19.- Amamantar ( Shouta-Oboro-Hizashi)

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Disculpen al demora 


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Hizashi miraba el juguete entre sus manos, el pecho le dolía, sabía que había pasado demasiado tiempo, que guardar rencor por todo lo que había pasado.

Las heridas de su parto estaban demasiado frescas en su cuerpo, la ausencia del pequeño bebé que crecía en su vientre hasta hace muy poco tiempo le parecía una locura, se cuestionó si en realidad era la persona que debía estar junto a Shouta en un momento así.

Shirakumo y él había recibido confirmación de su posibilidad de gestar con poco tiempo de diferencia, aunque toda la preocupación del moreno se había ido con su amigo, Hizashi lo comprendía o al menos se había convencido de creer, Oboro era débil, su cuerpo se los había demostrado, por lo que, la atención de todos se había centrado bruscamente en él.

El rubio sentía el pecho pesado, Oboro se había ilusionado con su posibilidad de gestar, mientras que él, lo había sentido como un castigo, cómo un cuchillo sobre su cabeza que caería y lo mataría en cualquier momento.

Aun recordaba cuando le contaron de la promesa que habían realizado, Shirakumo le había pedido un bebé a Shouta y este había aceptado, por lo que, al llegar la edad en que ambos podrían ser padres, Hizashi entendió que debía hacer su vida, dedicarse a la música y dejar ese amor que guardaba en lo profundo de su corazón, solo para él.

Shinso, el nombre del pequeño bebé que tanto deseaban sus amigos, se negaba a llegar al mundo, lo que de alguna manera alegraba a Hizashi, quien, a pesar de todo, se mantenía cerca de sus amigos, esperando que la noticia no le afectara como lo hizo.

Aun recordaba esa noche, lo habían invitado a cenar y con una sonrisa en sus labios, le habían contado como el pequeño Shinso estaba creciendo en su vientre, desde hacía ya 3 meses.

Hizashi sentía el mundo destruirse, el tiempo se había detenido y aunque en su rostro mostraba una sonrisa de alegría, su corazón estaba completamente destrozado, nunca lo había dicho en voz alta, pero estaba enamorado, había amado a Shouta desde siempre y ahora, debía vivir con ese terrible dolor, con el saber que el amor de su vida había formado su propia familia.

Esa noche había llegado a un bar de mala muerte y cuando había vuelto abrir los ojos, su cuerpo estaba adolorido, marcado, profanado.

Se había vestido con rapidez y simplemente había decidido continuar con su vida, o eso esperaba, hasta que las náuseas, el malestar y esa pequeña curva en su bajo vientre, lo puso sobre alerta.

La noche más triste de su vida, había terminado siendo una terrible marca, estaba esperando un bebé, no sabía quién era el padre.

El timbre de la casa hizo a Shouta despabilar, ser padre era complejo, Shinso llevaba varios días en casa y al parecer simplemente lloraba, por lo que, la delicada música, lo hizo salir de su incomodidad, su miedo, conversar con un adulto le parecía simplemente un sueño.

— ¿Hizashi? —El pelinegro sintió su cuerpo temblar, no había podido ver al rubio en esos días y aunque se había enterado, no había sabido como enfrentarlo, como decirle al rubio que lamentaba mucho lo que le estaba ocurriendo.

—¿No me invitas a pasar Shouta? — Sonrió, quebrando un poco la tensión.

—Creo que sí, entiendo que no deberías estar de pie, tuviste...— Se guardó las siguientes palabras, no tenía idea de que hacer, de como hablar en ese momento.

—Un aborto Shouta, un aborto...— El rubio se alejó el cabello del rostro y con una sonrisa triste agregó. — Si, perdí a mi bebé y perdimos a Oboro, por eso, creo que es cuando más nos necesitamos, me gustaría conocer a Shinso, ¿si te parece?

Decir que el cuarto era hermoso, era poco, el lugar tenía una decoración especial, el rubio estaba seguro de que no había visto un lugar tan limpio y bello hasta ahora.

En medio del cuarto, una cuna que parecía demasiado grande para el pequeño bebé que descansa en ella, por lo que el rubio detuvo sus pasos, llevando una de sus manos a su ahora vació vientre, ¿así se vería su bebé?

—No debes obligarte...—Shouta susurró, pero los pequeños gimoteos del bebé llamaron la atención de los adultos. — Demonios, iré por su leche, siéntate, no debes estar de pie.

Hizashi vio a su amigo alejarse y simplemente llegó hasta la cuna, un par de pequeños ojos lo observaban, por lo que simplemente extendió las manos y lo llevó contra su cuerpo.

Shinso era liviano, un bebé pequeño, probablemente débil como su madre, Oboro había dado la vida por él.

El pequeño sillón junto a la cuna fue quien recibió el adolorido cuerpo del rubio, quien dejó de pensar al tener al bebé entre los brazos, lo acercó a su pecho, y simplemente alejando su cabello, desabotonó su camisa.

Se detuvo al sentir una mano en su hombro, sintió un frio recorriendo su espalda, ese niño no era su bebé, no podría tomar un niño y simplemente hacerle tomar leche de su pecho.

—No toma el biberón, creo que solo ha tomado la leche por exceso de hambre.

—No puedo alimentar a cualquier bebé por mi perdida, lamento si me tomé atribuciones, quizá es mejor que me marche...

—Por favor. — Shouta habló suplicante. — te necesita.

Hizashi no dijo mucho, se acomodó y llevando nuevamente al bebé a su pecho, simplemente lo amamantó.

El rubio no quería ser padre, jamás lo asumiría, pero en ese momento, Shinso era lo más hermoso que sus ojos habían visto.

—Está comiendo...Dios, es perfecto, lo hicieron realmente perfectos— Hizashi comenzó a llorar, las cosas no debían ser de esa manera, pero lamentablemente el destino los había llevado a ese momento, uno donde su bebé ya no estaba en este mundo, donde Oboro había dejado un bebé huérfano, donde Shouta tendría que ser padre soltero, donde Shinso necesitara crear ese pequeño vinculo y él podía dárselo.

Agosto Mpreg BnhaWhere stories live. Discover now