CAPITULO 9.

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—Pensé que te perdería para siempre— susurra a mi oído, no sé si estoy soñando o estoy despierta. 

—¿Umm? 

—Pensé que te perdería para siempre, pequeña—abro mis ojos y tengo la mirada chocolate enfrente de mí. Entierro mis dedos en su cabello y le regalo una sonrisa soñolienta. 

—Aquí estoy y no me iré a ningún lado. - El momento perfecto se ve afectado por el escandaloso sonido de mi celular.—Contesta tú, diles que estoy ocupada. —ordeno y entierro mi cabeza en la almohada. 

—Es tú madre. - ¡Mierda! Me incorporo para tomarlo y contesto. 

—Hola, madre.

—¿Cómo estás, cariño? 

—Más que bien. — suspiro viendo los pechos desnudos de Camila, sus músculos definidos y su cabello desaliñado hace que me deleite la vista con una sonrisa nerviosa. 

—Quería invitarte a cenar a ti y a Camila, supongo que ya deberías de haber arreglado las cosas con ella porque te escucho feliz. También he de llamar a Normani, quiero que todos estemos juntos y podamos compartir una noche agradable. 

—Madre, no estarás embarazada— escucho que Camila se ríe a carcajadas desde el baño. 

—¡Lauren! — me reprende — Suficiente contigo y tu hermano, y no, no estoy embarazada a mis cuarenta y tantos ya no doy para más. 

—Bien, entonces nos veremos por allá, te quiero. 

—Te quiero, hija, aquí las espero. -  Me lanzo de nuevo sobre la cama, veo el reloj nueve de la mañana, demasiado temprano. 

—Vamos dormilona, hay que prepararnos para el desayuno, le prometí a Lana que la llevaríamos a dar un paseo. 

—Umm.

 —Nada de Umm. ¡Arriba! 

— Maldición, Camila, estoy cansada; acabaste conmigo anoche. 

—Por el amor de Dios, nena, no maldigas, y le recuerdo, usted fue laque tuvo el control anoche. —me ahogo con mi propia saliva y me sonrojo.—Me encanta cuando te sonrojas. 

—Nunca había maldecido tanto hasta que te conocí. — le informo y se mofa. Luego de una larga ducha y que Camila tomara esta vez el control en ella, dos veces para ser más exactas, nos preparamos para el desayuno que acabó siendo almuerzo.—Mi madre quiere que vayamos a cenar esta noche a su casa. 

—Eso suena bien, estoy ansiosa porque conozcan a Lana. 

—Yo también, ¿Lana quieres conocer a mis padres? 

—¡La otra abuela! — Me sonrojo cada vez que la escucho, tiene una linda voz. 

—Sí, cariño, la otra abuela— afirma Camila con una sonrisa de oreja a oreja. 

Damos un paseo por las calles de California, es un día agradable y cálido, tomada de la mano de Camila y de la otra a mi pequeña Lana, no puede haber un momento más perfecto. No podía faltar mi cámara para capturar cada momento al lado de ellos. Sonrío al verlos reír, a veces el mundo da mil vueltas, Camila tuvo que hacerse cargo de su sobrina, a pesar de que su hermana no fue una buena mujer en su vida, siento lástima por cómo terminó, nadie merece morir de esa forma, y menos la madre de Lana que fue víctima de los abusos, con sólo recordar me da escalofríos, era demasiado espantoso poder aceptar que Camila haya sido la mujer de los videos, ella siempre ha sido cariñosa y delicada conmigo y la mujer del video era agresiva, una bestia e inhumana. 

QUEDATE CONMIGO O VETE - Segunda parte de la trilogíaWhere stories live. Discover now