Amor en la cancha

Yo No Seré futbolista 3/3

—No puedo creer que me estés obligando a hacer esto— Dijo Messi mientras calentaba con el resto del equipo de su novio en las canchas del parque de la colonia.

—Ya mi pulga, te prometo que te lo voy a compensar, pero es que si no tenemos suplente, nos sacan y Andrés se enfermó. A demás hasta te mandé a hacer tu playera, te puse el número 10 porque siempre sacas 10 en todo— Guillermo se acercó a su novio y le dejó un beso en los labios antes de irse a seguir calentando.

Se suponía que Lionel no iba a entrar para nada. Apenas y sabía lo que se suponía que tenía que hacer como delantero y nunca había ni jugado una cascarita, al menos no en los últimos 15 años, porque la última vez que había jugado fue en el patio del colegio cuando tenía 7 años. Pero nadie contaba con que al inicio del segundo tiempo al Chicharito le metieran perro balonazo en toda la jeta que lo hizo que casi se detuviera el partido porque al vato le rompieron la nariz.

—Lionel, entras tú— Dijo Rafa, el entrenador del equipo viendo ya que de nuevo su equipo iba a perder —Tú nada más haz lo que Julián te diga y trata de mantenerte bien lejos de la pelota.

El argentino estaba en pánico total, pues no tenía ni idea de lo que iba a hacer si en algún momento le pasaban la pelota. Casi ni se movía de su lugar, pero hacía la finta de correr cuando se acercaba alguien con el balón.

Chance fue porque se confiaron, porque el equipo contrario se dio cuenta rápido de que ni sabía jugar y dejaron de marcarlo, tal vez fue talento natural, tal vez fue porque en otro universo, en otra vida, fue el campeón del mundo. Pero un milagro sucedió.

Julián, compatriota de Lionel, corría con el balón siendo seguido por tres hombres del equipo contrario. Sabía que no tenía oportunidad de marcar un gol, y por eso en un acto casi suicida decidió patear el balón directo a los pies de Messi, quien lo recibió sin problema alguno, aunque sí con algo de pánico.

Apenas tuvo que correr un par de metros y patear con todas sus fuerzas. Y así calló el primer tanto.

Todos estaban anonadados de tremendo golazo que había metido el novato.

El primero en reaccionar y correr a celebrar fue Julián, el bebé del grupo, el segundo en caer en cuenta de lo que pasaba fue Memo, que salió de la portería para ir a abrazar a su chikistrikis. Y así, pronto todo el equipo estaba celebrando un gol de fucho llanero como si Messi hubiera anotado el gol decisivo en la copa del mundo.

El partido continuó, esta vez los miembros del equipo contrario estaban sobre el par de argentinos, que sin apenas conocerse habían encontrado comunicación en la cancha. Nadie entendía que pasaba, ni el mismo Lionel que hasta hace media hora odiaba el futbol lo entendía, pero en medio tiempo logró marcar cuatro tantos al equipo contrario. Hirving marcó otro más y Memo no dejó que ni un solo gol pasara su portería.

Y así por fin el equipo en el que jugaba Memo, gracias a Messi rompía su maldición y finalmente ganaba un partido con una goleada a su rival.

—Te dije que si jugara futbol sería el mejor del mundo— Dijo un demasiado entusiasmado Messi cuando se reunieron todos al final del partido para tomar algunas cervezas.

—Fue suerte de principiante, seguro yo soy mejor que tú— Dijo Memo acercándose para dejarle un beso nada inocente en los labios —¿Qué quieres para celebrar tu visctoria?

—Alfajores. Uno por cada gol.

—Cuatro alfajores y una cogida para cuando lleguemos a la casa.

Se besaron de nuevo, y desde ese día jugaron en el mismo equipo, alzando siempre cada trofeo que ganaban en los torneos.

Messi nunca lo supo, pero en otra vida, en otro universo, el mismo día que alzó su primer trofeo en esos torneos de barrio, estaba alzando la copa del mundo.

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Nota: Aprovechando que por primera vez en mi vida sí me están leyendo, les invito a revisar el resto de mi trabajo. Hay sobre todo Marvel y algo de Heartstopper, pero pues ajá, me encantaría que pudieran ver que igual escribo cosas serias o comedia pura, como en El vato de la esquina. 
Igual si solo quieren leer MeChoa, entonces dense una vuelta por Juego de caballeros, que hasta ahora tiene dos capítulos, pero que si leen y comentan les juro que actualizo sin descuidar los One shots. 

Mañana toca la última parte de La cita, y spoiler, la canción de esa parte es Ya supérame. Y si todo sale como espero, pasado mañana termino las puercadas que empecé a escribir ayer.

14.9k gracias, estoy por llegar a 15k lecturas y no puedo de la emoción. Les tkm mucho, en verdad me regresaron las ganas de escribir.