El rito

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Existen cosas que nadie debe conocer, que nadie debe escuchar, ver ni siquiera el imaginar que eso puede pasar. El rito de sangre es sin duda una cosa de la que nadie jamás debería hablar entre criaturas sobrenaturales o no.

Eso Luhan lo tenía realmente claro, de hecho, él jamás pensó en su vida tener que recordar algo de aquel rito. Su antigua mentora le hizo jurar que nada saldría de sus labios a menos que fuera algo en que estuviera atentando contra su vida.

Quizás este no era el caso, su vida estaría bien, pero, no sabía si podría dormir si algo pasara a Kyungsoo y al bebe que tiene en su vientre. Por eso, tomar valor y preparar todo para el rito es sin duda de lo más tortuoso que ha tenido que hacer, y para un ser que ha pasado por varias torturas en otros aquelarres y otras criaturas, es mucho decir.

Muchos aquelarres habían creído que con dolor físico podrían intimidar, jamás estuvieron cerca. Pero ver la cara de Kyungsoo deprimida con una mano en su vientre, temiendo por su criatura, hizo que las barreras de Luhan cayeran tan rápido, de lo que se resbala la arena de las manos.

La leyenda pedía sangre de varios animales, quizás el más difícil de conseguir fue el de un oso pardo. Pero siendo Luhan un fiel defensor de los animales, espero que durmieran y cortando un poco las patas sacaba sangre suficiente, pero no tanta como para que los animales murieran.

Encontró la flor primigenia, la flor que amaba la principal, y la dejó de forma de tributo en el momento que aparezca. Ahora solo faltará que Kyungsoo traiga su parte para que de esa manera tengamos todo y quizás, solo quizás, no perdamos nada.







-No, Kyungsoo no.- Jongin solamente negaba continuamente mientras trataba de evitar que Kyungsoo siguiera hablando del tema.

-Jongin realmente no comprendes la seriedad de esto.- Kyungsoo se encontraba realmente exhausto y frustrado de que Jongin no estuviera entendiendo.- La verdad quisiera que existiera otra manera, pero este medallón solo lleva desgracias a quien la porta, debemos deshacernos de eso.

-¿No puedes solo dárselo a otra persona?

-No es tan sencillo joder.- Al borde de la frustración, Kyungsoo trata de seguir manteniendo un tono de voz sereno.- Si lo fuera no tendría duda de que lo podría resolver sin que te enteraras, pero te lo estoy diciendo por qué tu opinión es importante.

-Mi opinión te vale mierda, si te digo que no igual lo harás ¿Verdad? Entonces para qué siquiera te molestas en eso.- Jongin cierra los ojos por un momento y exhalo fuertemente para calmarse.- Lo siento, yo no... Kyungsoo no llores.

-Me gritaste.- Kyungsoo trato de limpiar sus lágrimas, pero aún seguían rodando por sus mejillas.- Malditas hormonas, solo un grito y ya lloro.

Jongin no aguantó más al ver las lágrimas seguir corriendo por sus mejillas hasta caer por su mandíbula. Solamente lo abrazo mientras tarareaba la canción de "Estrellita ¿Dónde estás?", costumbre heredada de cuando era niño y era la única manera de que volviera a dormir luego de un mal sueño.

En Kyungsoo parecía funcionar también, ya que poco a poco se abrazó al cuerpo de Jongin y limpio sus lágrimas en la camisa.

-No me llenes de mocos- Susurró Jongin, basto decir eso para que Kyungsoo se restregaba más en su camisa.

-Te lo mereces, solo deberías tratarme bonito.

-¿Incluso si peleamos?- Jongin se separó un poco acariciando con su mano derecha el rostro de Kyungsoo mientras que la izquierda aún lo abrazaba por la cintura.

-Siempre.- Kyungsoo suspiró profundamente y vio a los ojos de Jongin.- Sé que pedirte que confíes en mí bajo estas circunstancias es complicado, sabes que no creo en supersticiones y nada de eso, pero ese collar, es algo más que eso Jongin.

Jongin suspiró solamente viendo el puchero en el rostro de Kyungsoo quien trataba de expresar lo terrible que se sentía pidiendo esto a Jongin.

-Ahora tú entiéndeme Kyungsoo, tienes que dar cierta cantidad de sangre según lo que me dices, y da la casualidad de que no te recuperas rápido de esa pérdida, ni aunque estés tomando mi sangre, allí mismos te sentirás, mejor y el riesgo más grande.- Jongin bajo su mano al vientre de Kyungsoo y con un nudo en su garganta por el terror comentó su mayor miedo.- Pero si lo pierdes... no sabemos si se volverá a dar, si tendremos otra oportunidad, no puedo resistir el imaginar que estés lastimado, que estén lastimados, simplemente no puedo.

-Pero estará bien, escúchame, yo tampoco quiero que la bolita de carne nos deje, jamás haría algo que lo pusiera en riesgo u obligarme a mí hacer algo que no puedo controlar.- Kyungsoo acunó el rostro de Jongin de manera delicada.- La cantidad que dará es justa, pero no me afecta por completo, solo necesito que estés a mi lado, verte a mi lado es lo que necesito para enfrentarme a todo.

Entre esa bruma de silencio, temor y frustración, el teléfono de KyungSoo suena anunciado el momento del que Jongin no estaba preparado. El momento para que la ceremonia diera comienzo.




Bajo la noche de una luna nueva, en el fuego de esa noche, el rito daría inicio para la llegada de la criatura magnífica, reina de reinas, madre de sangre. Esa criatura es el origen de todo y a la vez de nada, pero para los vampiros, a pesar del temor que infunde y la tragedia que avecinaba, era como una santa para algunos aquelarres, cuya pronunciación de su nombre en una oración vana era la peor blasfemia.

Ese era el nivel de la mujer que estaría frente a nosotros en poco tiempo, y Kyungsoo sabía que él era el único junto al linaje de vampiros reales que podía alzarse frente a ella sin temor, lo que no servía de nada porque a pesar de lo que diga, Kyungsoo estaba cagado de miedo.

Ver a Luhan hablando en lenguaje antiguo mientras vertía la sangre de animales en la fogata y ver como esta pasaba del naranja convencional a ser cada vez más al color de la sangre, era realmente aterrador.

Pero llegó el momento, era su turno de dar la sangre para activar finalmente el ritual y que la primigenia estuviera delante de nosotros. Por lo que a pesar de que sus pies pesaban sentía que podía hacerlo y con el cuchillo que le extendió, Luhan cortó la palma de su mano profundamente, para que la sangre saliera.

Por un segundo fueron un par de gotas, hasta que el fuego comenzó a cobrar vida propia y pareciera succionar toda la sangre que podía de mi mano.

-¡Jongin ayúdame!- Apenas el grito salió, una risa retumbó desde el fondo de la tierra como si del infierno saliera la voz, Jongin no perdió tiempo y arrastró a Kyungsoo fuertemente alejando de ese fuego que ahora se transformaba en algo diferente, algo abrumador.

El olor a azufre era inevitable, había traído no a un demonio, sino a la reina en brujería que seguramente tendría grandes palacios infernales. Una vez la risa paró el fuego, ahora no estaba en su lugar, había una silueta femenina cuyo rostro no se podía ver cubierta por una túnica roja sangre.

-Hijos de sangre, ¿Su muerte en vida les trae orgullo?- La voz era pesada, tanto que Luhan y Kyungsoo sintieron sus piernas temblar para arrodillarse frente a ella.

-Si, madre de sangre.

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⏰ पिछला अद्यतन: Mar 11, 2023 ⏰

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