablaríamos acerca del trabajo misterioso que tiene para mí. 

—En casa, supongo. 

—¿Supones? —Sonríe burlándose —Si yo fuera tu novio no te dejaría salir de casa—¡PELIGRO! ¡PELIGRO! 

—La confianza es la base de todo. —Sé perfectamente que Camila me rogo que no saliera esta noche y me encuentro en un área VIP con el dueño de una discoteca y que dice ser su socio y que además está coqueteando conmigo.—Señor Rogers, podemos hablar acerca de ese trabajo. 

—Por supuesto, es para el día de mi cumpleaños, quiero que alguien tome fotografías del evento, se realizará el próximo mes, será algo muy privado y quiero mucha discreción.- ¿Privado?¿Discreción?¿Será lo mismo que estoy pensando? ¡MIERDA!—Sí, eso que estás pensando. —parece que me haya leído la mente o mi expresión fue exagerada, después de ver a mi alrededor el tipo de fotografías de mujeres desnudas, quiere que yo tome fotografías a gente desnuda ese día. 

—Yo no hago ese tipo de trabajo—me quejo nerviosa 

—Lo sé, pero sé que eres buena para la fotografía. —me mira de pies a cabeza y se detiene en mis piernas. Esto es una mierda, este hombre no tiene respeto por nada. ¿Dónde carajos esta Normani?

 —No puedo aceptarlo, señor, me siento halagada, ya que dijo que es privado—hago pausa en esa última palabra—pero tengo mucho trabajo en estos momentos y una boda por planear. 

—Si no estuvieras comprometida con la otra Cabello participarías. —¡La mierda del mundo! 

—¿Disculpe? 

—Olvídalo, piénsalo, te volveré a llamar. - Me siento mareada y me falta la respiración, ¡Joder! Me he tomado más de una copa con él.—Tengo que irme, buscaré a mi amiga— me pongo de pie y mi teléfono suena. 

—Fue un gusto verte, Lauren— se despide dándome un beso en la mejilla pero me siento tan mareada que no pude bloquearlo. Camino por el pasillo, atravieso la multitud y no veo a Normani por ningún lado, mi teléfono empieza a sonar de nuevo. 

—¿Camila? 

—¿¡Dónde estás!? —grita y separo el teléfono de mi oreja. 

—Estoy buscando a Normani, ¿Dónde estás tú? —intento sonar lo más normal que puedo. 

—¿Has bebido? — evade mi pregunta desesperado. 

—Un poco. — No voy a mentirle, a estas alturas sería una estupidez. Mi teléfono se me resbala por las manos y cae al suelo haciéndose  añicos.—¡La puta madre! —Grito. Intento llegar con dificultad al tocador de mujeres, quizás Normani está ahí, la busco en cada cubículo pero no la encuentro por ningún lugar. Voy de nuevo a la multitud intentando encontrar a Normani, pero no veo su vestido rojo por ningún lado. El aire empieza a faltarme y siento que voy a desmayarme, mierda, nunca me había sentido tan borracha, para ser únicamente unas copas. Parece que Sam también ha desaparecido, gracias a Dios, no pienso hablarle nunca; y jamás volveré a este lugar, si hubiese sabido que me lo encontraría aquí jamás habría venido a este lugar. Me agarro de la barra para no caer al suelo; hasta que por fin Normani aparece. 

—Eres una idiota, Normani, ¿Dónde estabas? 

—En el baño—responde lo más relajada—¿Dónde estabas tú?—Acabo de venir del baño y no estabas ahí.—Estaba en los baños VIP. ¿Te encuentras bien? 

—¡No! Estoy mareada, quiero irme de aquí. — me quejo nerviosa y con ganas de llorar, nunca me había sentido así. 

—¿Lauren? Estás pálida, ¿Qué has tomado? — por su tono sé que me veo como la mierda de mal.—Te sacaré de aquí. —me agarra de la cintura y me arrastra hasta la salida, estoy viendo doble, no escucho nada y todo me da vueltas.—¡Joder, Lauren! ¿¡Qué carajos tomaste!? —se queja y me sigue ayudando a caminar. Después de varios pasos hasta el pasillo de la salida, veo un par de ojos chocolate furiosos enfrente de mí, Camila. Y de nuevo... todo escurece... 

QUEDATE CONMIGO O VETE - Segunda parte de la trilogíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora