"Zhou Yang volverá mañana".
Cuando Shen Mo escuchó esas palabras, estaba arrodillado en el suelo, haciéndole un oral a Ji Ming Xuan.
Manteniendo el calor en su boca, sintió que sus rodillas se acalambraban contra el frío y duro mármol del suelo. Era una incómoda fusión de hielo y fuego.
Como un cuchillo sin filo, sin punta y oxidado, el nombre "Zhou Yang" se clavó en su corazón, haciendo salpicar sangre por todas partes. Casi sintió como si le hubieran arrancado el alma del cuerpo.
Entonces, un dolor agudo hizo que Shen Mo volviera a la realidad.
Ji Ming Xuan le agarró el cabello y lo obligó a levantar la cabeza.
"¡¿Qué?! ¿Sólo escuchar el nombre de tu antiguo amante te hace perder la compostura?".
Shen Mo todavía tenía el pene de Ji Ming Xuan en su boca. Sólo pudo sacudir la cabeza, compensando al otro al lamerlo con su lengua.
Ji Ming Xuan suspiró y se relajó, mientras su erección aumentaba en la boca de Shen Mo. Echó una mirada despreocupada al cuerpo del otro, como si conociera cada detalle, pero le importara muy poco.
Mirando por encima de él, dijo: "Profundiza".
Rápidamente, Shen Mo volvió a chupar y tragar. Siempre había sido malo en eso, sin hacer ningún progreso por mucho porno que viera. Esta noche, estaba tan distraído que Ji Ming Xuan también se aburrió, liberándose sólo una vez en su boca.
Cuando Shen Mo fue al baño a enjuagarse la boca, descubrió que su propio reflejo no le resultaba familiar. Su cabello había crecido mucho y sus ojos estaban casi cubiertos por su flequillo, mientras que sus labios estaban un poco hinchados.
Todavía tenía un poco de semen en las comisuras de su boca, así que abrió el grifo y escuchó el chapoteo del agua.
Zhou Yang...
Casi parecía que la historia entre Zhou Yang y él ocurrió hace toda una vida pasada.
Shen Mo estaba haciendo gárgaras cuando oyó que se cerraba la puerta exterior. Salió del baño y descubrió que Ji Ming Xuan ya se había ido.
No había duda de que Ji Ming Xuan no había disfrutado mucho, así que de seguro debía haber salido a divertirse más.
Shen Mo se regañó a sí mismo por estar tan distraído mientras tenía un encuentro sexual con el señor Ji. Por suerte, Ji Ming Xuan siempre tenía compañeros de cama guapos que eran a la vez gentiles y hábiles.
Shen Mo sintió una breve oleada de culpabilidad antes de dejar de lado el asunto y luego irse a dormir.
Normalmente dormía bien y rara vez soñaba. Sin embargo, esta noche tuvo un sueño.
Soñó que estaba en la residencia de su universidad. La habitación era estrecha, con libros y juegos de problemas para resolver esparcidos por la cama.
Era casi el atardecer. La mitad de la habitación estaba cubierta por la penumbra, mientras que el resto estaba envuelto en la oscuridad.
Tras inmovilizarlo contra una esquina de la habitación, Zhou Yang bajó su cabeza para alcanzar sus labios.
Pasos dispersos se escuchaban fuera de la habitación. Ellos eran tan jóvenes y estaban tan nerviosos, que sudaban.
Shen Mo abrió ligeramente los ojos y alcanzó a ver la barba incipiente en la barbilla de Zhou Yang. Luego, se despertó.
No sabía si aún seguía soñando. Había dormido tanto que tenía la cara entumecida y ésta no regresó a la normalidad hasta que pasó un rato frotándosela con ambas manos.
