3.2 El oso ansioso

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Se remueve en la cama, incomodo y molesto por el malestar que siente. Culpa de esos odiosos días del mes donde tiene celo. Alcanza su celular y llama al colegio para avisar que no podrá ir. Debió decirlo ayer, pero al menos no estará molestando en lo que resta del día. Una vez acabado su aviso se vuelve a meter debajo de las sábanas para dormir un rato. Ignorar que está más cachondo que un centauro, sus garras crecen al igual que sus colmillos, saliva igual que un perro y quien sabe si acabe violentando a su almohada del estrés.

Taehyung duerme un larguísimo rato y así, huye de la molestia. El vapor que lo pone a sudar copiosamente por cada parte de su cuerpo. Debido a que no puede dormirse de nuevo, teniendo una erección enorme entre las piernas, va al baño para calmarse con agua fría.

Tararea, metido en la bañera y ve al techo fijamente. Aun siente que se va a derretir de lo fuerte que es su celo. Quiere morirse del estrés. No importa cuántos inhibidores o supresores tome, su cuerpo está determinado a volverse el de un verdadero animal en celo y torturarlo. Lleva la mano a su entrepierna y suspira acariciando su pene de arriba a abajo con ambas manos. Jadea aumentando la prisa en ello, reprime los gemidos más escandalosos y se frustra de no llegar al clima a pesar de lo gordo que está el falo en sus manos.

— ¿¡Se me jodió el pene o que!? —queja Taehyung desesperado. Se inclina hacia adelante, insistiendo en masturbarse y a pesar de estar a punto, no lograr llegar.

Sale del agua, molesto y empapando todo a su paso. La erección molestándole a medida que anda a echarse en su cama de nuevo. Se da cuenta de que el abrigo marrón está puesto en la cesta -llena-, de ropa sucia. Con gesto tembloroso lo toma y lo olisquea. Toma asiento en la cama y queda con la tela pegada a su nariz, bufando y gimoteando hasta contraerse y llegar al orgasmo. Respira agitado, ve su mano llena de semen y arruga el entrecejo.

—No puede ser que este así de desesperado. —queja en voz baja, su expresión compungida, orejas caídas y rostro enrojecido.

Su mente se vuelve más difusa y su cuerpo ansioso. Las hormonas alborotadas con la urgencia de satisfacerse. Taehyung jadea y llega a babear, siguiendo en la masturbación copiosa mientras huele el abrigo con hedor a Omega. Ese aroma tenue y lejano que habían mencionado en su momento. Mueve la pelvis, embistiendo algo a la nada a pesar de fantasear con tener a un Omega con el cual satisfacer la necesidad.

Se hace un ovillo, babeando y sudando su abrigo estando sobre él. Los ojos nublados y acuosos. Tras demasiado rato y muchos orgasmos, ayudados con las hormonas de Omega que apenas quedaban en la tela café. Después de todo el esfuerzo pudo dormir un par de horas más.

Solo para despertar molesto y fastidiado por el sudor, humedad, semen y suciedad general en la cama. Por no decir que la vergüenza va a comérselo vivo. Cerca de la noche el timbre del departamento suena. Se obliga a sí mismo a vestirse para ir a abrir. Al hacerlo retrocede un par de pasos por quien está al otro lado.

— ¡Hola! —Jimin saluda animado y algo nervioso.

No esperaba que Taehyung tuviera un hedor tan fuerte. Siente que quiere llamar la atención incluso si solo salen sin control ninguno. Estira el brazo con una bolsa. Taehyung guiña repetitivo, apena logra ver bien y su visión se desvía constantemente hacia el pecho de Jimin. Lleva una camisa algo ajustada hoy, incluso con la bufanda, puede notar el pecho ligeramente abultado.

Debe tener la piel muy suave, como sus mejillas abultadas y esponjosas. Podría tocar su cola. Su mente continúa escalando muy, muy lejos en mil y un cosas que podría hacer. Después de todo, el Omega vino a su casa. Vino hasta acá ¿Quiere aparearse con él? Podría tomarlo del cuello y meterlo a la casa. Sería fácil de desvestir y seguro con sus feromonas lo está provocando.

Fluffy  선생님 || VMinWhere stories live. Discover now