12. Pareja esponjosa

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Bosteza ahotado y mira alrededor. Nunca pensó que un vuelo pudiera cansarlo tanto. Avanza con la maleta por la terminal y se da cuenta de que hay dos pequeños y delgados cuerpos a lo lejos con carteles. Uno escrito en coreano, lleno de dibujos en acuarela y otro alfabeto latín y un dibujo grande. Jimin levanta el brazo y lo sacude cuando lo ve.

— ¡Hola! Pensamos que el vuelo se había retrasado porque no aparecías—dice Jimin abrazando a Taehyung—. Tenemos veinte minutos aquí parados viendo al infinito. —Añade risueño.

—Fui el último en salir, me quedé dormido, lo siento. —lamenta en un lloriqueo. Se agacha para cargar y abrazar a Jungkook. El niño se le queda agarrado sin pensar.

Jimin le da un beso en la mejilla y lo ayuda con la maleta. Taehyung guiña incomodo por la luz solar. Hay un escándalo terrible aquí. No entiende como los americanos viven con tanto ruido alrededor. Lo sorprende gratamente lo lujoso del auto de Jimin. El Omega mete la maleta en la parte trasera y Taehyung va con Jungkook en el asiento trasero.

El niño empieza amostrarle su ropa, todo lo que Jimin le ha comprado en este mes que llevan en Estados Unidos. Taehyung lo escucha atentamente, viendo de vez en cuando por la ventana. Tan curiosamente parecido a las películas.

~ * * * ~

—Lo siento por el desorden. No tengo mucho tiempo de limpiar. Entre las charlas, darle las clases a Jungkook y lo demás estoy muy ocupado. —dice Jimin avergonzado. Taehyung no ve la mayor cosa. Apenas tiene los muebles un poco arrimados y muchísimos papeles en la mesa del comedor.

—Me imagino... ¿Llevo la maleta a qué cuarto?

—Al mío. Es el que está junto al baño.

Taehyung se encamina y encuentra que hay algunas fotos en pequeños portarretratos. Jungkook y Jimin. La única en la que aparece, es en la que se tomaron en la única cita que tuvieron antes de que Jimin se fuese de corea. Los dos en un parque de diversiones y sacando a cada dos minutos la cámara polaroid. Brinca del susto por una exclamación a propósito.

— ¡Bienvenido a casa! —Celebra Jungkook mientras Jimin entra al cuarto con un pastel. Taehyung se ríe por la nariz ¿Qué tiene que ver el pastel con que haya llegado aquí? A veces Jimin es demasiado imaginativo. Hasta para su propio bien.

—A casa por dos meses hasta que me saquen a patadas del país. —bromea Taehyung.

—Ay claro que no. No echan a los ositos esponjosos y bonitos con un Omega que tiene permiso especial—afirma Jimin y Taehyung toma el pastel. Sin reparo le da un mordisco. Está muy sabroso—. Podrías quedarte hasta que acabe el trabajo.

— ¿Y llegar tarde al mío?

— ¡Hay que arriesgarse en esta vida!

Taehyung se ríe, deja el pastel en la cama, va hacia Jimin, mordiéndolo en la mejilla y llenándolo de crema y chocolate en el proceso, ignorando los chillidos del gato. Jungkook come pastel en lo que el par de adultos se pelean. Debe aprovechar la situación ¿Por qué no hacerlo?

. . .

— ¿Estás feliz de que esté aquí?

—Por supuesto que sí. Te extrañe mucho.

—No lo parece.

— ¿Por qué no?

—No estás encima mío.

Jimin se ríe, recostado en el barandal del pequeño balcón de su cuarto. Es la una de la madrugada. Ha estado hablando como un loro con Taehyung durante horas y horas. Jungkook estaba hasta que no pudo con el sueño y se durmió. El beastman oso se da cuenta de que está ansioso. Su lengua corporal es muy tenso y casi desesperado.

Fluffy  선생님 || VMinWhere stories live. Discover now