Compañero.

Encuentro

Kim JongIn, es un hombre alto y de rostro rudo, pero su corazón era el más grande. Amaba estar alrededor de sus seres queridos. Y no pudo estar más feliz cuando fue despertado por un suave peso de un niño agitándolo para que se despierte.

-¡Tío! ¡Vamos a jugar no seas flojo!- De inmediato el hombre se levantó haciéndole cosquillas al niño.

-Yo no soy flojo.- El niño reía a carcajadas.

-Si se hace en los pantalones sobre tu cama, no me culpes.- Dijo su hermana caminando dentro de la habitación con una tierna bebe apoyada en su hombro quien balbuceaba y reía.

- Es cierto soldado.- Jongin cargó a su sobrino bajándolo de la cama y levantándose también él.

-¡Vaya! ¡Mamá mira! Le llego a mi tío por la mitad del muslo ¡Estoy más alto!- Saltó feliz alegrando el corazón de su tío y madre.

-¿Cómo está Mino?- Su hermana camino saliendo de su habitación y JongIn siguiéndole los paso.

-Bien, regresó ayer, dormirá todo el día.- JongIn rió comprendiendo lo cansado que era salir a luchar durante una semana, suerte que él ya había pasado por eso y no, no quería volver a eso, amaba su manada, pero eso destrozaba a los hombres físicamente.- Y vine a pedirte un favor.

-Claro dime.

-Sabes que los cachorros no pueden dejar el territorio hasta que cumple por lo menos 10 años, y... necesito comprar leche y algunas cosas para la bebe, no puedo dejar a los niños solos y...

-Tranquila yo voy.- Kai se estiró caminando a su habitación a cambiarse.

-¡Eres el mejor hermano!

-Recuérdalo el día que tenga mis cachorros y te haga hacer lo mismo.

-Lo haré encantada.- JongIn solo rio entrando a su cuarto.

-Leche, pañales, medicamentos... ¿Tampones?- JongIn miró frustrado el camino.- Que vergüenza comprar eso.- Tiro la lista a un lado del auto y condujo por aquella mañana soleada, amaba el olor, aire limpio y puro, perfecto para salir caminar, tanto en su forma humana con en su forma de lobo, amaba los días así.

Un olor dulzón comenzó a carcomer su nariz, era el olor más dulce que él nunca había imaginado pudiera existir, era todas sus cosas favoritas mezcladas en un solo lugar ¿Qué era eso?

Golpeó algo... más bien alguien.

Pero ese olor se hizo más fuerte así que bajó de la camioneta y vio en su parte delantera un hombre tirado en frente de su camioneta con una gran herida en su cabeza, parecía inconsciente. Ese era el olor ¿Por qué le encantaba porque se estaba acercando al individuo? ¿Por qué el lobo aullaba de felicidad? ¿Por qué quería morder a aquel hombre? Pero no cualquiera tiene una mordida territorial... ¿Eso que quería decir?

Como si él no tuviera control y el lobo fuera el que mandó allí mismo, rasgó la camisa del hombro y clavó sus caninos en su hombro. Inspiró más su olor.

Era su pareja, Jongin estaba seguro.

El hombre abrió los ojos gruñendo molesto mientras se levantaba ileso de cualquier daño ocurrido con una camioneta 4x4.

Raro ¿no?

-Genial. Simplemente magnifico.- Toco mi mordida en el cuello.- ¿Querías rebajarme a esto?

-Tú eres...- JongIn casi caía al suelo cuando vio aquellos ojos que antes estaban sin vida volverse un rojo asqueroso.

-Un vampiro. Tu un perro, ahora que aclaramos las cosas.- KyungSoo se abrazó así mismo.- ¿Puedo entrar a tu camioneta? El sol no es mi cosa favorita en el mundo.- JongIn no podía estar más molesto ¿Su olfato lo engaño? ¿Cómo podía haber mordido a un vampiro asqueroso? Quería respuestas así que solo dejó al hombre subir a la camioneta y fue de regreso a su manada.

-Iremos con mi manada.

-Hey ¿Quieres que me maten?

-Tienes mi mordida. No pueden tocarte.

-¿Mordida?- Se revisó el cuello.- ¿Mordida de reclamo? ¿En serio? Qué horror. Mejor déjame, buscaré algo con que matarme.

-No te matarás hasta que sepa si eres una farsa.

-¿De qué...?- El hombre se giró.- ¿No me digas? ¿Tu compañero?- JongIn se limitó ni siquiera a responderle.- Diablos, esto si es algo horrible. Emparejarme con un apestoso lobo.

-¡No apesto!

-Todos los lobos lo hacen.- Olfateo cerca de JongIn.- Que asco.- Cubrió su nariz.

-¡Te dejaré a mitad del sol!

-Está bien me callo.

-Gracias.

Mala hora tuvo que salir.

-Vengo a hablar con el alfa.- Dijo JongIn con el vampiro aferrado de un brazo al ver al enorme lobo que lo veía fijamente.- tiene mi mordida, si te acercas mueres.

El hombre solo se pasó a un lado, pero aun así con sus ojos puestos en el vampiro mientras JongIn entraba a la oficina del alfa.

-Kim. ¿Qué te...- Miró al hombre tras de mí.- ¿Qué es esto?

-Alfa Park. Él es...

-KyungSoo.- Respondió el vampiro.

-Ajá. Creo que es mi pareja.

-¿Qué?

-Así es. Mi pareja es un perro.- Agregó KyungSoo cubriéndose la cara simulando estar humillado.

-Soy un lobo.

-Ambos aúllan. Así que para mí es igual.

-¿Lo reclamaste?- Agregó Chanyeol preocupado pero negó.

-Pero lo mordí.

-Sip. Mira.- El vampiro muestra la cicatriz en su hombro.- Me hace ver rudo ¿No?

-¿Todos los vampiros son así?

-¡Claro que no!- Esté niega.- Todos son unos malditos aburridos por eso me echaron, también porque me negué a seguir tomando sangre humana.

-¿Cómo?- Chanyeol miró al vampiro.- Creí que si los vampiros no tomaban morirían.

-¿Qué?- Él carcajeó.- No, he vivido a base de antílopes y no se vive nada mal.- JongIn también se sorprendió.- ¿Qué? Ustedes han matado a miles como yo y ¿No sabían eso? Novatos.

-JongIn, sácalo de mi vista a menos que quieras que lo mate.- De inmediato el lobo arrastró a su pareja lejos. Tanto para protegerla como para golpearla.

-Lo único que escuche fue, guau, guau.

-¡Maldito!- Gruño el alfa haciendo que KyungSoo saltara sobre JongIn cubriéndose.

-Vamos, corre rápido, no quiero comprobar la fuerza de sus dientes.- JongIn aguanto la risa al ver al vampiro literalmente asustado por la aparición del alfa.

Pero aun así quería alejarse de su compañero